Tierra de nadie
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“Es un lio tan gordo que implica gente de aquí a Nueva Orleans. Pastillas, clínicas, chicas y dinero. Un puto imperio. Son de la mafia. El estado no quiere el caso, dicen que es de la DEA”. Nicholas Maggio nos presenta una historia de crimen y familia en ‘Tierra de nadie’.

“Este no es vuestro puto mundo, pero vais a morir en el” (RIP)

Crítica de Tierra de nadie

Aunque es lo menos común, dentro del mercado de fondo de catálogo de las plataformas de streaming, o del mercado del video por demanda, en ocasiones, relucen films que perfectamente podrían haber pasado por cines. O haber logrado, como mínimo, más notoriedad. Ya sea esto por su temática de plena actualidad, por su bien llevada utilización de medios, o por la calidad incipiente de su director/guionista. Hablamos de películas que se salen del molde entregando un producto que puede defenderse por sí mismo. Y, justamente, ‘Tierra de nadie’ (Mob Land) es una de esas cintas que merecen la pena.

La película se rodó solamente durante once días en escenarios reales de Georgia. Su distribución internacional corrió a cargo de Saban Films, contando con un estreno en EEUU el 4 de agosto de 2023 en cines limitados y luego en plataformas. A España llegó por primera vez en abierto para RTVE el 12 de abril de 2024.

El film se presenta escrito y dirigido por Nicholas Maggio en su prometedor debut para la pantalla. Maggio se apoya en un guión que bebe claramente de ejemplares thrillers sureños al estilo de Comancheria (David Mackenzie, 2016) o de la olvidada Cruce de caminos (Derek Cianfrance, 2012). Pero, a pesar de sus ecos, ‘Tierra de nadie’ también traza su propia personalidad. El trasfondo de personajes desesperanzados, incapaces de salir a flote en la sociedad en la que viven está ahí. Sin embargo, el film es lo suficientemente valiente como para seguir su propio camino… Antes de ahondar un poco en su temática, citar la ejemplar fotografía opresiva y de lugares destartalados de Nick Matthew. Su trabajo intenta que entremos de lleno en la mente del protagonista, Shelby. Y para acompañar esta labor tenemos la música, tanto original como elección de canciones, a cargo de David Gerald Steinberg.

La historia del film es la de los personajes que la pueblan. Una historia de gente real como problemas comunes. Problemas como la presión de la sociedad para hacer lo que debes y/o esperan de ti, la dificultad para sacar adelante una familia en entornos complicados, o la convivencia del ser humano con la enfermedad… Todos esos palos toca, en diferentes momentos, ‘Tierra de nadie’. Ya sea agarrándose a ellos como su leit-motiv o apoyándose para alimentar la trama. Por consiguiente, uno de los puntos fuertes del libreto de Maggio, en colaboración con Rob Healy, es la facilidad para empatizar con los citados problemas de las personas a las que retrata. Personas con la que uno puede verse más o menos reflejado. Y, además, se añade un trasfondo que señala claramente con el dedo al mercado de las farmacéuticas.

Es bastante claro el eco del caso Dopesick sobre las pastillas OxyContin. Unas píldoras que tanta polémica y adicción generaron a finales de los 90 y hasta mediados del 2000. Maggio adapta parte de esa subtrama con la farmacia de pastillas, pero vuelca todo ese material al lado del thriller criminal sureño. Y, para ello, da entrada a un personaje claramente ganador que eleva el film de manera clara. Me refiero a un excelente Stephen Dorff, un actor más que licenciado en personajes de villano y/o antihéroe.

De entrada, puede parecer que el reparto está plagado de acabados. Pero, ojo, aunque sean actores que ya no viven años de esplendor, aquí entregan un trabajo más que reseñable. Empezando por John Travolta (Sheriff Bodie). Sin duda, el más conocido del elenco. Travolta sirve de reclamo en las portadas y en su actuación se balancea entre un histrionismo que no viene a cuento para hacerse el simpático… y la pose de duro agente de ley con sombrero y botas de cowboy. No es una mala labor en conjunto, ni mucho menos. Lo que sí llama la atención es el tremendo aplomo con el que va tomándose los actos delictivos que se desatan en su pueblo. En cualquier caso, su personaje va creciendo conforme pasan los minutos y va descubriendo el pastel.

Shiloh Fernández (Shelby) es el auténtico eje del film. Los actos que desencadena, y por qué los comete, es lo que hace avanzar la trama al estilo “olla a presión”. Buena interpretación la suya plena de angustia y, llegado el momento, de rabia por lo que se la viniendo encima… Ashley Benson (Caroline) es su mujer. Una joven lo suficientemente fuerte como para hacer que Shelby nunca se rinda. Ella, y su hija, es su mayor apoyo. Pero, por motivos argumentales, a mitad de metraje se las manda de vacaciones a Tupelo. Con lo cual su labor queda a mitad. También está Kevin Dillon como Trey, el liante número uno de todo el asunto. Un tipo al que se le ve venir de lejos, pero como es parte de la familia uno lo acepta en su círculo. Dillon no esconde para nada su interpretación.

Párrafo al margen para el mejor de todo el elenco: Stephen Dorff como Clayton. El suyo es un rol de solucionador de problemas que trabaja desde la distancia para la mafia. Dorff recrea este personaje apoyado totalmente en su pose de Steve McQueen (tal y como bien le recuerda otro personaje en un duro cara a cara). En su caso, Dorff lleva ya tiempo alejado de la primera línea. Pero, a pesar de ello, siempre encuentra personajes con los que destacar dentro de las numerosas apariciones en films de medio-bajo calado. Y aquí a fe que lo hace, robando cada escena por completo desde que aparece en el film y siendo claramente el personaje mejor dibujado de todo el guión. Finalmente, Robert Miano (Ellis) entrega su architípica aportación de mafioso que exige soluciones rápidas… sin importar las consecuencias.

“Más de 100,000 dólares. Eso puede cambiarte la vida o jodértela” (Sheriff Bodie)

En resumidas cuentas.
Acabo esta crítica de Tierra de nadie, una más que estimable visión rural y criminal de una parte de la sociedad de clase medio-baja que se agarra a cualquier esperanza, por mínima que sea, con tal de poder conseguir la oportunidad de mejorar su vida. Eso sí, como en todo vehículo de este género, las decisiones que toman marcarán para siempre su existencia y la de los que los rodean. Merece como mínimo un visionado.

Tráiler de Tierra de nadie

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