Arma letal 2
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Tras ‘Arma letal‘ (1987), la secuela vio la luz tan sólo dos años después. Y lo hizo con el dúo Gibson/Glover volviendo a hacer de las suyas en esta nueva entrega. Una entrega más directa, con más acción, más explosiones y, sobre todo, más diversión. Esas características son su carta de presentación. El siempre efectivo Richard Donner repetiría tras las cámaras en ‘Arma letal 2’.

«Vamos Roger, hemos vuelto. Somos malos, tú eres negro y yo estoy loco»  (Martin Riggs)

Crítica de Arma letal 2

Desde que era muy pequeño no veía esta saga de nuevo. Esto hace que, en ocasiones, tengamos prefijadas unas opiniones y estas con el paso de los años cambian muy radicalmente. Principalmente porque al ser pequeños todo nos impresiona de manera diferente y lo que antaño nos parecía algo único, a día de hoy nos puede parecer algo muy deficiente. Por suerte, eso no acontece siempre y la saga ‘Arma letal’ tiene el honor de haber envejecido bastante bien. 

Estamos ante una franquicia que es un verdadero espectáculo de acción y explosiones. Sinceramente, no recuerdo un entretenimiento del mismo género en las películas actuales. Es cierto que actualmente se hace otro tipo de cine y casi nadie filma ya películas de dos policías contra el mundo y sus peripecias. Y cuando se hace no resulta como antaño, esto es: todo artesanal. Esto y muchas más cosas son las que hacen única a esta saga y también a muchos films de los 80/90.

En lo personal, Arma letal’ no terminó de atraparme, pese a que está considerada como la mejor de la serie. Para gustos los colores y yo me divertí mucho más con esta segunda entrega. Quizás sea que Riggs y Murtaugh ya se conocen y pueden centrar todo su tiempo en ofrecer acción a raudales, en vez de pasar media película con sus presentaciones. En esta secuela todo es más conciso y directo. Prueba de ello es la primera escena de la película: una persecución de casi 15 minutos que haría palidecer a cualquier persecución filmada hoy en día. Tiros, explosiones, derrapes, coches por los aires y un desatado Mel Gibson haciendo locuras tras el malo. Esto es un breve adelanto de lo que nos espera en la cinta.

Nuevamente, Mel Gibson y Danny Glover vuelven a estar soberbios como dueto policial. Ambos comparten con mucho humor sus actividades policiales teniendo que arriesgar sus vidas a cada segundo. La pareja conectó muy bien en el anterior film y como consecuencia con el público. Prueba de ello es que estuvieron cuatro películas dando guerra.

La dirección vuelve a correr a cargo de Richard Donner, que acabaría al frente de la saga al completo. Donner demuestra saber hacer evolucionar la serie y los personajes profundizando mucho más en las inquietudes de estos y en cómo un policía asustado es más útil para los malosos que un policía muerto. Eso se traduce en las continuas amenazas hacia la familia de Murtaugh y saliéndose del tema de un simple enemigo al que detener y siendo algo personal. Como diría Riggs: “No soy policía esta noche, Roger, es algo personal”.

Donner partía con la ventaja de la destacada recaudación de la primera parte. Así las cosas, la Warner le ofreció lo que él pedía: total control del proyecto. Es por ello que rechazó los dos primeros guiones hasta dar con el que quería. Además, pudo introducir novedades a su antojo.

Y hablando de novedades, un nuevo personaje hace acto de presencia aquí. Un tipo que gustaría tanto que, a partir de esta segunda parte, sería un fijo en las posteriores entregas. Me refiero a Joe Pesci interpretando a Leo Getz (se pronuncia Lio, y con toda la razón del mundo). Un personaje que, desde el primer encontronazo con los protagonistas, se destaparía como el graciosete de la franquicia. El personaje que se hace ganar el cariño del público. El coprotagonista que cuenta constantemente chistes malos aportando las dosis de humor necesarias. Joe Pesci está soberbio y sería el tercero en discordia de aquí en adelante. También hay que citar la participación en esta segunda parte de Patsy Kensit. La actriz y cantante del grupo ‘Eighth Wonder’ interpreta el papel de Rika van den Haas, la chica por la que Riggs se interesa.

Conclusiones.
Finalizo esta crítica de Arma letal 2, una muy buena continuación de un clásico y, para mi gusto, superior a la original. Una secuela con acción sin apenas descanso. Cine cien por cien artesanal, a la vieja usanza, y con un Mel Gibson en un papel tremendo, de esos que primero dispara y luego pregunta. Donner nos vuelve a demostrar que segundas partes no tienen porque ser malas si se saben hacer bien las cosas. Si por cualquier razón aun no la has visto… sería un grave error continuar sin hacerlo.

Tráiler de Arma letal 2

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