La invitación
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De esta nueva película de cine de género sacamos la siguiente enseñanza: hay familiares lejanos a los que es mejor no conocer jamás. Y eso es lo que debería haber hecho Nathalie Emmanuel al recibir ‘La invitación’.

“Todo acaba aquí… conmigo” (Emmaline)

Crítica de La invitación

Jessica M. Thompson es una realizadora y guionista australiana especializada en cortometrajes. En 2017 estrenó su ópera prima ‘La luz de la luna’, un drama romántico de carácter independiente. Y ahora está ante su gran oportunidad con el lanzamiento de ‘La invitación’, una película de terror con la que pretende conquistar a los amantes del género y hacerse un nombre.

El principal problema que tiene ‘La invitación’ es que se parece demasiado a Noche de bodas (Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett 2019). De hecho, yo diría que se parece “excesivamente”. Si allí teníamos a una joven que lo pasaba realmente mal en una jornada de casamiento… aquí se nos ofrece más o menos lo mismo. Ahora bien, y en la comparación, ‘La invitación’ pierde por goleada. Y pierde porque gasta demasiado tiempo en temas y diálogos supuestamente “románticos” en vez de pasar al terror y a la acción… que es lo que nos importa a los amantes del cine de género. Tan es así que el horror como tal sólo llega en los minutos finales. Previamente al clímax únicamente hay escenas puntuales en las que el terror se hace presente y siempre muy controlado y “autocensurado”.

Lo que acabo de comentar del terror “autocensurado” no es sólo una impresión personal una vez visto el film. Esto es algo que se nota muchísimo y que está confirmado por dos puntos totalmente objetivos. Por un lado, estamos ante una película clasificada en Estados Unidos como PG-13. Y, por otra banda, la propia Jessica se encargó de declarar a Bloody-Disgusting que la versión casera incluirá mucha más sangre, horror y sexo. En concreto sus palabras fueron estas: “La versión PG-13 es la que saldrá en los cines, pero la versión R en realidad estará en línea en los streamers. Hay más prótesis en esa versión junto con un poco más de sangre, palabrotas y sexo. Estas son todas las cosas divertidas que podemos hacer con nuestra versión clasificada R”.

Así pues, que cada lector juzgue las declaraciones de la directora, y esta diferencia de versiones, como quiera… Personalmente entiendo que cuando estrenas una obra en cines debes ser fiel a tu montaje original. Lo contrario no ayuda al cine ni al público, y además siempre queda la sensación de que se está jugando a dos bandas… Ahora tendremos que esperar para ver si esa edición “R” se editará en nuestro país llegado el momento y si mejorará en algo el global de la versión cinematográfica.

Respecto a los elementos de terror que podemos ver en ‘La invitación’, y ya expuesto lo anterior, lo cierto es que la película se queda muy pero que muy corta. Hay algunos sustos y apariciones fantasmales puntuales. Pero, como ya he indicado, el verdadero horror llega en la parte final. Y lo cierto es que tampoco esperemos ver en ese tramo grandes hitos… básicamente todo se reducirá a dos o tres enfrentamientos y al uso de determinadas prótesis en las manos y caras de algunos protagonistas. Todo muy controlado para que nadie se tape los ojos.

Pasando a la trama hay que apuntar que estamos ante un guión de Blair Butler con revisiones de la propia realizadora. Dejando al margen el parecido razonable con la ya citada ‘Noche de bodas’, la trama se centra en el romance gótico entre Evie y Walter, el caballeroso Don Juan de la finca donde se va a celebrar el enlace matrimonial. Buena parte del libreto está centrada en ese cortejo. También se incorpora un elemento cómico similar al de Déjame salir (Jordan Peele, 2017) con esa irónica amiga de Evie con la que mantiene un permanente contacto vía móvil. Y, por último, están los guiños a clásicos imperecederos como los creados por Bram Stoker… Ahondar más en la trama no es conveniente (ni se les ocurra ver el tráiler) porque gran parte de que el film funcione o no es que te sorprenda la revelación del tramo final.

Y ahora vamos con el reparto que es lo mejor de la propuesta y que viene liderado por Nathalie Emmanuel. La actriz inglesa tiene a su disposición el rol protagonista de Evie y lo aprovecha bastante bien. Nathalie nos hace conectar con su personaje ya desde el principio y luego nos lleva de la mano durante toda su intrigante aventura en el palacio de New Carfax. Nathalie brilla en tres apartados: como chica en busca de amante/familia, como invitada asustada y, finalmente, adoptando una posición más dura y violenta… Su mejor amiga es Grace interpretada por Courtney Taylor en el típico papel de alivio cómico.

Entrando en los habitantes e invitados a la fiesta matrimonial tenemos a Thomas Doherty como Walter De Ville, el aristocrático, joven y atractivo caballero dueño del palacete. No hace tampoco mal papel Doherty con esa sonrisa especial que le vale tanto para lo bueno como para lo malo… Su principal criado es Sean Pertwee como el Señor Fields, el típico mayordomo malhumorado que inmediatamente cae mal. También está Hugh Skinner encarando un agradable papel metiéndose en la piel de Oliver, el primo lejano de Evie. Por último desprende un gran brillo la pareja formada por la alta Stephanie Corneliussen (Viktoria) y la baja Alana Boden (Lucy). Sin duda, ambas forman un peculiar dúo con Viktoria pareciendo una auténtica ama y Lucy una inofensiva y dominada chica anclada en los años 20.

“Mi hogar es tu hogar” (Walter De Ville)

En conclusión.
Termino esta crítica de La invitación, una película que tiene en su misteriosa, gótica y oscura atmósfera en New Carfax su mejor baza. En este sentido, recomiendo encarecidamente no ver el tráiler y evitar los “destripes” innecesarios. Por lo demás, se admiten las buenas intenciones de “intentar” visualizar grandes clásicos del cine de género desde otra perspectiva. La pena es eso… que queda sólo en un intento y que si no fuera por el reparto el naufragio sería total.

Tráiler de La invitación

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