La abuela
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“En tus mayores te ves a ti mismo y empiezas a vislumbrar lo que vas a ser. Esta película habla de esa incapacidad de volver atrás… El miedo que nos da mirar a nuestros padres y abuelos…”. Paco Plaza nos invita a mirar directamente a ‘La abuela’.

“No hay nadie ahí dentro, ¿verdad, abuela?” (Susana)

Crítica de La abuela

Paco Plaza sigue su andadura en solitario como uno de los maestros actuales del cine de género hecho en España. Nunca está de más recordar que Plaza saboreó las mieles del éxito, junto a su amigo Jaume Balagueró, en la famosísima saga ‘[REC]’. Posteriormente retomó su carrera en solitario llamando mucho la atención con Verónica (2017), película basada en el famoso “caso Vallecas” y que, tras su paso por cines españoles, se hizo viral en todo el mundo gracias a Netflix. Ahora nuestro compatriota sigue insistiendo en ese cine de terror con toques costumbristas que representa su nueva apuesta. Hablamos de ‘La abuela’.

El caso de ‘La abuela’ no deja de ser curioso en lo relativo a su lanzamiento a cines. Estamos ante una película de Sony Pictures Entertainment Iberia que inicialmente fue programada para llegar a las grandes salas en fechas cercanas al Halloween de 2021. Incompresiblemente se canceló dicho estreno y pasó a ser anunciada para esas mismas Navidades. Sin embargo, ‘La abuela’ tampoco nos visitó entonces. Tuvimos que esperar hasta el pasado 28 de enero para verla en la gran pantalla. Para entonces ya estaba todo el pescado vendido y la cinta me atrevo a decir que no rindió lo que habría rendido en fechas más propicias. Tan es así que hace bien poco terminó recayendo en Prime Video con visionado gratis para suscriptores. Y ahí es donde le puede echar el ojo…

En ‘La abuela’, Plaza sigue demostrando un nivel muy alto en todo lo que es la recreación y filmación de estancias y ambientes interiores. Realmente, cuando estamos en la casa de la anciana Pilar se nos transmite una sensación de autenticidad y realismo bárbaros. Da la total impresión de estar en uno de esos viejos pisos de Madrid en los que el tiempo se ha detenido. De hecho, el único elemento moderno, y que nos conecta con esta época actual, es el móvil de la nieta, Susana. El gusto por el detalle retro en la casa de Pilar es total con relojes de cuco, numerosos retratos en blanco y negro, el parqué que chirría, un teléfono de los años 70 con cable en espiral,… Todo esto filmado en 35mm y con su clásica gramola popular: Los Panchos y Vainica Doble para la abuela y Estopa para la nieta.

De los exteriores poco se puede decir puesto que, salvo algunos paseos por el Retiro y sus cercanías… poco más veremos. Esto se debe a que la práctica totalidad de la acción transcurre en el piso de la abuelita situado en la calle Velázquez. Así pues, la casa se convierte en el testigo silencioso de los paranormales sucesos que irán transcurriendo entre sus cuatro paredes. Una casa que también oculta sus propios secretos.

El hablar del piso familiar me lleva a hablar de los elementos asustadores que siempre son la principal golosina para los amantes del género. Pues bien, en este caso tengo que decir que la película falla bastante. Y falla porque la parafernalia terrorífica parece impostada a lo largo del metraje. Con esto quiero decir que hay varias escenas terroríficas a las que no les veo el sentido de su inserción en un momento determinado, salvo más allá de cumplir de mala manera con el fan de turno. En este aspecto, el clímax es lo mejor, pero ahí también presenciamos alguna que otra escena que no viene a cuento. Este mal uso de los elementos asustadores casi echa por tierra lo anterior.

Y lo anterior es un trabajo basado más en la misteriosa y desasosegadora contemplación que produce ver a una anciana atrapada en su decrépito cuerpo, incapaz de comunicarse y con una dependencia que la asusta. De hecho, el gran terror que busca el film no es otro que aterrorizarnos con el paso del tiempo. Asustarnos con el hecho de, algún día, nos veamos en la situación y con el cuerpo de Pilar. De hecho, hay un par de planos exhibiendo parte de su decrépito cuerpo desnudo que nos producen una clara perturbación. En este sentido, ya lo dijo el propio Paco Plaza al presentar el film: “Es una película en la que la vejez es el demonio. Un demonio real que tenemos presente cada día, queramos mirarlo o no…”.

Naturalmente hay otros elementos que completan la ecuación y el terror, pero no puedo exponerlos so pena de spoilers y es una lástima… Lo que sí que puedo advertir es que en este film Plaza bebe mucho de los thrillers de terror setenteros de directores como Roman Polanski. Thrillers basados en posesiones, brujas, seres demoníacos, presencias fantasmales,… Esto significa que Plaza nos ofrece una dirección “contemplativa” sumada a unos hechos “paranormales” que se suceden a un ritmo pausado y con toques inquietantes y perturbadores. Pero la puesta en escena o desarrollo de todo esto bien puede ser tachado de lento o parsimonioso por los más inquietos.

Dato a destacar es que en el libreto nos encontramos a Carlos Vermut, el director y guionista de la reconocida ‘Magical Girl’ (2017). En esta ocasión, su script adolece de varios “fallos”… por llamarlos de alguna manera. Para empezar, no entiendo su autobombo poniéndole el título de ‘Magical Girl’ a la fragancia francesa de la que Susana es imagen. Serán varias las veces que el póster de la colonia sea exhibido… Dejando este toque de “ego” al margen, en el libreto encontramos situaciones que son demasiado explicativas y otras que dejan vacíos importantes para que sean llenados por el espectador. Por ejemplo, el principio con Pilar visitando a una amiga es un spoiler tremebundo. Y, por otro lado, hay muchas situaciones y relaciones que se dejan en el aire… Así las cosas, el guión termina siendo demasiado irregular. A veces se pasa y otras no llega.

Respecto al elenco del film decir que es muy corto. Tan sólo son dos actrices las que llevan todo el peso. En primer lugar tenemos a Almudena Amor como Susana. Esta joven actriz y modelo madrileña tiene aquí su primer papel para cines y decir que está correcta pero nada más. Es cierto que tienen momentos poco creíbles, pero creo que los compensa con los instantes más dramáticos y terroríficos por los que tendrá que pasar su personaje. Además tampoco es fácil estar siempre delante de otro personaje que no habla… y más si eres una novata. El personaje que no habla es Pilar, la abuela. En este caso es interpretada por Vera Valdez. La interpretación de la veterana actriz brasileña es totalmente mímica, de gestos misteriosos y de susurros. Una performance que los fans del cine de género sabemos valorar y aplaudir.

“Siempre hemos estado las dos solas, no hay nadie más” (Susana)

En conclusión.
Finalizo ya está crítica de La abuela, una película que funciona más como denuncia social que como cinta de género. No obstante, los que somos amantes del cine de terror de los años 70 sabremos apreciarla más que los amantes del “jumpscare” y el cine de terror fácil que han puesto de modo tipos como Jason Blum.

Tráiler de La abuela

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