La profecía
Comparte con tus amigos










Enviar

Esta fue la primera entrega de una “trilogía” basada en la encarnación del Anticristo en un ser humano. En su momento no fue considerada una gran película por varios críticos. Sin embargo, y con los años, esta primera parte fue venerada y temida. Pasemos ya mismo a adorar a Damien y descubrir qué nos oculta ‘La profecía’.

“Ese niño no es humano. No puede fallar” (Carl Bugenhagen)

Crítica de La profecía

Si algo hay que reconocer a las películas de terror antiguas, especialmente de la década de los 60, 70 y principios de los 80, es lo excelentemente logradas que están todas ellas. Particularmente las de los 60 y 70. Tomemos como ejemplo La semilla del Diablo (Roman Polanski, 1968),El exorcista (William Friedkin, 1973), oCromosoma 3 (David Cronenberg, 1979). Estas películas, y algunas otras, sentaron cátedra en el género. Y, por ello, en la actualidad siguen causando el mismo impacto que entonces volviendo una y otra vez sobre las mismas.

Y ‘La profecía’ también es una de ellas. La película cuenta con todos los buenos elementos necesarios de los films referenciados. Esto es: una historia interesante y bien lograda, buenas actuaciones y una magnífica banda sonora. Ahora bien, hay que aclarar que no estamos ante un film terrorífico en sentido estricto. El reverenciado director, Richard Donner, intenta que sea la trama en sí y la atmósfera realista los que nos infundan miedo y/o hagan sentir incómodos. Naturalmente tiene sus momentos impactantes, de terror y agobio. Algunos de ellos serían: el suicidio de la niñera, la decapitación por un cristal, el ataque de los mandriles o la temible presencia de los rottweilers. Y estos por citar solo unos pocos…

A estas alturas, nadie puede dudar que ‘La profecía’ es una muy buena película y un gran ejemplo de género. Pero creo que está un poco “sobrevalorada” por la temática y el recuerdo de su banda sonora. Mucha gente la habrá visto en su momento, o hace mucho, y la tiene presente por eso, por su contenido y música. De hecho, hasta pueden recordarla pensando que está al mismo nivel de pavor que, por ejemplo, la citada ‘El exorcista’. Y no es así.

Entrando en el meollo de la trama tenemos a una familia a la que le suceden una serie de tragedias. Además se ven rodeados de “elementos perturbadores”. Pero “nada más”. Y es que, si bien es cierto que Damien es el Anticristo, en realidad se trata de un niño “normal”. Es más, apenas pronunciará algunas palabras y no tiene transformaciones demoníacas ni nada por el estilo. En realidad, Damien no tiene mayor relevancia que ser el eje a través de lo que ocurre todo lo demás. Si queremos es una especie de Macguffin, pero no es Regan MacNeil. Creo que se entiende lo que trato de expresar… Como curiosidad importante respecto a Damien, resaltar que fue rescatado de su destino original por Alan Ladd Jr., presidente de la 20th Century Fox. Ladd le sugirió a Donner que cambiara el final original y esté aceptó encantado.

Los principales elementos perturbadores que antes he mencionado básicamente son dos. El primero sería la señorita Baylock (interpretada por Billie Whitelaw). Y el segundo un perro rottweiler. El público sabe, desde un primer momento, que hay algo macabro en la niñera. Llegando al final se revelarán sus verdaderas intenciones e ideas. Por su parte, al rottweiler lo vemos al comienzo de la historia como el que incita a la niñera original a suicidarse. Por si fuera poco, luego la señorita Baylock lo recoge a manera de “mascota” para Damien.

A estos “elementos perturbadores” habría que sumar las tragedias/accidentes y situaciones fuera de lo normal. Las tragedias me refiero a las muertes que se producen de formas totalmente inexplicables y que dejan tras de sí tremebundas escenas para el recuerdo. En cuanto a las situaciones fuera de lo normal, y/o sobrenaturales, podemos recordar aquella en la que Damien se calienta, tiembla y le da un brutal berrinche cuando está a punto de entrar en una iglesia. O cuando la madre lo lleva al zoo y los animales detectan que hay algo raro en el niño…

El magnífico recuerdo de la música de la película sí que está justificado. La banda sonora eleva el contenido visual a la cumbre. La música fue compuesta por Jerry Goldsmith y es espectacular en cada una de sus piezas y coros. Nos pone la piel de gallina en todo momento. Por supuesto, “Ave Satani” es el tema principal. La primera vez que lo escuchamos es en los créditos y versa sobre un coro en latín elevando al Anticristo. De hecho, el propio Goldsmith lo compuso cogiendo frases y palabras de la Misa y reconvirtiéndolas en un culto a Satanás. Pero también hay otros temas durante el metraje igual de macabros. Esta soberbia banda sonora le supuso a Goldsmith ganar el único Oscar de su carrera. Como curiosidad, fue la única nominación y la única estatuilla que se llevó la película en la gala de 1977.

Respecto a las actuaciones, el protagonista principal es Gregory Peck como Robert Thorn. Tras el incidente de la niñera, un cura viaja desde Italia para confesarle la verdad sobre Damien. Y desde entonces su mundo se viene abajo… Peck lleva muy bien la carga que supone proteger a su familia (particularmente su esposa) y, al mismo tiempo, tratar de investigar lo que se le ha revelado… Lee Remick es Katherine Thorn. Como esposa y madre es la que más tiempo pasa con Damien y la que sufre todo de primera mano. Pese a que Remick cuenta con menos metraje es quien más destaca. Especialmente viendo cómo va siendo aterrorizada por todo lo que rodea a Damien. Este último interpretado por Harvey Spencer Stephens en su primera y única película. Ya he comentado antes que apenas tiene diálogos aunque su presencia es el eje del film.

Por otro lado, y entre los secundarios más relevantes, tenemos a David Warner y Billie Whitelaw. El actor interpreta Jennings, un fotógrafo que empieza a descubrir lo que hay detrás Damien y decide investigar el enigma junto a Robert. Y, por su parte, la actriz encarna a la señorita Baylock. En ella es muy curioso el hecho de que, para muchos, es la más memorable del casting. Otro punto a favor de Whitelaw radica en haber aportado de su propia cosecha parte del carácter siniestro de su personaje. Para terminar es justo citar la aparición no acreditada de Leo McKern como Carl Bugenhagen, un arqueólogo que dará una importante información a Robert Thorn.

Conclusión.
Acabo esta crítica de La profecía, una buena película por méritos propios. No obstante, queda lejos de ser espeluznante al no explotarse del todo sus elementos para haber hecho un macabro producto de terror. Esto último, es algo que se intentó en una malísima y fallida serie que duró una temporada en 2016. Por último, hay que agradecer al film el haber apostado por una trilogía enfocada en la mitología de Damien, el Anticristo.

Tráiler de La profecía

Escucha nuestro podcast