Blitz
El Sargento Brant es un hombre muy duro y violento que se salta continuamente las reglas del Departamento de policía del Sureste de Londres. Cuando un asesino de policías pone en jaque a su distrito se ve obligado a colaborar con el Sargento Nash, un tipo totalmente diferente a él. Juntos deberán hacer lo posible para atrapar cuanto antes al demente criminal. (Cineycine).
Esta película nos ofrece a un Jason Statham en estado puro y duro. Su personaje del Sargento Brant es de los que más me han gustado en la carrera de este durísimo intérprete. Ahora llegó el momento de que Brant de caza a un demente asesino de policías que se hace llamar… ‘Blitz’.
“Si no podemos protegernos… ¿para qué servimos?” (Falls)
Crítica de Blitz
Con ‘Blitz’ nos encontramos con un policíaco que, en cierta manera, bebe de esa obra maestra que es ‘Harry, el sucio’ (Don Siegel, 1971). Ambas películas comparten muchos elementos comunes. Algunos ejemplos: ese policía que se salta las normas, un compañero que es todo lo contrario a él y un demente asesino que también usa a la prensa para sus fines. No obstante, es claro que ‘Blitz’ no llega a los niveles del film protagonizado por Clint Eastwood. Además, no deja de ser un medio para el lucimiento de Jason Statham. Eso sí, es un buen y disfrutable medio si eres fan del fostiador inglés, aquí apodado como “El brazo equivocado de la ley”, en un guiño clarísimo a ‘Cobra, el brazo fuerte de la ley’ (George Pan Cosmatos, 1986).
La trama de la película, o el interés de la misma por conocer la identidad del asesino, queda pronto resuelta. Justo ahí, el film se centra rápidamente en ir planteando otras preguntas tales como: ¿Por qué lo hace? ¿Cuándo lo atraparán Brant y Nash? ¿Cómo ejecutará su próximo asesinato?…
Las preguntas anteriores se irán resolviendo a lo largo de un metraje de 97 minutos en los que Statham se dedicará a ir poniendo firme a todo aquel que se cruce en su camino o le mire mal. Ahora bien, a estos 97 minutos les sobra clarísimamente la parte protagonizada por la agente Falls. Estamos ante una subtrama que aporta poco o nada. Además rompe el ritmo de la narración principal. Si se hubiera eliminado este «capítulo» no me cabe la menor duda de que la nota del film habría sido mejor.
Por otro lado, un buen y curioso contraste que nos ofrece esta película es ver al macho alfa de Jason Statham hacer pareja con un compañero gay al que da vida Paddy Considine. Esto dará lugar a algún que otro divertido diálogo. No obstante, el respeto entre ambos personajes será máximo y cerrado con esta frase de Statham: “Me importa una mierda lo que haga la gente mientras se lo guarde para sí”.
Hay que hacer notar también el trabajo de Ilan Eshkeri en la banda sonora. El compositor entrega una música cañera (atención a los créditos iniciales) que retrata perfectamente el carácter del sargento. No obstante, llegado el momento, sabe adaptarse y mostrar cierta expectación e intriga. Es una muy correcta BSO para el tipo de film que tenemos entre manos.
Respecto al reparto hay que decir bien alto que los que somos fans de Jason Statham vamos a disfrutar como colosos. El intérprete inglés da vida al Sargento Brant, un tipo durísimo que se pasa toda la película poniendo firme al personal y escupiendo buenísimas sentencias. ¡Atención al momento en que un camarero le pretende cobrar una copa! Ya la presentación de su personaje, moliendo a palos a unos facinerosos que pretendían robarle el Mercedes, es toda una declaración de intenciones de lo que nos va a ofrecer este poli de métodos rudos y violentos. En definitiva, un personaje que le va como anillo al dedo a Statham.
La réplica a Brant se la da el Sargento Nash muy bien interpretado por Paddy Considine. Al ser Nash un personaje gay se podría haber caído (y más en una cinta como esta y teniendo a quién tiene como compañero) en el error de ridiculizarlo. Nada más lejos de la realidad. Nash también es un personaje muy serio. Además, ha forjado una dura personalidad como consecuencia de las bromas homófobas que ha tenido que sufrir a lo largo de su vida en un entorno tan supuestamente masculino como es el de los agentes de la Ley y el orden. Me gustó mucho este personaje por su seriedad y por la buena pareja que hace con Statham.
Otros intérpretes destacados son Aidan Gillen, Zawe Ashton, Luke Evans y Ned Dennehy. Aidan Gillen interpreta de forma más que correcta (quizás podríamos haberle pedido un físico más contundente) al perturbado asesino que se hace llamar “Blitz”. Un demente que se dedica a hacer correr la sangre de los policías de Londres por un hecho del pasado que no conviene revelar.
Por su parte, Zawe Ashton interpreta a la agente Falls y un muy desaprovechado Luke Evans a su interés romántico, el inspector Stokes. Esta relación resulta sumamente artificial. Retomando lo expuesto en párrafos anteriores, esta subtrama la veo totalmente innecesaria. Tan sólo sirve para encajar pocas piezas y dotar de un lado humano al personaje de Statham. Finalmente nos queda Ned Dennehy en una buenísima caracterización. Da vida a un pobre diablo que se dedica a darle chivatazos al Sargento Brat.
“Un consejo chicas… si os metéis en la pelea equivocada… escoged el arma correcta” (Brant)
En conclusión.
Termino esta crítica de Blitz, un buen y entretenido policíaco que tiene su punto fuerte en su reparto. Especialmente destacada es la figura de Jason Statham en un papel de gran lucimiento. Su sargento Brant es uno de los personajes más contundentes que ha interpretado hasta ahora en su carrera cinematográfica.
Tráiler de Blitz
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Flipada reseña made in Latura.
Coincido en todo. Peli llena de firmezas. Grande Statham. Y el tal Gillen este en un papel de los que ponen nervioso.