Esta mañana no tuvimos más remedio que sacrificar a nuestra primera mascota, Pelusa. Era un precioso Yorkie hembra, cariñosa, agradecida, tierna...jamás pensé que un perrito pudiera dar tanto cariño y amor a sus dueños, y además, lo hacen sin esperar nada a cambio...
Tenía 13 años recién cumplidos, y hace un par de años le diagnosticaron insuficiencia cardíaca. Poco a poco a ido viviendo con medicación, aunque lo peor estaba por llegar. Hace pocos meses sufrió insuficiencia renal. La infección fué tan grande que se introdujo en el torrente sanguíneo...afectándole al resto de órganos y a la boca. En las últimas semanas, sufrió una necrosis en la lengua. Ya no podía comer, beber agua...apenas caminar. Adelgazó muchísimo....y la verdad es que el dolor y la tristeza inundó nuestra casa durante todos estos dias...aunque la peor parte se la estaba llevando ella.
Pero la fe mueve montañas y hemos intentado que sobreviviera con más medicación, haciéndole la comida papilla para dársela con una jeringa....dándole muchísimo cariño y mucha agua y suero para que el riñón se limpiara. Pero sabíamos que su momento había llegado...y esta mañana amaneció vomitando sangre. Era la hora....
Después de esto, y quien haya tenido una mascota durante 13 años y realmente quiera a los animales me entenderá, el dolor emocional que siento en las entrañas es incalculable. Jamás pensé que esto iba a ser un golpe tan seco y amargo...sólo de recordar los momentos en los que la perrita me lamía la cara cuando venía de la calle...o los instantes que me pedía que la subiera a la cama para acompañarme mientras estudiaba....Cuando me tocaba con sus pequeñas patitas en mis brazos para pedir que la abrazara...esos momentos jamás los olvidaré. Aunque mi madre es la que peor lo pasará, porque la compañía que le hacía de este animalito no tenía precio...
Pelusa, durante años has sido la alegría del hogar. Tus juegos, tu dulzura...tus carreras por el pasillo..la playa o el campo..tus malabares mientras almorzábamos para que te diéramos comida......tus chillidos de alegría cada vez que alguno de nosotros volvía a casa...13 años contigo y en un instante, has desaparecido de nuestras vidas.
En fin, espero que vayas donde vayas, estes bien y seas feliz. Ya sin sufrimiento ni dolores....
Nunca te olvidaremos, Pelusa. Tu familia siempre te querrá.
Descansa en paz.
