era una fria y lluviosa noche. habiamos ido mi novia y yo al cine a ver el ultimo estreno cuando de repente en los que enteoria deberia de ser nuestros asientos habia un grupo de niñatos pegando boces y comiendo como cerdos.
respetuosamente les dije k esos erna mis asientos, enseñandoles la entrada, a lo que ellos respondieron con su asquerosa voz: pero que dicesss, tio. que te acuestes. k este mi sitio. pierden. jajaja
entonces, o tube mas remedio que llamar al:
de entre la bruma de la sala surgio aquel que manda respeto. armado con una pistola de clavos y mirada imperturbable, cogio a los chavales por el cuello, los tiro hacia otros asientos libres y una lluvia de clavos volaron de su acerada pistola clavandoles a la butaca junto a un mar de sangre
SUS ASIENTOS, SEÑORES. FILA 8, BUTACAS DOLOR Y SUFRIMIENTO