Britannia: Temporada 1
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Estrenada a finales de enero de 2018, ‘Britannia’ es una serie de 9 capítulos (no 8 ni 10 como suele ser habitual, sino 9) que nos traslada hasta el año 43 d.C. para mostrarnos la conquista romana de Gran Bretaña. Habitada por celtas y druidas, Britannia es un lugar tenebroso para los romanos después de un intento fallido de conquista cien años atrás. ¿Serán capaces los romanos de superar sus miedos a lo desconocido y hacerse con el control de esta mística tierra?

Resumen.
A continuación os dejo un pequeño resumen de los 9 capítulos que conforman la primera temporada. No os preocupéis, como siempre, solo daré la información básica, no destriparé nada esencial de la trama.

Capítulo 1:
En el año 43 d.C. una legión de romanos, comandada por Aulus Plautius, llega a tierras celtas con el objetivo de conquistar a su población y obligarla a seguir las normas y las leyes romanas.

Capítulo 2:
Una vez asentados en las tierras hostiles de los celtas, Aulus decide mandar a varios soldados a parlamentar con las tribus más importantes de la zona, mientras él mismo busca conocer más detalles sobre los místicos seres que rigen las tradiciones de los celtas: los druidas.

Capítulo 3:
Aulus lleva a cabo un peligroso viaje que nada tiene que ver con lo terrenal. Mientras tanto, Cait, una joven que logró escapar del primer ataque de los romanos, intenta localizar a su padre. Por el camino la acompaña un antiguo druida.

Capítulo 4:
El rey de los Cantii, Pellanor, reniega de su hija Kerra tras conocer un secreto que implica a los romanos. El destino de Kerra queda en manos de los druidas.

Capítulo 5:
La reina Antedia de la tribu enemiga de los Cantii, los Ragni, llega a un acuerdo con los romanos.

Capítulo 6:
Cait por fin consigue encontrar a su padre pero pronto se da cuenta de que su nuevo «amigo» esconde algo diabólico en su interior.

Capítulo 7:
Cait y su padre se ven obligados a abandonar la ciudadela de los Cantii y regresan a su antiguo hogar. Allí, la pequeña volverá a ver a alguien que no esperaba volver encontrarse.

Capítulo 8:
Las tensiones entre los Cantii y los Ragni van en aumento.

Capítulo 9:
La legión romana muestra a los Cantii cómo el Imperio lleva a cabo sus tratos.

Crítica de Britannia: Temporada 1

Cuando pensamos en el pueblo romano se nos vienen a la cabeza un montón de cosas: las pelis de gladiadores y de Astérix y Obélix, la famosa frase alea iacta est, a Rómulo y Remo siendo alimentados por una loba, Julio César y su conquista de medio mundo, Cleopatra y Marco Antonio y un largo etcétera. Los más versados en la historia quizás mencionen que fueron los romanos los que crearon las termas, el suelo radiante o incluso los casinos, presentes desde la antigüedad, y que es a ellos a quienes debemos gran parte de las comunicaciones de las que disfrutamos hoy en día. El legado romano es incuestionable, solo hace falta darse un paseo por cualquier ciudad española para comprobar restos de su cultura, en pie desde hace miles de años. Lo que no solemos cuestionarnos es cómo llegaron esos romanos a conquistar nuestras tierras, antaño pobladas por otros pueblos y tribus.

‘Britannia’ es un reflejo de cómo se supone que fueron las conquistas romanas, y en particular la de una tierra que se les resistió más de una vez. Es importante tener en cuenta los verbos empleados en esta afirmación, ya que a pesar de ser promocionada como una serie histórica lo cierto es que ‘Britannia’ cojea bastante en este sentido…

En primer lugar, y es algo de lo que os daréis cuenta nada más empezar a ver la serie, el lenguaje que se emplea en esta ficción (creada por Jez Butterworth, Tom Butterworth y James Richardson) es del todo inadecuado. Se emplean formas verbales coloquiales e incluso palabras malsonantes actuales. Para que os hagáis una idea, es como estar viendo a un soldado romano del siglo XXI. Además, se usan términos que hacen referencia a conceptos que no existían en la época, como es el caso de «limbo» o «El Cairo», que se menciona como una ciudad existente pero en que en realidad fue fundada en el siglo X.

A estas inconsistencias históricas en el habla, habría que sumarle un par más a nivel global. La imagen que se da los druidas, como seres mágicos capaces de controlar las fuerzas de la naturaleza y el destino de los habitantes de las zonas en las que se encuentran a modo de nexo entro los dioses y el mundo terrenal, es cuanto menos imprecisa. Los datos históricos que se tienen de este colectivo son más bien escasos y todos proceden, en su mayoría, de textos griegos o romanos, por lo que no hay ninguna información que provenga directamente de los druidas. Si bien, en estos textos se recogen algunas de las tradiciones de estas personas, en ningún momento se las presenta como personas mágicas sino más bien como sacerdotes o chamanes. Eso sí, tal y como se refleja en la serie, el colectivo de los druidas gozaba de gran respeto por parte de los pueblos galos, aunque en la ficción este respeto se torna por veces en miedo.

Otra de los errores históricos tiene que ver con los integrantes de la legión romana. Seguro que a muchos les sorprenderá ver a un soldado de raza negra entre los cargos más altos del ejército. Si bien es cierto que en la época que se nos presenta había africanos en las filas romanas, también lo es que éstos pertenecían a tropas auxiliares y nunca ostentaban un cargo importante. Además, estos soldados jamás tendrían un nombre latino, sino que se les asignaba un apellido de las clases más bajas. De esta forma, Vito Aurelio, enviado por su general a parlamentar con los Cantii y de raza negra jamás pudo haber existido. La necesidad de querer cubrir unas cuotas raciales obliga a los productores a incluir personajes que incurren en un error histórico. Y no está mal, si la serie no se presentara como una ficción histórica, ya que los espectadores medios podrían pensar que lo que están viendo en sus pantallas es un fiel reflejo de lo que aconteció en el pasado.

Por otra parte, el supuesto feminismo que se presenta en ‘Britannia’ se desinfla por momentos. Al igual que en otros pueblos de la antigüedad como los vikingos, las mujeres celtas podían ejercer el rol de reinas y luchadoras. En la serie, de hecho, el papel de líder de las dos de las tribus más importantes de la zona lo desempeña una mujer. Sin embargo, en ocasiones se las presenta como individuos colectivos y no individuales. Me explico, se las presenta como personas que necesitan de otras para poder tomar una decisión y es aquí donde el supuesto empoderamiento femenino se queda por el camino.

La también supuesta psicodelia del relato, que no va más allá de algún que otro plano que puede marear al espectador, también deja un sabor amargo durante el visionado, sobre todo si tenemos en cuenta que no aporta realmente nada… salvo ese halo de misticismo que, por otra parte, ya encontramos en los druidas.

Quitando esta serie de «peros» la serie está lo suficientemente bien escrita como para saciar al espectador más fanático de ficciones del mismo género como ‘Vikingos’, ‘Knightfall’ o la algo más alejada ‘Juego de Tronos’ a la que pretende emular. A un guión que cumple con sus expectativas, hay que sumarle una calidad actoral intachable que aumenta el interés por parte del espectador. Actores de la talla de Zoë Wanamaker, David Morrissey, Kelly Reilly, Stanley Weber, Nikolaj Lie Kaas, Ian McDiarmid o Mackenzie Crook aportan un plus a la ficción. El espectacular trabajo en el campo de la dirección de arte, con un vestuario y maquillaje de lo más logrado así como unas localizaciones que quitan el hipo terminan por poner el broche de oro a una serie bastante lograda a nivel visual.

En conclusión.
Finalizo esta crítica de Britannia: Temporada 1, una serie entretenida y con algún que otro giro de guión bastante interesante (no os encariñéis de ningún personaje porque ninguno está libre de la muerte) que cumple con las expectativas de cualquier fan del género. Eso sí, es importante no tomarse al pie de la letra todo lo que vemos en la pantalla ya que los errores históricos son abundantes.

Tráiler de Britannia: Temporada 1

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