Megamind
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En esta época de frío, cuando la lluvia y nieve mojan nuestras calles, una de las mejores opciones que tenemos es pasar una buena tarde viendo una película. En esta historia animada tenemos un intento de villano llamado ‘Megamind’. Un tipo que nos pretende amenizar la jornada con una buena y «paródica» película.

Crítica de Megamind

Si pensáis que el superhéroe de turno (en este caso Metro Man) va a ser el protagonista… ya podéis iros quitando la idea de la cabeza. En este caso, el protagonista es Megamind. ¿Y quién es Megamind? Pues es el villano, el chapucero, el penoso y el relegado de turno. Estamos ante una vuelta de tuerca más en cuanto al cine de animación se refiere. Siempre hemos visto la historia a través de los ojos del héroe pero esa tendencia está cambiando. Está claro que los villanos también tienen mucho qué decir y que pueden ser tan divertidos (o más) que cualquier otro personaje. Esto es algo que ya vimos en Gru, Mi villano favorito(2010) y este film sigue esa moda/línea. Ahora analizaremos el por qué de su maldad.

Megamind intentó, en sus inicios, ser bueno. Pero ya había alguien que lo hacía mucho mejor y que se le adelantaba acaparando todas las miradas y los aplausos: Metro Man. Así pues, Megamind decidió ser malvado. Había encontrado su verdadera vocación y estaba dispuesto a acabar con Metro Man y someter a Metro City. Sin embargo, le seguirían los problemas… ¡ya que ser malo se le daría tremendamente mal! Nuestro villano quedaría en ridículo vez tras vez y ni sus rehenes le tomarían en serio. ¿Qué podía hacer entonces?…

Ya desde el primer minuto nos damos cuenta que el film bebe de una fuente muy clara: los superhéroes. Y no sólo porque la película vaya de uno de ellos y de un villano, sino porque los homenajes son varios. Decía eso del primer minuto ya que desde ese instante veremos como Megamind, recién nacido, es enviado al espacio en una cápsula con destino a la Tierra debido a que su planeta va a desaparecer. Sus amorosos padres harán lo que sea por salvar de ese terrible destino a su hijo. ¿Os suena de algo todo esto? ¡Exacto! hablamos de Superman. Otras referencias muy significativas serán a un acontecimiento del genialKingdom Come o a un actor muy importante que también salía en la película de Superman’. Pero, sin duda alguna, el mejor cameo es uno que hace referencia a un videojuego de los 80 que os encantará…

Volviendo al tema inicial, sobre la “patosidad” de Megamind, muchos podrían pensar que estamos ante una parodia al mundo de los superhéroes. La productora matiza: “Para nosotros era importante que Megamind no fuera simplemente una parodia. En el pasado ya hubo varias así, y en nuestra opinión no fueron especialmente acertadas ni divertidas. Además, nos encantan las películas de superhéroes, y nunca estaríamos dispuestos a burlarnos de ellas. Lo que sí que queríamos hacer era tomar las expectativas del público y volverlos diestramente del revés para crear una historia que fuera fresca y sorprendente, incluso para los fans del género. En Megamind, nada ni nadie es lo que parece al principio. Eso produce un montón de emociones y muchas risas”.

Según Megamind, el mal y el bien no pueden existir por separado: sin uno, el otro no tiene sentido. Es una relación simbiótica y si falta uno, el otro no tiene razón de ser. Personalmente desconozco hasta qué punto tiene razón el simpático genio loco que es Megamind… pero os puedo asegurar que sus «declaraciones» se verán respaldadas por una serie actos para cumplirlas. Dichos actos desencadenarán una serie de sucesos que mejor habría sido sacarse esa idea de la cabeza.

Claramente estamos ante un film muy gracioso y que entra por los ojos nada más empezar. No es el típico film de humor absurdo que no lleva a nada. Vale, tiene bromas muy tontas y absurdas… pero el pilar en el que se basa no es ese. Más bien intenta trabajar sus grandes bazas para ofrecernos algo más. En este sentido, tengo un amigo que dice que en estos últimos tiempos las películas animadas suelen ser mejores comedias que las propias comedias. Pienso que eso es totalmente cierto. Cada vez vemos más y mejores situaciones complicadas, mejores argumentos y, sobre todo, unas animaciones geniales. ‘Megamind’ se desmarca un poco de la atmósfera que pudieran tener las películas de Pixar y deja de lado sus moralejas sobre amistad y amor para presentarse como un film un tanto cara dura y desvergonzado.

Hablando de la animación, DreamWorks Animation ha alcanzado un nivel muy bueno, pisándole los talones a Pixar. Por ejemplo, para esta película diseñaron un software especial llamado “City System” para construir automáticamente todos los edificios no específicos de Metro City. Además, en el film hay cuatro tipos de multitudes: gente, aves, coches y robots… y en total tenemos más de un millón de personajes de multitudes con 120.000 coches ¡una pasada!

Otra faceta muy importante, y que puede ser determinante en un film animado, son las voces. Parece mentira como un estudio de animación puede hacer un gran trabajo pero si los actores que ponen voz a los personajes no dan la talla, toda la película puede verse lastrada y pasar sin pena ni gloria. Siendo conscientes de esto, los estudios cada vez apuestan más por caras conocidas que ya de por sí inviten al público a ir a ver la película. En esta ocasión encontramos nombres tan conocidos como Will Ferrell (Megamind), Brad Pitt (Metro-Man), Jonah Hill (Tighten) o Ben Stiller (Bernard). Todos hacen en la versión original un gran trabajo de doblaje. No he tenido ocasión de verla doblada al español por lo que desconozco cómo habrá quedado el asunto en el doblaje casero.

Conclusiones.
Concluyo esta crítica de Megamind, un producto novedoso y bastante fresco. Si os gustan las películas de superhéroes creo que os gustará. Sus varios cameos, su fabulosa animación y una estupenda historia son sus mayores bazas a la hora de atraer público. Bajo mi punto de vista lo han conseguido. Corren buenos tiempos para los villanos, estimado lector, Gru y Megamind lo han demostrado.

Curiosidades.
-Megamind utiliza tres pistolas en la película: la pistola deshidratante, la pistola inyectora de ADN y la pistola deshidratante gigante del Robot Araña.
-Los bíceps de Metro-Man tienen 63 centímetros de diámetro. Más grandes que los de Arnold Schwarzenegger en la cumbre de su carrera.
-El botín robado que se ve en el despacho del alcalde en sec 502, además de montones de billetes y lingotes de oro incluye muchos guiños al cine y a la cultura popular: El Arca de la Alianza, la Mona Lisa, el trineo “Rosebud”, el Halcón Maltés, las Joyas de la Corona de Inglaterra, el cuadro “Noche estrellada” de Van Gogh, varios premios Emmys y Óscars, el cuadro de Cezanne “Pirámide de cráneos”, una bicicleta de diez marchas, un autorretrato de Rembrandt, la Copa del Mundial de Fútbol de 2010, un manuscrito original de la Constitución norteamericana,…

Tráiler de Megamind

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