El motivo por el cual Sly quiere a Mel se define con dos palabras: nostalgia y taquilla. Es otro actor de acción olvidado por la industria y seguramente Sly piense que si lo mete en su película habrá montones de fans de Mel que irán al cine de cabeza. Pero hay un problema, la popularidad de Mel Gibson está por los suelos. Bueno, por los suelos no, lo siguiente. Y si Arnold cae mal por sus andanzas políticas a mucha gente, ni os quiero decir los estragos que han causado las denuncias por maltrato, el machismo y el antisemitismo en la imagen de Mel. Meterle en una peli nos puede hacer gracia a nosotros, pero si yo fuera productor sólo metería en mi película caballos ganadores, no jamelgos a los que montones de espectadores potenciales no pueden ni ver. Ojito con abusar de la nostalgia.