Willow
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Ya han pasado más de 30 años de esta película que hoy reseño. Mencionar su título nos lleva, a los más veteranos, a recordar una época donde éramos mucho más inocentes. Una época en la que la magia y la fantasía del cine nos atrapaba desde el primer fotograma dejándonos con la boca abierta. Bienvenidos al mundo de… ‘Willow’.

“Nadie se hará cargo de esa niña porque a nadie le importa” (Madmartigan)

Crítica de Willow

Todos los que vivimos en su apogeo la inolvidable década de los 80 recordamos con mucho cariño y gran nostalgia esta película. Para nosotros, esta fue nuestra particular versión de ‘El señor de los anillos’. De hecho, ese fue el sueño del propio George Lucas a la hora de escribir la historia del film. Un film que tiene de todo (combates, magia, diversión, romance,…) y que fue dirigido muy acertadamente por Ron Howard con la ayuda del mítico creador de ‘Star Wars’ (siempre presente en el rodaje). El estilo de Lucas se deja sentir, por ejemplo, en las famosas “cortinillas” de separación de escenas.

Para elaborar la historia de ‘Willow’, George Lucas no tuvo reparos en “coger prestados” varios elementos de la obra de J.R.R. Tolkien, y así trasladarnos a su mundo de fantasía habitado por diversas razas y en el que tendrá lugar la típica confrontación del Bien contra el Mal. Todo ello protagonizado por un atípico y pequeño héroe en el viaje y la aventura de su vida… Y eso, más que menos, es lo que nos ofrece ‘Willow’. Aquí tenemos un viaje convertido en una gran aventura en la que vamos conociendo diferentes y atractivos personajes. Todo a la vez que peregrinamos al lado del pequeño protagonista en busca del destino de la pequeña Elora Danan. Un destino que será la salvación o la condenación de su mundo.

Uno de los muchos puntos fuertes del film es su conseguida ambientación natural. En pantalla se muestran muy diferentes parajes (bosques, nieve, castillos,…) que te sumergen automáticamente en la obra y que la dotan de ese aspecto de realidad que es imposible conseguir de otra manera. Para lograrlo, la cinta fue rodada principalmente en localizaciones de Gran Bretaña y Nueva Zelanda. Las secuencias de efectos especiales se rodaron en los estudios de ILM en San Francisco.

En relación a los efectos especiales decir que ‘Willow’ se conserva bastante bien. No en vano, toda la parafernalia visual corrió a cargo de la ya citada ILM bajo la supervisión de Dennis Muren. Es importante destacar que esta cinta fue la pionera en usar la tecnología de “morfear”. Esta técnica consiste en crear diferentes transformaciones para un mismo personaje (el ejemplo principal son los cambios de Fin Raziel, un tanto “cantosos”, todo sea dicho). Posteriormente sería usada, y perfeccionada, en otras películas. El cenit se alcanzaría en Terminator 2: El juicio final (James Cameron, 1991).

Para la banda sonora de James Horner sólo caben elogios con una composición principal que identifica claramente al film. Su música nos invita a cerrar los ojos y adentrarnos en su mundo de fantasía. Es imposible no escucharla sin emocionarnos y retrotraernos a una época en la que el cine era pura magia. Las notas de Horner “hablan” y nos dicen lo siguiente: “Aquí vais a presenciar una gran historia”.

El reparto de ‘Willow’, junto a la BSO, es lo mejor de toda la propuesta. Aquí hablamos de unos actores y actrices fenomenalmente escogidos cada uno para su rol y todos con sus respectivos momentos. Unos intérpretes que alcanzaron con esta película la cúspide de sus respectivas carreras. Ninguno de ellos, salvo Val Kilmer, volvió a brillar en ninguna otra destacada producción como lo hicieron en esta.

Para empezar nos encontramos con un héroe atípico para esta y para cualquier otra película. Me refiero al protagonista, Willow Ufgood, encarnado por el enano Warwick Davis. Esta fue “su película”. Con ella demostró ser capaz de asumir el rol principal sin necesidad de ocultarse tras disfraces ni prótesis. Davis encarna a un granjero de la raza de los nelwyn (gente pequeña) que sueña con ser un gran mago. La honestidad, valentía y bondad con la que Davis retrata a Willow nos gana desde la primera vez que coge a Elora Danan en sus brazos.

El otro gran protagonista principal de la película es Val Kilmer dando vida a Madmartigan. Probablemente este personaje sea la mejor recreación del famoso actor. Kilmer entrega a ese típico héroe sinvergüenza del que todos caemos enamorados. Un ladrón, un farsante, un truhán,… pero también un valiente, un aventurero y como él mismo dice: “Soy el más grande guerrero de todos los tiempos”.

Las mujeres protagonistas de esta gran aventura quedan perfectamente retratadas gracias a la labor de Jean Marsh y Joanne Whalley. Ambas actuaron en el film como madre e hija. La primera entrega con la reina Bavmorda a una villana sublime. La actriz llena cada plano con sus duros gestos de autoridad, dando lugar a un personaje temible (ojo al clímax en el que su rostro se vuelve maldad pura). Por su parte, una joven Joanne Whalley se metió por completo en el rol de su hija, Sorsha. Whalley retrata a una joven fanática y valiente deseosa de agradar a su madre como su imagen en el campo de batalla. Lo bueno de Whalley/Sorsha es que va evolucionando a lo largo del metraje y al final consigue que también todos, al igual que Madmartigan, caigamos rendidos ante ella.

Otros intérpretes que también destacaron mucho en la película fueron: el gigantesco Pat Roach como el General Kael, el brazo armado de Bavmorda en el campo de batalla. Su máscara y tamaño similar al de un oso lo convierten en un guerrero terrorífico. Gavan O’Herlihy aprovechó sus minutos en el rol de Airk, un antiguo compañero de armas de Madmartigan que destaca por ser el caballero que todo rey quisiera a su lado. Kevin Pollak y Rick Overton representaron el genial aporte cómico con sus divertidos personajes de los duendes Rool y Franjean. Finalmente, la veterana actriz inglesa Patricia Hayes interpretó a Fin Raziel, la poderosa maga blanca que se deja ver en el tramo final como gran adversaria de Bavmorda.

“La magia es la sangre vital del universo” (Fin Raziel)

En conclusión.
Finalizo esta crítica de Willow, una gran y mágica aventura que tiene de todo. El film pone de manifiesto que hasta el más pequeño héroe puede marcar una gran diferencia. Es bastante probable que las nuevas generaciones no sepan apreciar su valor y trascendencia… pero para los que crecimos con ella siempre será una película de culto. Una cinta con la que recordar tiempos pasados y, casi siempre, mejores.

Tráiler de Willow

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