Reposo absoluto
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“Recordé a todas mis amigas que habían pasado parte de sus embarazos guardando reposo en cama. Contemplé el daño psicológico que podían haber sufrido. Y, por supuesto, con mi mente retorcida, pensé que era una gran manera de entrar en un thriller de terror”. Lori Evans Taylor nos receta un ‘Reposo absoluto’.

“Te dije que iba a ser genial mudarse aquí” (Julie)

Crítica de Reposo absoluto

La guionista y productora Lori Evans Taylor debuta en la dirección presentando su ópera prima: ‘Reposo absoluto’. La película ha sido apadrinada por el estudio STX quedando enmarcada dentro del cine de terror. Más específicamente en el siempre atrayente marco o subgénero de las casas encantadas y/o casas aisladas. En este sentido es una propuesta correcta, pero no va más allá y “visita” muchos lugares comunes del género o subgénero. En cualquier caso, no estamos ante una película mal filmada ni tampoco se nota en exceso que sea un film de una debutante.

Acabo de comentar que la película “visita” muchos lugares comunes del género. Con esto quiero decir que los elementos asustadores o terroríficos no presentan ninguna novedad. En ‘Reposo absoluto’ todo es cliché. Basta con citar algunos ejemplos como las puertas que se abren solas, la pelotita que sale de debajo de la cama, las visiones fantasmales, las risas y sonidos infantiles, la música que sube de volumen cada vez que se aproxima un susto,… No obstante, sí que es justo romper una pequeña lanza en favor de la labor de Lori. En este aspecto, la realizadora no cae en la trampa del CGI ni en las virguerías visuales. Todo en ‘Reposo absoluto’ es “real” y/o artesanal. Y esto, en estos tiempos, creo que es una virtud a destacar… sobre todo en un film de terror.

El guión también es obra de Lori Evans Taylor y, en principio, resultaba bastante atrayente. La propuesta de una mujer “atada” a la cama mientras a su alrededor pasan cosas extrañas era un caramelo para el fan del fantástico. Sin embargo, y tal y como he expuesto, esto no se aprovecha. Así las cosas, casi todo queda simplemente para la repetición de técnicas y situaciones mil veces vistas. En cualquier caso, hay una parte que resulta interesante. Me refiero a cómo se refleja el poder femenino de una mujer embarazada. Un poder que lleva a las mujeres a soportar no sólo el dolor de la pérdida… sino también la lucha, el corazón y el sacrificio para traer nuevas vidas al mundo. Dentro del contexto de “película de miedo”, creo que el don y la lucha por la maternidad quedan bien expuestos en la figura de Julie.

Hay que destacar que la directora y guionista sacó adelante la película a partir de una dolorosa y trágica pérdida que sufrió junto a su marido. Naturalmente, esa experiencia real y autobiográfica está aquí trasladada al cine de terror, un género del que Lori es una gran aficionada. Hasta el punto de reconocer en este proyecto ciertas influencias de grandes clásicos comoLa semilla del diablo (Roman Polanski, 1968) o de films más recientes como ‘Los otros’ (Alejandro Amenábar, 2001).

Como gran estrella de la función tenemos a Melissa Barrera, que también tiene crédito como productora. La actriz mexicana interpreta a Julie, una restauradora de antigüedades a la que le faltan varias semanas para dar a luz. A causa de un desgraciado accidente se ve obligada a permanecer en la cama moviéndose lo menos posible. Todo para que la bebé que lleva dentro no corra riesgo alguno… La performance de Melissa es lo mejor de la propuesta. La artista sabe transmitir en todo momento el dolor de la pérdida y su lucha contra todo por una nueva y deseada maternidad. Creo que su actuación se acomoda perfectamente al poder protector y maternal de su personaje. Pocas pegas se le pueden poner para el material con el que ha trabajado.

Su gran compañero en el film es Guy Bernet, un actor inglés que se ha movido en diferentes producciones. En esta película está bastante bien en un rol que es muy típico. Me refiero al papel de amante esposo que termina cuestionando la cordura de su amada, especialmente si echa la vista atrás… Lo cierto es que Guy y Melissa se compenetran de maravilla y pasan perfectamente como marido y mujer. Su relación tendrá buenos y malos momentos con revisiones del pasado y dudas…

El resto del reparto importante está muy limitado. En cualquier caso es justo mencionar a la actriz Edie Inksetter en una calmada interpretación como Delmy, una asistente-niñera contratada para ayudar y cuidar de Julie. Como cualquier aficionado al género podrá percibir, su papel es el típico de levantar sospechas y dudas hacia su personaje. Y, finalmente, tenemos a Erik Athavale dando vida al Doctor Meadows. Si mal no recuerdo, tan sólo tiene dos apariciones para atender y tranquilizar a Julie sobre el estado del bebé.

“Hay más de un camino hacia la maternidad…” (Delmy)

En conclusión.
Termino esta crítica de Reposo absoluto, una película que podía haber sido una grata y terrorífica sorpresa, pero al final se limita a cumplir replicando lo visto ya muchas veces en producciones del mismo género. Los esfuerzos de Melissa Barrera hacen que podamos prestarle atención una tarde o una noche con ganas de ver a la actriz latina en apuros… pero no le pidamos mucho más. Eso sí, las mujeres embarazadas, o a punto de dar a luz, deberían abstenerse de verla.

Tráiler de Reposo absoluto

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