La muchacha del sendero
Un poeta y su hermosa hija de trece años llamada Rynn se trasladan desde Inglaterra a una solitaria casa situada a las afueras de un pequeño pueblo de la costa norteamericana. El tiempo pasa y los vecinos siempre ven sola a Rynn y comienzan a hacerse preguntas sobre el destino del padre, al que nunca han llegado a ver. Algunos de ellos incluso se atreven a visitar a Rynn en su propia casa para hacerle preguntas irritantes. La respuesta siempre es la misma: o no está, o está trabajando y no se le puede molestar. ¿Cuál es el secreto que oculta esta jovencita? (Cineycine).
Una adolescente Jodie Foster se echa a sus espaldas todo el peso de esta película en su primer rol protagonista importante en un largometraje. Pero eso no le importa porque consigue, con un poco de ayuda de Martin Sheen y Scott Jacoby, llevarla a buen puerto. Es hora de abandonar el pueblo, recorrer el caminito y descubrir qué misterio oculta… ‘La muchacha del sendero’.
“¡Esta es mi casa!” (Rynn)
Crítica de La muchacha del sendero
Puedo que el póster de esta película lleve a engaño… y más de uno piense que estamos ante un film de terror. Nada de eso, ‘La muchacha del sendero’ es un drama de misterio e intriga. Una cinta que trata temas como: la vida en soledad, la madurez, las apariencias, los cotilleos e incluso la amistad. La trama procede de la novela homónima de Laird Koenig, que él mismo se encargó de adaptar aquí bajo la dirección de Nicolas Gessner. Una dirección básicamente de actores y apoyada prácticamente en un solo escenario: la casa de la joven protagonista.
El principal hilo argumental de la trama consiste en averiguar el motivo por el que la joven está sola en la casa y qué ha sido de su padre. Una jovencita muy espabilada que demuestra que las apariencias engañan. Tan es así que Rynn es muy superior en inteligencia a todos los mayores que se le acercan. En la cinta también hay tiempo tratar temas bastante polémicos y «escandalosos», aunque siempre de una manera bastante «disimulada». Esto último, y algunas escenas de la película, provocaron cierto rechazo por parte de Jodie Foster, no sintiéndose totalmente cómoda en la filmación.
Estamos también ante un film que casi nos recuerda a las obras de teatro que se podían ver en ‘Estudio 1 de TVE’. Comento esto porque la cinta se desarrolla casi por completo en el interior de las cuatro paredes de la casa de Rynn. Los únicos exteriores se filmaron prácticamente en Quebec (Canadá). Por ello, esta es una película en la que los diálogos se anteponen con gran fuerza a la acción. Asi las cosas, la insinuación y lo oculto predominan sobre otros factores visualmente más llamativos.
Expuesto lo anterior, es claro que en este film las actuaciones y personajes se tornan importantísimos. De hecho, si la cinta funciona ¡y vaya si lo hace! es gracias a los protagonistas. Y es llegado a este punto, en esta crítica de La muchacha del sendero, cuando toca hablar fundamentalmente de los tres intérpretes más destacados…
Jodie Foster interpreta a Rynn, una preciosa adolescente de trece años que vive sola en las afueras del pueblo. Pese a su corta edad, y soledad, Rynn es capaz de gestionar su propia vida sin injerencia de ningún adulto. Además, destaca por su inteligencia y sagacidad… Jodie Foster contaba con la misma edad de su personaje cuando protagonizó esta película y realmente lo borda. La cámara se “enamora” de ella y de sus ojos. Justo es decir que su gran trabajo eleva el global de la propuesta porque su presencia en pantalla es casi constante a lo largo de los 100 minutos de metraje. A destacar que, lógicamente, Jodie se negó a filmar la escena en la que Rynn aparece desnuda de espaldas a la cámara. Esta escena finalmente fue protagonizada por su hermana mayor, Connie Foster, que por aquel entonces contaba con 21 años.
Haciendo la vida imposible a Jodie Foster encontramos a Martin Sheen como Frank Hallet. Este individuo viene a ser el pervertido del pueblo. Es un tipo al que se le soportan sus desmanes por ser el hijo de una de las mujeres poderosas de la zona. Sheen “construye” un personaje absolutamente malvado y odioso para el espectador y para Rynn. Desde su irrupción, casi al comienzo del film, uno está deseando que pague por sus pecados. Pecados que ni el mismo se molesta en disimular y que lo convierten en un desgraciado de muchísimo cuidado. Ojo a la escena en la que tortura al ratoncito de Rynn.
Por su parte, un joven Scott Jacoby se convierte en Mario Podesta, un chaval que se gana la vida trabajando en una gasolinera y actuando de mago para las familias pudientes del pueblo. Por circunstancias del más puro azar se convertirá en “imprescindible para Rynn”. Entre ellos surgirá una hermosa relación basada en la confianza, la amistad e incluso el amor… Jacoby también está francamente bien en su rol y le da una buena réplica a Jodie Foster. Su gran momento llega cuando planta cara al malvado abusador de Frank Hallet.
Otros miembros del reparto a destacar son los ya fallecidos Mort Shuman como el buen policía Miglioriti y Alexis Smith como la insoportable y metomentodo señora Hallet, a la sazón madre del corruptor Frank Hallet.
“¿Qué edad tienes que tener para que la gente empiece a considerarte una persona?” (Rynn)
En conclusión.
El que se acerque a esta película esperando encontrar un film de terror está muy equivocado y este error le puede llevar a despreciar lo que es un destacado drama de misterio, intriga y relaciones personales. Un drama aderezado con unas grandes actuaciones en las que sobresale la figura de una por entonces adolescente Jodie Foster. No es de extrañar que por su papel en este film ganara el Premio Saturn a la Mejor Actriz en 1978.
Tráiler de La muchacha del sendero
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La pequeña y gran Jodie.