Malditos bastardos
Año 1941: El coronel de las SS Hans Landa elimina a la familia Dreyfuss durante una inspección en una granja. Sólo queda una superviviente, Shosanna, a la que Landa deja escapar, pero esta jura venganza contra los Nazis. Tres años después, el Teniente Aldo Raine reúne a un grupo de soldados judíos con la misión de masacrar nazis y arrancarles sus cabelleras. Durante sus operaciones reciben las órdenes de acabar con la plana mayor del partido durante el estreno de una película propagandística en un cine francés. Allí también trabaja Shosanna que está preparando, a su vez, su propia venganza. (Cineycine).
Quentin Tarantino nos da “su versión” de una de las guerras más atroces y famosas de la historia en ‘Malditos bastardos’. Evidentemente, quiere decir que no será fiel a la historia, sino tremendamente original y fresca en lo que concierne a los hechos reales. Para conocerla, acompañaremos al teniente Raine y a sus bastardos. ¿El objetivo? Acabar con la amenaza del Tercer Reich.
«Estando bajo mi mando, tendréis una deuda: una deuda personal conmigo. Cada hombre bajo mi mando me traerá un centenar de cabelleras nazis… y ¡quiero mis cabelleras!» (Raine)
Crítica de Malditos bastardos
Comenzamos hablando sobre Quentin Tarantino, uno de esos realizadores a los que «amas u odias». ¿La razón? sus películas son completamente alocadas y realmente difíciles de digerir. Por ejemplo, cuando visioné por primera vez ‘Kill Bill: Volumen 1’ (2003) mi experiencia fue un tanto decepcionante. Sin embargo, con el tiempo he podido valorar con mejor perspectiva el estilo de Tarantino, sus múltiples referencias fílmicas (especialmente al spaghetti-western de Sergio Leone) y el particular estilo de humor que existe en su filmografía. Desde que realizara esa magna obra que es ‘Reservoir Dogs’ (1992), estos han sido los ingredientes y características de una fórmula que puede gustar o directamente aburrir. En el caso de este servidor, resulta muy notable y, en ocasiones, rozando la brillantez absoluta.
‘Malditos Bastardos’ es de las películas más destacadas de Tarantino. Más que nada por el fondo en el que se ambienta: La Segunda Guerra Mundial, un marco temporal usado en infinidad de cintas… y bastante más dramáticas que la presente. Aquí es empleado de un modo diferente, a modo de spaghetti-western con cambios históricos incluidos. Esto da al presente film un gran y genial toque de originalidad. Además lo convierte en una experiencia endiabladamente divertida.
Por supuesto destacan los diálogos brillantes. Entre ellos, la conversación que sirve de prólogo entre Hans Landa y un granjero francés. Esa charla demuestra que Tarantino puede ser un maestro de los diálogos de suspense, aunque en ocasiones se le vaya la mano. También hay que resaltar unas interpretaciones de primer nivel. En este sentido, Brad Pitt interpretando a Aldo Raine no tiene precio. De lejos, y junto con Waltz (que ganó el Oscar a Mejor Secundario por su papel), son lo mejor de la película. Incluso Tarantino nos ofrece momentos para el recuerdo puro y duro.
Por contra, creo que se le va demasiado la mano con la duración de la película. 140 minutos se me antojan demasiado largos para una cinta que se puede dividir en dos mitades. La primera mitad recae en la masacre de la familia de Shosanna y la creación de los bastardos (por increíble que parezca son secundarios… pero sus apariciones ofrecen los mejores momentos). La segunda mitad nos remite a la «Operación Kino» y la venganza de Shosanna. Aquí se puede criticar la inclusión de la historia «de amor» entre los personajes de Zoller (Daniel Brühl) y Shosanna (Mélanie Laurent), ya que no hace otra cosa que ofrecer unos momentos un tanto aburridos… cuando lo importante para Tarantino debería haber sido la historia de los bastardos y la venganza de la chica.
No obstante, y aunque se haga larga, ‘Malditos Bastardos’ ofrece un entretenimiento de primer nivel y referencias fílmicas por un tubo. Además de las ya citadas interpretaciones de un reparto entregado en cuerpo y alma a su labor. Todo ello conteniendo algunos de los momentos más potentes de la filmografía del realizador. Momentos que no desvelaremos para aquellos que pueden haber no visto la cinta, pero que harán las delicias de los que somos aficionados al que es uno de los realizadores más curiosos del panorama cinematográfico actual.
En conclusión.
Concluyo esta crítica de Malditos Bastardos, una de las películas más notables de Quentin Tarantino. Una cinta que destaca por su ambientación, sus momentazos y un reparto de lujo. Todo ello en un film atípico dentro de un género tan explotado como el bélico y la Segunda Guerra Mundial.
Tráiler de Malditos bastardos
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