Nicolas Cage está negociando por el papel protagonista de The Wrestler, escrita por Robert Siegel. El film, actualmente en desarrollo por Protozoa Film, la productora de Darren Aronofosky, sigue las andanzas de un wrestler de los años 80, Randy “Ram” Robinson, que termina completamente hecho polvo después de sufrir un ataque al corazón contra un rival menor

. Un doctor le advierte de que no podrá luchar nunca más sin arriesgar su propia vida (y todos a partir de aqui sabemos que Cage volvera a luchar tarde o temprano). Frustrado, Robinson se casa con una ex stripper

e intenta reconstruir la relación con su hijo, pero la perspectiva de un combate con su viejo enemigo, El Ayatolá, es demasiado tentadora como para no aceptarla…
Guau. Sólo guau. Lo único que me resulta sorprendente en este mundo de hoy es Nicolas Cage en sí mismo y su habilidad para presentarse a los papeles más maníacos concebidos por la grotesca mente de los guionistas actuales. Es muy posible, tratándose de que Darren Aronofski es un tío serio, que la película juege la carta del realismo, presentándonos la dura vida de unos artistas de circo que se exponen a severas lesiones y al movimiento constante de una punta a otra del país a la hora de realizar su trabajo. Sin embargo, Aronofsky hace películas en las que su protagonista principal se taladra el cráneo, se inyecta heroína en su propio brazo gangrenado o viaja por el futuro en una burbuja con un gigantesco árbol del que se come su corteza para ser inmortal. Así que no sé. A lo mejor está encuadrada en un universo en el que las luchas contra un pavo llamado el Ayatolá son reales, donde los pájaros cagan manzanas de oro y España gana el mundial de Fútbol.
Es de sobra conocido que Nicolas Cage está como una regadera y seguramente se dará este último caso, y ahí yo no me la pierdo. En /Film.
Fuente: Las Horas Perdidas.