Reservoir Dogs
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Quentin Tarantino es actualmente un director mítico y referencial. Pero en 1992 no era así. Ese año firmó su primera gran película y una de sus obras de culto. Un film con referencias a otras películas y con un reparto de actores semidesconocidos que, gracias esta cinta, alcanzaron cierta repercusión. El estilo transgresor de Tarantino en sus diálogos puestos al servicio de una historia que cumple al pie de la letra el famoso dicho: “no existe el honor entre ladrones”. En su ¡30º aniversario! nos introducimos en los entresijos del robo fallido narrado en ‘Reservoir Dogs’.

“Escucha, no voy a andarme con rodeos, ¿vale? Me importa una mierda lo que sepas o lo que no sepas, porque voy a torturarte de todas formas… no para conseguir información, sino porque me divierte torturar a un policía. Puedes decir todo lo que quieras. He escuchado todo y puedes rezar todo lo que quieras por una muerte rápida… porque no vas a conseguirla” (Sr. Rubio)

Crítica de Reservoir Dogs

Si hay un film en el que Quentin Tarantino demostró su pasión por el cine no fue Pulp Fiction (1994), sino la cinta que hoy nos ocupa: ‘Reservoir Dogs’. En su debut “oficial” detrás de las cámaras (en 1987 había filmado esa prueba titulada ‘El cumpleaños de mi mejor amigo’) nos ofreció un relato de puro cine independiente. Y lo hizo con un presupuesto pírrico de 1,2 millones de $ conseguidos, en gran parte, gracias a Harvey Keitel. Con este film, Tarantino sentó las bases de un estilo propio que, aunque “robado” de innumerables directores, lo identifica claramente. El director y guionista se convertiría en un icono reafirmado por el resto de su filmografía contando con detractores y fanáticos a partes iguales.

Creo firmemente que ‘Reservoir Dogs’ es una obra de carácter pura y dura. Un film que, como ya he indicado, sentaría las bases y trademarks del estilo de “el chico del videoclub”. Particularmente, y en el caso de esta ópera prima, aprecio en sus situaciones varias sensaciones: naturalismo, improvisación y frescura. Viéndola ahora, observo que los films que hizo a posteriori resultan más un “capricho personal” que otra cosa… especialmente Los odiosos ocho (2015), que comparte ciertos elementos comunes con este debut. Eso sí, ‘Reservoir Dogs’ tiene una atmósfera claustrofóbica más condensada y cierto desconocimiento de los personajes para no destapar las sorpresas que vendrían casi cerca del clímax.

El camino que llevó a Tarantino a rodar ‘Reservoir Dogs’ es de “ensueño”. Originalmente, el film iba a ser cosa de amigos con un presupuesto de 30.000 dólares, rodado en B&N en Los Angeles y con Lawrence Bender ejerciendo de productor. Bender entregó el guion de Tarantino a su profesor de actuación y la mujer de este se lo llevó a Harvey Keitel. Al actor le entusiasmó tanto que no solo quiso ser parte del reparto, sino también co-productor junto a Tarantino y Bender. Así fue como el presupuesto subió de los 30.000 dólares iniciales a 1,2 millones. Keitel también ayudó a buscar al resto del reparto. Tim Roth, Steve Buscemi y Michael Madsen llegarían primero. Posteriormente se añadirían Chris Penn, Lawrence Tierney y el resto. La película se rodaría en una morgue abandonada que serviría como almacén para el desarrollo de casi toda la trama.

En ‘Reservoir Dogs’ el propio Tarantino reconoció influencias del western y de otras cintas como ‘Atraco perfecto’ (Stanley Kubrick, 1956). Tan es así que incluso se llegó a acusar a Tarantino de plagiar el film de Kubrick. Esto último llegaría a ser aclarado por el cineasta, reconociendo que bebía del largometraje de Kubrick, pero que no lo copiaba… Resulta muy claro el énfasis de Tarantino en escribir unos diálogos más afilados. Para muestra, la primera secuencia con el propio director ejerciendo de voz cantante interpretando al malogrado “Señor Marrón”. Una secuencia compartida con el resto del casting, y cargada de improperios y palabrotas. Una conversación de casi cinco minutos donde se nos muestra claramente el amor de Tarantino por los diálogos excesivos y cargados de referencias.

Obviamente no podemos olvidar el esquema narrativo de Tarantino intercalando pasado y presente. De hecho, la película no comienza con el atraco, sino con los sucesos anteriores y posteriores. Además va alternando las presentaciones, a modo de capítulos, de algunos de los personajes más importantes de la trama: ‘Señor Blanco’, ‘Señor Rosa’, ‘Señor Rubio’ y, por último, siendo el más largo y revelador el capítulo dedicado al ‘Señor Naranja’. De un modo u otro, el esquema de este film se extendería al resto de la carrera de Tarantino convirtiéndose en su sello personal.

Otro de los elementos a destacar es el repertorio de canciones no originales. Temas elegidos personalmente por el propio director, actor y guionista. ‘Reservoir Dogs’ es un film cargado de canciones no originales de los años 70. Algunas de ellas nos son presentadas por una emisora de radio como el “Stuck in the Middle with You” de Stealers Wheel. Y otras como “Hooked on a Feelin”, “Little Green Bag” y “Harvest Moon” suenan en todo momento dentro del film y aplicadas en su propia narrativa. También como apunte curioso, la película tuvo una adaptación bastante fiel en el mundo de los videojuegos en el año 2006, salvo a los personajes, si exceptuamos a Michael Madsen. Este último accedió a volver a recitar los diálogos y poner cara a su personaje, el señor Rubio. El videojuego terminó recibiendo malas críticas.

Y críticas, y muy duras, también las recibió la propia película en el momento de su estreno. Ciertos sectores se quejaban de la violencia del film. Una violencia culminada en la tan famosa escena de la oreja. Tan es así que el mismísimo Michael Madsen reconoció no sentirse cómodo en la filmación de dicha secuencia. Tampoco gustaron la cantidad de palabrotas escupidas por los personajes a lo largo del metraje. Tarantino, siendo consciente de todo esto, solo dijo: “Aunque respeto que a la gente no le gustara la idea, mi intención siempre fue hacer algo que afectara al espectador de una forma u otra”.

El casting fue de un nivel magnifico. Hablamos de actores de primer nivel que, a posteriori, gozarían de un reconocimiento mundial. Al frente estaba Harvey Keitel como el Señor Blanco. En el resto de la banda también destacaron Steve Buscemi (Señor Rosa), Tim Roth (Señor Naranja) y Michael Madsen (Señor Rubio). Estos dos últimos terminarían por convertirse en actores fetiche de Tarantino. Tampoco puedo dejar a un lado a los cerebros del atraco. Ambos son interpretados por Chris Penn y Lawrence Tierney como Eddie “el Amable” y su padre, Joe Cabott, el jefe mafioso que planea el golpe. Al igual que el resto del reparto están impecables en sus papeles. Ojo a las caras de loco y la voz de Penn en la mayoría de sus escenas.

Pero sí hay alguien que destaca en ‘Reservoir Dogs’ ese es Michael Madsen, quien se saca de la chistera al personaje más sorprendente en cuanto a carácter se refiere (como easter egg, su Señor Rubio es pariente del personaje de John Travolta en ‘Pulp Fiction’). Al avanzar la cinta, Rubio se destapa como un auténtico psicópata protagonizando la famosa escena de la tortura al policía tomado prisionero. Personalmente la considero una de las secuencias más tremendas y potentes de Tarantino no superada en ninguna de las cintas que filmaría después. Una escena violeta, visceral e inesperada y sin los excesos del resto de su filmografía. Atención a cómo se desarrolla sonando de fondo la ya comentada “Stuck in the Middle with You” de Stealers Wheel.

En conclusión.
Termino esta crítica de Reservoir Dogs, personalmente considero que es la mejor película de Tarantino. Sin menospreciar para nada al resto de su filmografía, creo que este film es el ejemplo perfecto de como su narrativa, sin excesos, puede funcionar de una forma absoluta a niveles muy altos. Niveles que no ha repetido igualmente en el resto de su obra.

Tráiler de Reservoir Dogs

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