Click
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Adam Sandler protagoniza ‘Click’, notable comedia que resulta mucho más interesante que otras de su filmografía. Esta propuesta destaca no sólo por sus logradas y numerosas escenas cómicas, sino también por un inesperado y sorprendente giro dramático. Una vuelta de tuerca que hará cambiar las sonrisas del espectador por húmedas y tristes lágrimas.

Crítica de Click

Adam Sandler es un actor que realmente nunca me ha llamado la atención. No obstante, lo cierto es que en esta película me dejó gratamente sorprendido. En ‘Click’ demuestra que, además de ser un actor cómico bastante correcto, también es capaz de adaptarse a interpretaciones mucho más serias y dramáticas. Y precisamente esa es la mayor sorpresa del film: un inesperado y radical giro dramático que altera, para bien, todo lo sucedido durante la primera parte del metraje. De esta manera, pasamos de una comedia bastante cachonda y eficaz, a un auténtico drama. Un drama que hará saltar alguna que otra lágrima en más de un espectador.

No olvidemos que un cambio de géneros de ese calibre puede convertirse en un arma de doble filo. Posiblemente ese fue el motivo de la innecesaria duración del film, unos «excesivos» 107 minutos que, en ciertos momentos, pueden hacerse pesados. Y todo debido al empeño por querer abarcar profundamente varios géneros en un mismo argumento. Esto quizás se podría haber llevado a cabo en 90 minutos de metraje. Sin duda, hubiese sido una duración mucho más idónea para una comedia de estas características. No olvidemos que, a pesar de todo, la película es principalmente una comedia.

Eso sí, ignorando el «defecto» de su «excesiva» duración, lo cierto es que el film está muy bien planteado. Nada de lo que veremos resulta confuso y, lo más importante, en el guión no existe ningún tipo de laguna argumental, a pesar de los continuos saltos temporales que acontecen en la historia. Además, su cambio de planteamiento está más que justificado, llegando a resultar creíble el suceso que origina el paso de una situación divertida a una situación extrema y poco optimista. Precisamente es ahí dónde me sorprendió Adam Sandler. Nunca lo había visto interpretando personajes al borde de la desesperación y el trauma. De hecho, nunca lo hubiera imaginado saliéndose fuera de su hábitat natural, la comedia. No obstante, Sandler resulta más que convincente y acertado en su interpretación de Michael Newman, un adicto al trabajo que no tiene tiempo para su mujer e hijos.

En cuanto a las escenas y situaciones cómicas, pues es posible que algunas estén algo repetidas y sean poco originales (ejemplo: el perro tarda demasiado en orinar, y gracias al botón de escena rápida, el animal no sólo consigue hacer sus necesidades a velocidad de vértigo, sino que además se dispone a copular con un pobre peluche… y todo ello en pocas décimas de segundo), pero ello no quiere decir que dichas escenas no resulten divertidas o sean aburridas, todo lo contrario. Muchas de las secuencias donde el protagonista utiliza el mando para distorsionar a la gente que le rodea consiguen ser realmente tronchantes. Presten especial atención a todas aquellas en las que interviene David Hasselhoff. Un Hasselhoff que protagoniza la secuencia más divertida y descacharrante de la cinta.

Y hablando del actor que dio vida al añorado Michael Knight, su participación resulta muy curiosa encarnando a Ammer, el desagradecido jefe de Michael. No olvidemos que, en los últimos tiempos, las apariciones cinematográficas de Hasselhoff son prácticamente nulas (exceptuando algún que otro cameo en varias comedias de éxito). Aquí podemos verlo en un papel secundario e importante, y reitero lo dicho, protagoniza la secuencia más descabellada y divertida… Además, Hasselhoff en ningún momento se toma en serio a sí mismo. Tan es así que llega incluso a bromear con el tema de su adicción a la bebida en la vida real. Sin duda, su presencia es de lo mejor.

Por otro lado, todo lo contrario a David Hasselhoff resulta Christopher Walken como Morty, un vendedor chiflado que entrega el mando a Michael. En el caso de Walken hablamos de un extraordinario actor que no cesa de desperdiciar su talento en producciones poco serias y papeles meramente secundarios, por no hablar de su peinado que resulta ridículo hasta la saciedad. Y lo mismo para Kate Beckinsale, actriz que quizás aceptó participar en esta comedia a cambio de una suculenta suma de dinero, importándole lo más mínimo la calidad artística de la cinta (aunque ésta no fuera mala). Aquí da vida a la esposa de Michael.

Y poco más queda por decir sobre esta entretenida comedia que incluso llega a transmitir un bonito mensaje al espectador: la familia es lo más importante por encima de todo. ¿El final? no llegaré a desvelar si es optimista o, por el contrario, trágico. Pero, sin duda, creo que os gustará.

En resumidas cuentas.
Finalizo esta crítica de Click, una comedia con trasfondo dramático que no dejará indiferente a todo aquel que la visione. Divertida y triste al mismo tiempo. Una cinta con un guión sólido y una historia que hará recapacitar a todos aquellos que coloquen el dinero en el primer lugar de su lista de prioridades.

Tráiler de Click

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