Scary Movie 5
Los felizmente casados Dan y Jody empiezan a observar algunos fenómenos extraños en su casa tras volver del hospital con su bebé, Aiden. Pero cuando el caos se apodera del trabajo de Jody como bailarina de ballet y de la carrera de Dan como investigador de monos, la pareja descubre que está siendo acosada por una presencia demoníaca. Juntos, con la ayuda de expertos cualificados y de numerosas cámaras, intentarán deshacerse del maléfico ser antes de que sea demasiado tarde.
Siete años después de la última entrega se estrenó ‘Scary Movie 5’, nueva secuela paródica del cine de terror. En esta ocasión cintas como ‘Mamá’, ‘Posesión Infernal’, ‘Orígen’ o ‘Cisne Negro’ fueron el blanco. Aburrimiento y humor absurdo a partes iguales para una película que debería de significar la conclusión de una saga decadente.
Crítica de Scary Movie 5
Y llegó el momento. Llegó el momento de visionar, sufrir y analizar la quinta entrega de una de las franquicias más longevas (y peores) del cine moderno. Por supuesto hablamos de ‘Scary Movie 5’, cuarta secuela de la saga creada por los añorados hermanos Wayans, ‘Scary Movie’ y ‘Scary Movie 2’.
Tras las cámaras, el semidesconocido Malcolm D. Lee recogió el testigo del otrora visionario David Zucker, quien ya se encargó de escribir y dirigir las soporíferas ‘Scary Movie 3’ y ‘Scary Movie 4’. Posiblemente, Zucker decidió quedar fuera de la dirección como consecuencia de su humor claramente desfasado y, en nuestros días, ridículo. Hablamos de un director anclado en el pasado que no ha sido capaz de evolucionar. Actualmente su humor actualmente aburre hasta a las ovejas. Tal y como ya demostró en las dos anteriores entregas.
Pues bien, el problema no ha sido resuelto con D. Lee. Es más, la saga ha bajado otro escalón en lo que a calidad y originalidad se refiere, algo que lleva pasando desde la tercera parte. Y esto es un hecho incuestionable aunque me duela afirmarlo, porque la franquicia tenía mimbres suficientes como para ofrecer productos mucho más inteligentes. Así se demostró en la primera película y, en menor medida, en la segunda. Me pregunto qué habría sido de la saga si directores como Todd Phillips o Barry Sonnenfeld se hubieran hecho cargo de ella tras el abandono de los hermanos Wayans.
Al igual que me sucedió con las dos secuelas inmediatamente anteriores, experimento sentimientos encontrados. Por una parte, ‘Scary Movie 5’ me parece una aberración indigna de merecer hora y media de nuestras vidas. Por otra parte, este tipo de películas no engañan a nadie. Son cintas sinceras y no pretenden ofrecer más de lo que anuncian. En consecuencia, nadie debería de sentirse defraudado por elevar sus expectativas. Unas expectativas que deberían de ser nulas tras dos o tres entregas ofreciéndonos más de lo mismo. En cierto modo, que una cinta sea fiel a sí misma (por muy mala o nefasta que resulte) y no trate de engañar al espectador (ni peque de pretenciosa) ya merece un cierto respeto.
En cualquier caso, esto no es cine por mucho que les pese a sus fans. De hecho, me cuesta entender como una saga de estas características ha llegado a convertirse en «cultura popular». No entiendo cómo es posible que estas películas hagan dinero en taquilla. Francamente, la exigencia cultural del nuevo público deja bastante que desear. No olvidemos que el cine es arte y cultura. Por lo tanto, se le debe de pedir un mínimo de creatividad, originalidad y calidad. Todo esto brilla por su ausencia en esta saga, a excepción de la innovadora primera entrega y su divertida secuela. Y no me vale eso de «las parodias no son precisamente cine de arte y ensayo, ni tienen porque serlo». Estamos de acuerdo, pero una comedia por el simple hecho de serlo no debe de ser privada de un cierto nivel cinematográfico, por mínimo que sea.
La cinta no me ha decepcionado porque no esperada más de ella. Dado que soy plenamente consciente de lo que me iba a encontrar no le voy a pedir peras al olmo. De hecho, reconozco que el film funciona en ciertos momentos, a pesar de su tremebundo argumento y sus infantiles sketchs. Algunos resultan divertidos, en mayor o en menor medida, especialmente la secuencia inicial con Charlie Sheen y Lindsay Lohan. También destaca algún momento paródico de ‘Posesión Infernal’, o la atrevida metáfora sobre el lesbianismo que protagonizan Ashley Tisdale y Erica Ash. Pero en general la trama paranormal (‘Mamá’ o ‘Paranormal Activity’) resulta tan cargante como mal explotada en su contexto humorístico. Aquí presenta unas situaciones sumamente reiterativas y tan aburridas que ya no sorprenden a nadie.
Por otra parte, la saga por momentos ha perdido el norte. En lugar de ceñirse a homenajear el cine de terror, ahora también se recurre a parodias de otros films de éxito alejados del género. Es el caso de ‘Origen’ o incluso ‘Cisne Negro’. ¿Quizás debido a la falta de ideas propiciada por el estiramiento de un chicle que no da más de sí?
En resumidas cuentas.
Concluyendo esta crítica de Scary Movie 5. Estamos ante otra secuela sólo apta para mentes poco exigentes y conformistas. También para fans acérrimos de la franquicia y para espectadores con un sentido del humor pueril. Una cinta de usar y tirar que utiliza en su reparto algunos nombres conocidos para intentar llamar la atención sin resultado. Un producto totalmente olvidable que no hace sino alargar una saga que debió de haber sido finiquitada hace ya años.
Tráiler de Scary Movie 5
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