El Inmortal Hulk: Número 7
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El camino recorrido por este nuevo gigante esmeralda llega a uno de sus puntos culminantes. En este tremendo número se nos revelará claramente su identidad. Lo que pase luego ya se verá… De momento, Al Ewing y Joe Bennett nos llevan de visita turística por “el mundo-sótano de pesadilla bajo el suelo de todo”.

“¿Qué es el Infierno?”

Comentario de El Inmortal Hulk: Número 7.

Estamos en el Infierno, al menos eso es lo que nos hacen sentir en estos números Al Ewing y Joe Bennett. Comencemos con el guionista. Al Ewing emplea todo el número 11 USA en filosofar y adentrarse en lo que puede ser el Infierno. Sus monólogos nos acercarán al “concepto/idea” de Dios y del Diablo. Además, tendremos referencias para la Cábala, Shakespeare,… No obstante, también habrá tiempo para Hulk y el resto de personajes que le acompañan en esta infernal visita. Una visita al “mundo-sótano de pesadilla bajo el suelo de todo”, en palabras de Brian Banner. Según el guionista bien podemos encontrarnos en Qliphoth, el lado opuesto y sombrío al Árbol de la Vida en la Cábala. Bueno, en cualquier caso estamos en el Infierno.

Una buena parte de este infernal recorrido la haremos en compañía de Hulk y McGee. Esto es aprovechado por Ewing para repasar, brevemente, parte del pasado de Hulk (sus exilios en “La encrucijada” y en Saakar) y para ahondar en el concepto de ira. Además, no faltará la pulla ya tan habitual en nuestros tiempos “al malvado hombre blanco”. Esto último ya realmente hastía que estén continuamente empleándolo como recurso denigrante ¡Como si estuviera prohibido decir lo mismo de otras razas!

Por otro lado, encontraremos también a la pareja formada por el Hombre Absorbente y Puck. Especial importancia tendrá mi querido Puck recordando su pasado y advirtiendo a Creel sobre su importancia. ¡Ah! Y claro, estando dónde estamos, habrá ciertas apariciones putrefactas de personajes conocidos de la colección…

Pasando al número 12 USA nos encontramos con que Ewing vuelve, una vez más, sobre la figura de Brian Banner. Pero ¡ojo! esta es una vuelta bastante interesante y centrada en su pasado. Tan es así que, de alguna manera, podremos llegar a “comprender” los motivos de su locura y odio contra su hijo. Motivos que le llevaron a destruir toda su familia y a caer en las garras de un profundo ser infernal. Por fin sabremos quién está detrás de él, los motivos de su regreso y a quién tiene prisionero…

Del mismo modo, también será revelada la identidad de este nuevo Hulk que se ha hecho con la cabecera desde el número 1. Como bien recuerda McGee, Bruce Banner siempre ha tenido lo que se conoce como un “Desorden disociativo de identidad”. Y ella misma reclama hablar con la entidad que ha tenido todo este tiempo el control: Hulk Demoníaco. Así es calificado y descubierto. ¿Qué hará ahora? Lo sabremos en el próximo número…

Respecto a los dibujos de Joe Bennett hay que decir que nos trasladan, literalmente, al Infierno. Al menos al Infierno como mucha gente lo podemos imaginar. Esto es: un lugar derruido y habitado por “cáscaras” que alguna vez fueron humanos. Ojo al empleo de los tonos y colores rojizos buscando claramente conseguir la atmósfera del Infierno tal y como se nos ha “obligado” a identificarlo. También destacan las páginas en blanco y negro y tonos grises dedicadas a plasmar en imágenes los monólogos de Ewing sobre los conceptos divinos e infernales. Sin duda, buen trabajo de Joe Bennett pero también de Ruy José (tinta) y Paul Mounts (color).

Finalmente, respecto al arte un último apunte. Algunas de las páginas del número 12 USA (los flashbacks al pasado de Brian Banner) están dibujadas por Eric Nguyen. Decir que su estilo, basado en líneas definidas y simples, no me ha desagradado. Eso sí, creo que le falta ser más detallista con los entornos y/o fondos.

Conclusión.
Acabo este comentario de El Inmortal Hulk: Número 7, un número que conviene leer cuidadosamente y con tiempo. Es tal el suministro de información y referencias que se dan que no conviene apartar la vista de la lectura. Los más clásicos como yo quizás echemos de menos la “sencillez” de los viejos y míticos tiempos. No obstante, justo es decir que Al Ewing está firmando una etapa para el recuerdo.

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