Yo soy la justicia 2
Paul Kersey por fin ha podido dejar atrás su vida secreta como justiciero. Ahora vive de nuevo en Los Angeles con su nueva novia, Karem, y dedicado a su profesión de arquitecto. Sin embargo, cuando la hija de Karem muera por una sobredosis de droga, Kersey se verá obligado a retomar su papel de vigilante, pero esta vez no estará solo. En esta ocasión Nathan White, un rico mecenas con ganas de venganza, subvencionará a Kersey para que acabe con las bandas de Ed Zacharias y los hermanos Romero, a los que culpa de la muerte de su familia. Ha llegado la hora de acabar con el negocio de las drogas en California y Paul Kersey no se detendrá ante nada ni ante nadie. (Cineycine).
Nueva entrega de las aventuras de Paul Kersey (la cuarta, por mucho que en España figure con el título arriba referenciado). Ahora nuestro vigilante favorito se dedicará a acabar con el negocio de las drogas en California. Cuando el amigo Charles Bronson visita tu negocio ilegal es mejor poner el cartel de “Se traspasa” porque como bien dice Paul Kersey… ‘Yo soy la justicia 2’.
-“¿Quién coño es usted?”.-Violador anónimo.
-“Yo… soy la muerte”.-Paul Kersey.
Crítica de Yo soy la justicia 2
Antes que nada, y tal y como ya he expuesto en la introducción de esta crítica de Yo soy la justicia 2, hay que aclarar que, por mucho que este film se titulara en España de esta manera, lo cierto es que estamos ante la cuarta parte de las aventuras del justiciero Paul Kersey. Hagamos memoria: ‘El justiciero de la ciudad’ (Death Wish, 1974), ‘Yo soy la justicia’ (Death Wish 2, 1982) y ‘El justiciero la noche’ (Death Wish 3, 1985). Ya ven, estas son las calamidades que ocurren cuando «los iluminados» de turno deciden retitular películas al gusto.
Al frente de esta nueva entrega de la franquicia «Death Wish» se puso el director J. Lee. Thompson, cogiendo el testigo dejado por Michael Winner después de la “apoteósica” tercera parte. Thompson fue también un director habitual de Bronson al que dirigió en varias películas como: ‘El desafío del búfalo blanco’ (1977), ‘Justicia salvaje’ (1984) o ‘Kinjite: Prohibido en occidente’ (1989); siendo «Kinjite» su retirada tras las cámaras.
‘Yo soy la justicia 2’ empieza con una denuncia sobre los peligros de las drogas y su consumo (ver la escena en la que Karen le pide a un médico que le muestre los cadáveres de jóvenes muertos por drogas), pero acaba (¡cómo no podía ser de otra forma!) con una ensalada de tiros de esas que tanto nos gustan a los fans de Bronson y de Kersey en particular. Mención especial merecen: la encerrona en el campo de petróleo o la matanza final para la que Kersey selecciona un arma de esas como las que llevaba el personaje de Dutch en ‘Depredador’ (John McTiernan, 1987).
Además, a lo largo del film podremos ver como Kersey va adquiriendo nuevas «habilidades». En esta ocasión, lo veremos infiltrarse en las bandas locales disfrazado de camarero, pescador… todo al más puro estilo “Mortadelo”. Por si esto fuera poco, también tiene tiempo para pinchar teléfonos como si fuera la propia CIA o la extinta KGB.
La película resulta entretenida, especialmente en su parte final, que es cuando vendrán las mejores masacres incluyendo el vs con el “final boss” correspondiente. Algo que era muy típico en las películas de acción de los 80. Ahora bien, a pesar de sus escabechinas, no podemos comparar esta entrega con ‘Death Wish 3’ porque, en ese aspecto, aquella era una auténtica pasada. Esta nueva secuela no es tan salvaje ni por momentos “cachonda” como era aquel mítico título que guardo con gran respeto y admiración en mi particular colección.
En el terreno interpretativo destaca, una vez más, el protagonismo de Charles Bronson como Paul Kersey. Bronson se dedica a petrificar a los malos con su durísima mirada y a finiquitarlos con sus múltiples armas (atención a su pesadilla que da comienzo al film… toda una declaración de intenciones del personaje). También cabe mencionar a la televisiva actriz californiana Kay Lenzel como Karen, el correspondiente y nuevo interés amoroso de Kersey que en cada entrega presentaba una nueva novia… Finalmente, destacar también el papel de John P. Ryan como Nathan White, el “mecenas subvencionador” de Kersey que aporta al film un cierto aire de elegancia con desatada sorpresa final. Los demás actores se limitan a cumplir con sus respectivos papeles, sabiendo que más pronto que tarde la muerte les vendrá a visitar… incluído el hoy muy popular Danny Trejo, en una de sus primeras películas y haciendo como esbirro malencarado que tendrá una comida de difícil digestión…
En conclusión.
Este es un film inferior a “Death Wish 3” pero que entretiene y nos muestra unas buenas matanzas finales. Imprescindible para los seguidores de Paul Kersey pues con esta entrega tenemos nuevas aventuras y nuevas habilidades de este mítico arquitecto metido a vigilante. Prescindible para el resto.
Tráiler de Yo soy la justicia 2
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