La búsqueda (National Treasure)
Desde pequeño, a Benjamin Franklin Gates le habían contado la historia de un tesoro legendario que los templarios llevaron a América. Un tesoro mantenido en secreto por sus miembros… entre los que se encontraba uno de los firmantes de la Constitución de los Estados Unidos, quien legó el secreto a uno de los antepasados de la familia Gates. Ahora el propio Ben está dispuesto a encontrar el tesoro, antes de que el criminal Ian Howe se haga con él. Pero, para conseguirlo, Ben tendrá que robar la mismísima declaración de independencia. (Cineycine).
A mediados de los 2000, el hiperactivo Jerry Bruckheimer produjo lo que se podría considerar como su propia versión de Indiana Jones. La principal diferencia era cambiar el sentimiento de cine de aventuras de serial de los años 30 de Indy, por una vertiente más cercana al ‘Código Da Vinci’. Al frente del elenco estaba un carismático Nicolas Cage persiguiendo un legendario tesoro en ‘La búsqueda (National Treasure)’.
“Voy a robarla. Voy a robar la declaración de independencia de los Estados Unidos” (Benjamin)
Crítica de La búsqueda (National Treasure)
Nadie puede negar que, a mitad de los 2000, Jerry Bruckheimer todavía tenía un toque de oro para las superproducciones. Cada película que producía con Disney llevaba a la compañía del ratón a generar suculentos ingresos. Por ello, y al margen de la saga ‘Piratas del Caribe’, Bruckheimer quiso explorar otras posibles franquicias con el estudio. Así fue cómo terminó llegando al famoso productor la idea que Jim Kouf, Oren Aviv y Charles Segars le presentaron a la propia Disney: ‘La búsqueda (National Treasure)’. ¿Qué llevaría a alguien a robar la mismísima declaración de independencia de los Estados Unidos? Obviamente, la idea era que detrás del histórico documento había un mapa para encontrar un tesoro. En Disney gustó el proyecto manteniendo a Kouf como principal guionista, pero trayendo al matrimonio Wibberley para depurar el guion original y escribir parte de la trama.
Jerry Bruckeheimer se puso al frente de la producción con un presupuesto de 100 millones de dólares. Y a los mandos un cineasta “controlable” como Jon Turteltaub, un artesano capacitado que no daría problemas y cumpliría el calendario. ‘La búsqueda’, a diferencia de ‘Piratas del Caribe’, no estaba basada en una atracción de Disney, así pues, los 100 millones de presupuesto no serían una gran pérdida si el film no conseguía los réditos previstos. Pero, para sorpresa de todos, ‘National Treasure’ terminó recaudando mundialmente 347 millones de dólares. Por consiguiente, daría lugar a una secuela tres años después, en 2007, contando con un presupuesto ligeramente superior. Además se aprobó una serie y una supuesta tercera entrega que lleva décadas en desarrollo…
En la introducción me he referido a ‘El Código Da Vinci’ porque uno bien puede pensar que ‘La búsqueda’ bebe de la novela de Dan Brown. Me refiero a la resolución de acertijos y pistas… y a lo referente a la historia de los Estados Unidos. En cualquier caso, estamos ante una cinta producida por Jerry Bruckheimer y eso implica que hay acción por un tubo y un ritmo trepidante. Y estas características coinciden más con Indiana Jones que con Dan Brown. No obstante, las influencias ahí están.
‘La búsqueda’ es una propuesta sumamente decente, artesanal, aventurera y claramente pensada como una producción de entretenimiento para todos los públicos. Y Jon Turteltaub cumple sobradamente dentro de los cánones del “estilo Bruckheimer”. Esto último se nota, especialmente, en lo que concierne a las secuencias de acción. Un ejemplo sería la persecución tras el robo de la declaración de independencia y la música del legendario rockero Trevor Rabin. El compositor viene aportar una partitura enérgica, épica y de pura acción. En cualquier caso, ‘La búsqueda’ no está entre las mejores producciones de Bruckheimer en su etapa Disney. De hecho, estaba destinada a ser una producción menor como lo fue, por ejemplo, ‘G-Force’ (Hoyt Yeatman, 2009). Sin embargo, el éxito de la propuesta los pilló a todos por sorpresa, tal y como ya expuse antes.
El hecho de ser una película abanderada por Jerry Bruckheimer implica ciertos valores de producción. En los mismos estaría el rodaje en algunas localizaciones importantes dentro de Estados Unidos, por ejemplo: el famoso portaaviones USS Intrepid o la Iglesia de la Trinidad en Filadelfia. También entraría en este apartado el uso de efectos prácticos en lo relativo a explosiones y las persecuciones. Estas últimas filmadas con buen pulso por parte de Turteltaub.
En la plantilla actoral sobresale la figura de Nicolas Cage como gran protagonista. Aquí el actor todavía no era considerado como un meme viviente, sino que se le veía como un profesional capacitado y exitoso. En esta ocasión cumple bastante bien como Benjamin Gates, un “protector” de reliquias que va en busca del legendario tesoro templario cuyo secreto fue llevado por cada uno de sus antepasados. Cage venía aun fresco de los blockbusters de los 90 apadrinados por Bruckheimer. Y en ‘La búsqueda’ nos ofrecía una clara personalidad de protagonista carismático y empollón (se podría decir que su Benjamin Gates es la versión “bruckheriana” de Robert Langdon). Además exhibía una más que loable química con el resto de protagonistas.
La comentada química de Cage se nota especialmente con Justin Bartha y Diane Kruger. El primero como Riley, el comic relief experto en informática que acompaña a Ben en todo momento. Y la segunda como Abigail Chase. La actriz alemana ya tenía tablas más que suficientes para estar frente a gente como Nic Cage o Jon Voight. Este último, en su papel de padre del protagonista, lleva en no pocos momentos algunas de las escenas más cómicas de la cinta y también aporta su gran profesionalidad al conjunto.
También tenemos a Harvey Keitel como Sadusky, un veterano agente del FBI que sigue la pista de Gates y compañía. Este rol es similar al del señor Lobo en la legendaria ‘Pulp Fiction’ (Quentin Tarantino, 1994). Es decir, estamos ante un tipo de poses, profesional en su trabajo y capacidad más que demostrada a la hora de seguir la pista de los protagonistas. Y, por otro lado, está Sean Bean como el villano Ian Howe, un criminal y antiguo compañero de Gates. El actor inglés cumple sobradamente con su papel de malo dentro de lo que demanda el guión como antagonista al personaje de Nicolas Cage.
En conclusión.
Acabo esta crítica de La búsqueda (National Treasure), una película que se ajusta a las habituales producciones de Jerry Bruckheimer. Esto es, cine por y para el entretenimiento llevado en todo momento de forma competente por Jon Turteltaub. No destaca sobre otras cintas producidas por Bruckheimer, pero sí que cumple con su total y más que sincero objetivo.
Tráiler de La búsqueda (National Treasure)
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Vista en su momento y comprada con el pack junto a la segunda entrega en un maletín de cuero con documentación presidencial.
Es la versión masculina de Lara Croft, atreviéndose incluso a reciclar a Jon Voight como padre del protagonista. Buen Nic Cage, plegándose a las indicaciones Disney junto a un competente casting y el experto en villanos/traidores Sean Bean.
Apenas da tregua. Bien contada y con dosis de acción, aventura e intriga. Completando el cóctel Bruckheimer y entrando de lleno en el subgénero «americanada» que tanto acuñan los críticos patrios más rancios y aburridos.
D: 7,5 G: 6,5 R: 7,5= 7