Stallone y Schwarzenegger: «A pesar del hielo en las rodillas y los tobillos, dimos la talla»
Los dos héroes de acción más legendarios del cine de los 80 unen sus fuerzas en la secuela con más testosterona, explosiones y arrugas de todos los tiemposQué hubiera sido Hollywood sin «Rocky» y «Terminator»? Aunque les pese a los puristas, la historia del cine de evasión y «superacción» jamás podría haberse escrito sin los nombres de Stallone y Schwarzenegger. Y, aprovechando que este último ha dejado la política para regresar a la gran pantalla, Stallone ha sido el primero en aprovechar la coyuntura para reclutarlo en la segunda entrega de «Los mercenarios», una de las mayores galaxias de «repartidores» de ayer (Willis, Van Damme, Norris, Lundgren) y hoy (Statham, Li, Couture, Atkins) habidas y por haber. Aunque las atracciones de esta traca infinita con cinco toneladas de plutonio en su argumento (¿qué argumento?) son, sin duda, Sly y Arnold, Arnold y Sly.
—Considerando que «Los mercenarios 2» apela a la nostalgia ochentera, ¿qué sienten hoy día cuando ven sus clásicas películas de acción?—Stallone: Personalmente, solo acierto a exclamar «¡ay, ay, ay!» (risas). Fue un honor formar parte de todo aquello.
—Schwarzenegger: Yo opino igual, es algo grande ser parte de un género tan importante para el público como éste.
—Stallone: La audiencia manda, así que estuve encantado de darle lo que quería: más carne en el asador y más estrellas de las de antes.
—¿Qué opina Sylvester Stallone de Arnold Schwarzenegger?—(Stallone) Arnold es uno de mis hermanos en el club de cine de acción, aprendí a respetarlo a lo largo de todos estos años. Es una persona con mucha compasión y un gran amigo.
—¿Y qué opina Arnold Schwarzenegger de Sylvester Stallone?—Schwarzenegger: Era mi mayor referente y competidor. Nuestras carreras se basaban en demostrar quién tenía más músculos, o quién mataba más gente con las escenas de acción más increíbles. Fueron años fantásticos.
—¿Cómo se conocieron personalmente?—Stallone: Fue en una entrega de los Globos de Oro, con todo mi ego encima de la mesa (risas). «Rocky» había ganado el premio a la mejor película y, cuando dijeron el apellido de Arnold para darle el de actor revelación del año, pensé que nadie podía llamarse así de verdad. Cuando «Rocky» salió elegida, yo salté de alegría y tiré unas flores al aire que cayeron encima de él. Y Arnold, simplemente, me miró.
—Schwarzenegger: Después de que me tiraste las flores, tu madre se acercó a decirme que me parecía a un transportista de pianos (risas). Por cierto, pocos saben que Sly fue mi maestro de inglés cuando llegué a Hollywood. Si hablo así de mal, es culpa suya.
—Stallone: Algún día deberíamos hacer un concurso de deletreo (risas).
—¿Cómo ha sido la vuelta al cine para Arnold Schwarzenegger, después de ser Gobernador de California?—Schwarzenegger: Sencillamente, la mejor posible. Fue muy divertido viajar a Bulgaria y filmar con toda esta constelación. Éramos como un grupo de James Bonds corriendo por todos lados. Claro que también hubo alguno que se acercó a decirme en tono paternal: «Sabemos que estuviste fuera del negocio por un tiempo, así que te puedo enseñar a cargar un arma» (risas). Poco después se dio cuenta de que no había perdido la práctica, eso no se olvida. Hubiera sido divertido hacer algo parecido con la política, pero... (más risas).
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Cualquier tiempo pasado[/size]
—¿Notan algún cambio en el cine de acción actual respecto al que hacían ustedes en los 80?—Stallone: Básicamente se ha vuelto mucho más técnico y científico. Ya no necesitas pasarte la vida levantando pesas, pues los efectos digitales CGI, hacen cosas extraordinarias y muy creativas. Es algo diferente, pero totalmente válido. Cada generación tiene que crear sus propios héroes.
—¿Cómo les afectó su edad a la hora de rodar las escenas más espectaculares?—Stallone: Bueno, hay que reconocer que nos movíamos un poco más despacio, pues somos más livianos, por así decirlo. Algunas partes de nuestra anatomía están casi gastadas. Ahora tenemos que cambiar la formade actuar, estirando mucho más los músculos y usando el propio peso para calentar siempre nuestro cuerpo.
—Schwarzenegger: Fue duro, porque acabo de rodar otra película también con Sly, «The Tomb», donde tuvimos que correr y escalar bastante. Pudimos hacerlo bien pero,por la noche, necesitábamos hielo en las rodillas, los tobillos y la cintura. El cuerpo no se recupera igual que cuando teníamos 30 años, tenemos que mimarlo un poco más. Pero dimos la talla.
—Stallone: Desde luego. Y unas siestas en el frigorífico es una buena técnica de regeneración (risas).
—¿Llegaron a pasar apuros?—Stallone: Ni mucho menos. Bueno, a mí Dolph (Lundgren) me mandó al hospital tras pedirle realismo en una escena... Y también acabé en el sanatorio, junto a Arnold, otra noche de rodaje movidita. ¿Te acuerdas? Yo siempre pensé que las lesiones significaban buena suerte, porque cuando me pasa algo, la película termina funcionando mejor. A lo mejor en la próxima me corto la cabeza.
—Y la pregunta del millón: ¿quién ganaría si se pelearan de verdad con todo el grupo de «Los mercenarios 2»?
—Schwarzenegger: ¿El que tiene el mejor abogado, quizá? (risas).
—Stallone: ¿Sabes? Tiene gracia que hayamos matado a tanta gente en el cine cuando, en la vida real, somos poetas y pintores...
http://www.abc.es/20120824/cultura-cine/abci-stallone-schwarzenegger-201208241136.htmlGracias al compañero
leoky en el foro de Sly

Saludos.