La tienda

Al pequeño pueblecito de Castle Rock llega el Señor Gaunt, un veterano vendedor de antigüedades que parece saber mucho de las gentes del poblado. Gaunt monta rápidamente su propia tienda y ofrece a los habitantes “pequeñas cosas necesarias”. Pero estas cosas tienen un precio que las gentes de Castle Rock no pueden pagar, por ello, les ofrece pagarlas con favores que resultan ser “pequeñas bromas sin aparente importancia”… lo malo de estos favores/bromas es que van a convertir lo que antes era un tranquilo pueblo en un verdadero infierno. (Cineycine).
Fraser Clarke Heston, hijo de Charlton Heston, se estrenó como director en la gran pantalla (antes había dirigido algunas películas para TV) con este más que aceptable film. Una película que muestra como una buena siembra de cizaña puede llevar al caos a toda una comunidad. Es la hora de abrir… ‘La tienda’.
“Pongamos que pudieras pedir un deseo, ¿qué pedirías?”.-Leland Gaunt.
Crítica de La tienda.
Como expuse en la introducción de esta crítica de La tienda, fue con este film con el que Fraser Clarke Heston (hijo del mítico Charlton Heston) debutó en la gran pantalla. La cinta es muy entretenida, y está en la línea de lo que podríamos ver en los cortos que integraban films como ‘Cuentos asombrosos’ o ‘CreepShow’, sólo que aquí la historia se desarrolla en unas dos horas de duración.
Esta película es un buen ejemplo de cómo las débiles relaciones que puede haber en un pueblo de esos en que “todos se conocen” terminan por romperse debido a una buena siembra de cizaña proveniente del exterior. Tan real como la vida misma, eso si, aquí el tema está aderezado con las convenientes dosis de elemento sobrenatural.
Heston divide el film hábilmente en tres partes bien diferenciadas: en la primera de ellas vemos como los habitantes de Castle Rock se van haciendo con objetos que no pueden pagar, en la segunda presenciamos la realización de los correspondientes “favores/bromas” y finalmente en el acto final asistimos a las tremendas consecuencias que los “favores/bromas” desencadenan en el pueblo. No obstante, se echa en falta algún minuto más de metraje porque al final aparecen ciertos personajes que también han comprado cosas al señor Gunt y no los hemos visto hacerlo (por ejemplo, la madre del chaval que compró el cromo de béisbol aparece con unas gafas de sol compradas en la tienda).
En el campo puramente interpretativo brilla con luz propia Max Von Sydow como el misterioso Leland Gaunt. Von Sydow otorga a su personaje una presencia, un porte, una elegancia y una superioridad que le hacen destacar por encima de otros grandes intérpretes como Bonnie Bedelia, Amanda Plummer, J.T. Walsh (aquí totalmente alocado en su personaje de Danforth Keeton III) o Don S. Davis.
También es justo destacar la correcta interpretación de Ed Harris como el Sheriff Alan Pangborn con un acto y discurso final escopeta en mano que deja bien claro que se ha quedado “solo ante el peligro”. Atención a este citado acto final del film porque es magnífico incluyendo también a un J.T. Walsh totalmente ido por sus propios miedos interiores.
En conclusión.
Película entretenida y con un gran reparto con la que pasar una buena noche. Sin embargo, pienso que podía haber dado más de si, ya que no me deja de parecer una versión extendida de las historias que podemos encontrar en films de la saga ‘Cuentos Asombrosos’ o ‘CreepShow’.
Curiosidades:
-En este film podemos observar varias escenas en las que sale el mítico faro de Castle Rock que sirve de logo a la distribuidora del mismo nombre.
-Al parecer el montaje inicial del film se fue hasta las tres horas de duración. En las mismas más habitantes del pueblo compraban más “cosas necesarias” al señor Gunt.
“Le aseguro que se aproxima una tormenta”.-Leland Gunt.
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Totalmente de acuerdo con la reseña y su puntuación. Y a mi J.T. Walsh me puso nervioso, haciendo de odioso cabrón lleno de envidia.