La sombra de la traición
Un senador de los EEUU con intereses en Rusia es asesinado en un oscuro callejón de Washington. Tom Highland, director de la CIA, piensa que el crimen ha sido obra de Cassius, un eficaz asesino soviético de la época de la guerra fría desaparecido hace unos veinte años. Ante esta situación decide encargar el caso a su amigo Paul Shepherdson, un veterano agente de campo ya retirado que no pudo detener en su momento a Cassius. Con ciertas reticencias, Paul acepta el caso. En su investigación contará con la ayuda del agente del FBI Ben Geary, un estudioso de la figura de Cassius. Juntos intentarán atrapar a este escurridizo asesino y dar carpetazo definitivo a su expediente. (Cineycine)
Cuando un viejo asesino soviético de la guerra fría vuelva a hacer de las suyas será hora de llamar al veterano Paul Shepherdson para que saque las castañas del fuego. A Paul Shepherdson le tocará hacer que se desvanezca… ‘La sombra de la traición’.
“Pide refuerzos o lo que te hayan enseñado en Quantico” (Paul Shepherdson)
Crítica de La sombra de la traición
Tenemos entre manos una película “menor” en la ya amplia carrera de Richard Gere. Una película de “espías de andar por casa”… pero que, al mismo tiempo, también es una cinta que entretiene en sus casi 90 minutos de duración. Además resulta cuanto menos “curiosa”. Y resulta “curiosa”, en tanto en cuanto, es de esos films que viene a romper con las “normas establecidas” de preservar el misterio de la identidad del “villano” hasta el final.
Teniendo en cuenta lo comentado, en ‘La sombra de la traición’ la identidad de Cassius queda desvelada más o menos a los 30 minutos de metraje. En ese momento pensé que el resto del film perdería mi interés. Sin embargo, el director y también guionista, Michael Brandt, se las apaña para mantener viva la llama de la motivación en el espectador. A partir de ese instante veremos cómo Cassius lucha por seguir ocultando su identidad al resto de protagonistas y, al mismo tiempo, intentará colar la misma a otros personajes que van apareciendo en pantalla. Por lo menos, en mi caso, el interés por ver cómo terminaba todo se mantuvo hasta el final.
Entiendo que esta película no es una obra magna ni tampoco una cinta que vería varias veces. En mi parecer, y como manifesté anteriormente, estamos ante una cinta menor que entretiene lo suficiente en su primer visionado como para no rechazarla de pleno. Una película que no pasa a la historia ni de la filmografía personal de Richard Gere (salvo que seas muy fan del galán de ‘Pretty Woman’). Desvelados todos los misterios del film, entonces, el tema pierde bastante de cara a futuros revisionados. Por el contrario, un aspecto que si conviene destacar es la decisión de Michael Brandt de filmar el lado más turbio y sucio de Washington D.C. De esta forma, la ambientación huye de los monumentos y lugares más característicos de la capital.
Como ya adelanté, el principal protagonista es Richard Gere interpretando a Paul Shepherdson. Paul es un ex_agente de la CIA retirado que se dedica a disfrutar de los pequeños placeres de la vida. Es en ese momento cuando su viejo amigo, Tom Highland, lo reclama para que salde una deuda con el pasado de ambos y de la agencia.
La verdad que la carrera de Richard Gere hace ya bastante que va cuesta abajo comercialmente hablando. El tiempo y la edad no perdonan a casi nadie. A sus más de 70 años su último gran éxito se remonta al año 2004 cuando con ‘¿Bailamos?’ consiguió en taquilla algo más de 170 millones de dólares para un coste de 50. ‘La sombra de la traición’ tuvo una ridícula repercusión en cines norteamericanos, siendo estrenada tan sólo en 45 salas. En el film, el actor nacido Philadelphia hace un trabajo simplemente correcto (casi estropeado al final) y sin lucimientos innecesarios. Eso sí, se desenvuelve bastante bien en las pocas escenas de acción de la película.
Por su parte, Topher Grace interpreta a Ben Geary, un agente de oficinas del FBI que sueña con pasar al trabajo de campo. Su tesis sobre Cassius le brindará la oportunidad que estaba buscando de pasar a la acción. Topher Grace intenta no desentonar ni sentirse intimidado por la presencia de Richard Gere como compañero y podemos decir que cumple. Resaltar además que Grace aceptó el papel porque así podría trabajar con Richard Gere del que es admirador. Lo cierto es que no me desagrada esta pareja de agentes en la que el respeto es la principal característica de su relación. Relación en la que no caben las típicas bromitas ni los graciosos molestos.
Cabe hacer referencia también a Odette Annable que da vida a Nataly, la mujer de Ben. Su presencia en pantalla se justifica únicamente para dotar de familia al personaje de Ben y no convertirlo en un Mulder totalmente obsesionado por su trabajo. Finalmente, se deja ver algunos minutos el veterano actor Martin Sheen como Tom Highland. Su tiempo (como el de su personaje) ya pasó y este Tom Highland es para él un mero papel para seguir “manteniéndose vivo” en la pantalla grande de cara al gran público. ¡Ah! y también tienen unos breves papeles los televisivos Stephen Moyer y Stana Katia.
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En conclusión.
Termino esta crítica de La sombra de la traición, una “película de espías” de «perfil bajo» e ideal para no estrujarse mucho el cerebro y para visionar especialmente una tarde lluviosa sin mucho más que hacer. A mi me resultó curiosa y, pese a mis malas impresiones y reticencias iniciales, lo cierto es que me entretuvo lo suficiente para considerarla aceptable. Además, sale Richard Gere que es de esos actores que, todavía, conservan presencia y carisma en pantalla.
Tráiler de La sombra de la traición
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