Utilizando el sigilo, el camuflaje entre la multitud y la destreza, tienes que acabar con ciertos personajes. Puedes moverte por los tejados y por muchos sitios. De hecho, un gran momento es cuando te tiras por primera vez desde la atalaya a un sitio que escojas.
¿El problema? que la decima vez que haces lo mismo (Atalaya, camuflarte, salvar aldeano, conseguir información, matar enemigo) ya te has aburrido de no variar nada.