Jean-Claude Van Damme: Motivos de un hundimiento
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Es por todos conocido, que Jean-Claude Van Damme saltó a la fama cinematográfica en 1988 con la cinta de artes marciales ‘Contacto Sangriento (BloodSport, Newt Arnold)’¿Pero, cuáles fueron los verdaderos motivos por los que cayó del pedestal de estrella de cine de primer orden, al pozo más profundo del mismísimo infierno en vida?… En el siguiente artículo vamos a entrar a detallar los diversos y verdaderos factores que hicieron que el hombre conocido como los “Músculos de Bruselas”, desapareciera del mapa cinematográfico.

Bienvenidos a Jean-Claude Van Damme: Motivos de un hundimiento.

Jean-Claude Van Damme

Prólogo.
Este artículo nace de la necesidad pública de hacer un relato corto que detalle con precisión los verdaderos motivos por lo que Jean-Claude Van Damme perdió su status como una de las más grandes e influyentes estrellas de cine de los años 90s. Lejos de leyendas urbanas falsas, y de bulos alimentados por la ignorancia o la mala fe, el siguiente escrito está basado en hechos reales, declaraciones del propio Van Damme y años de recopilar datos de su vida y obra.
Antes de entrar de lleno en materia, me gustaría dar las gracias a mi compañero en esta pequeña batalla; Juanma M.G., cuya ayuda e información, durante la recopilación de información para la redacción de este artículo han sido vitales.

Capítulo I: Los inicios de Van Damme en el cine.
Hagamos un breve resumen de la carrera de Van Damme que nos llevará hasta el año de su boom definitivo en la Industria; 1994. Tras protagonizar para la Cannon Group ‘Contacto sangriento’ en 1988, el coloso belga, prosiguió su andadura en Estados Unidos, rodando, primero un papel como villano en la cinta de acción y espionaje ‘Aguila negra’ de Eric Carson. Para luego ser la estrella principal de otra producción Cannon: ‘Cyborg’ (Albert Pyun, 1989), seguidamente dio un salto al frente en el género marcial con ‘KickBoxer’ (Mark Di Salle & David Worth) en el mismo año. Este último, es un mítico largometraje de artes marciales rodado en Tailandia que lo catapultó a lo más alto del sub-género en cuestión, y que costó sólo 1.500.000 $.

Por aquellos tiempos, Van Damme era considerado un valor seguro en el mercado del video, siendo sus films auténticos hits de videoclubs, pero él tenía unas metas más altas, y rodar cintas de artes marciales en donde tenía que vengar a un amigo caído brutalmente en combate o a su hermano paralítico no le llevarían a ellas, aunque el resultado fuera más que satisfactorio. Y es que es innegable que tanto ‘Contacto Sangriento’ como ‘KickBoxer’ son dos de los films más conocidos de la filmografía de Van Damme, y que este, les debe mucho, y con esa declaración de intenciones no los estaba menospreciando ni mucho menos, sino que su meta era más ambiciosa, y su salto a las producciones de estudio era inminente. Por ello rechazó tajantemente firmar para las secuelas de ambos films (y también de ‘Cyborg’), que tendrían un estreno minoritario en cines, y cuyo objetivo era seguir explotando su fama en los videoclubs.

Así en 1991, dio un paso adelante en su carrera viajando hasta Hong-Kong para interpretar un papel doble en la explosiva ‘Doble Impacto’ (Sheldon Lettich) y también firmó una de sus cintas imprescindibles: ‘LionHeart: El luchador’ de nuevo con Lettich en la dirección. En ambos largometrajes se nota la ambición de Van Damme por mejorar, ocupándose tanto de parte del guión como de las coreografías de lucha.
Además, ‘LionHeart’, introduciría un elemento que podríamos calificar como el denominador común de la mayoría de cintas protagonizadas por Van Damme: el héroe romántico que utiliza sus conocimientos marciales para ayudar a los demás, y el marcado tono de drama humano, que puebla gran parte de sus films, un sello JCVD que hacía a sus películas especiales y que seguiría imprimiendo en ‘Sin escape: Ganar o morir’ (Robert Harmon, 1993), ‘Blanco humano’ (John Woo, 1993), ‘TimeCop’ y ‘Muerte súbita’ (Peter Hyams, 1994 & 1995).
Al mismo tiempo, aceptaba proyectos menos personales, pero que lo harían trabajar con productoras de nivel como fueron ‘Libertad para morir’ (Deran Serafian 1990) para Metro-Goldwyn Mayer o ‘Soldado Universal’ (Roland Emmerich, 1992) para Mario Kassar (‘Terminator 2’) y Columbia Tristar. Y rechazaba otros como ‘Speed’ (Jan De Bont, 1995) o ‘Mortal Kombat’ (Paul W.S. Anderson, 1995) en donde iba a ser Johnny Cage, personaje del videojuego que se creó basándose en los rasgos y la forma de luchar del propio Van Damme.

Así llegamos a 1994, el año en que gracias a su empeño y afán de superación Van Damme pasó de protagonizar films por un coste total de 1.500.000 $ a cobrar un cheque de 3.000.000 por ser Max Walker en ‘TimeCop’. Un sueldo que se incrementaría aún más en los dos films que siguieron a esta ‘Muerte súbita’ (4.500.000 $) y ‘Street Fighter: La última batalla’ (Steven E. De Souza, 1995) con 6.000.000 $ de salario.
Además, en ese mismo año, Van Damme barajó seriamente la idea de llevar a la gran pantalla las aventuras de Tintín que el mismo pensaba dirigir y protagonizar. Y se vinculó su nombre en posibles proyectos con los directores Ridley Scott, Paul Verhoeven o Jean-Jacques Annaud.
Su status era cada vez mayor, y su nombre estaba en boca de todo el mundo, incluso algunos importantes directores, como los citados anteriormente, y otros más como Roland Joffe o Michael Mann, querían al belga para que apareciera en sus films en papeles secundarios o co-protagonistas. Algo a lo que Van Damme se negó en rotundo. El quería ser el principal atractivo de sus propios films, y si necesitaban a otro actor de nivel que le diera la réplica, ese sería el mismo en un doble papel, como se vio en ‘Doble Impacto’, ‘TimeCop’, ‘Al límite del riesgo’ o ‘Replicant’. Esto puede ser un visto, a toro pasado, como un problema de ego de JCVD que quizás le cerró las puertas a una carrera más versátil. Lo cierto, es que nunca lo sabremos, y si Van Damme tomó esta decisión en su día, es porque pensó que sería lo mejor para su carrera.

Doble Impacto

Capítulo II: JCVD. Peleando por su propia vida: La droga.
Pero, centrémonos en el año 1994, fue ese año cuando JCVD, se sentó a negociar con la productora Universal Pictures -responsable de ‘TimeCop’, ‘Muerte Súbita’ y ‘Street Fighter’- un nuevo contrato que lo vincularía por tres películas más y por las que cobraría 12 millones de $ por cada una de ellas, doblando lo recibido en ‘Street Fighter: La última batalla’ que fue el segundo film de Van Damme que llegó hasta los 100 millones de $ de recaudación en cines de todo el mundo. Y esto es lo que pasó, en palabras del propio Van Damme:
“Tras el éxito de Timecop (105 millones de $ de recaudación mundial, por una inversión de 28 millones) recibí una gran oferta de Universal Studios para renovar mi contrato; me querían para actuar en tres películas, y me pagarían 12 millones de $ por cada una de ellas. Dije, quiero cobrar 20 millones por película como Jim Carrey (refiriéndose al sueldo que este cobró por Mentiroso Compulsivo)… Me dijeron que no, que mi propuesta era una locura. Me dejaron tirado. Luego intenté hacerles una contra-oferta a la Universal, bajando mis pretensiones, pero ya no me cogieron el teléfono”.
Aquello fue sin duda un varapalo tanto financiero como artístico para el coloso belga. Su desorbitada primera contraoferta al contrato de Universal estaba fuera de lugar, el éxito de ‘Timecop’ y ‘Street Fighter’, más su divorcio de Gladys Portugues, para iniciar un tormentoso romance con Darcy La Pier, fueron los dos factores determinantes de aquella fallida decisión.
Van Damme, dejo súbitamente a la mujer que le había dado dos hijos y una agradecida estabilidad emocional, para irse con una conocida viuda negra de Hollywood, con quien se caso en Tailandia en el mismo 1994, para en sólo nueve meses separarse, la agitada vida nocturna de La Pier estaba llevando al intérprete belga a rincones demasiado oscuros… por ello Van Damme intentó distanciarse de La Pier en primera instancia…pero en 1995, cuando se encontraban tramitando los papeles de divorcio se reconciliaron, y esta vez Darcy no volvería a dejar escapar así como así a Van Damme, fue en ese mismo año cuando quedó embarazada, y nació Nicholas Francois, el único hijo en común de la pareja.

Los peores años tanto en lo personal como en lo profesional estaban por llegar. En 1996 durante la post-producción de ‘The Quest: En busca de la ciudad perdida’ Van Damme comenzó a tomar pastillas para dormir. (Esta cinta significaba la vuelta de Jean-Claude Van Damme al sub-género del cine de artes marciales, y él mismo la bautizó como la ‘Operación Dragón’ de los 90s. Fue un proyecto que nació de la insistencia personal del actor, y que comenzó a gestarse en 1993-1994 contando en un principio con un presupuesto de entre 35 y 40 millones de $, para luego quedarse en 25 millones).
El tremendo stress al que había estado sometido desde la gestación de ‘The Quest’ con juicio incluido por unas diferencias creativas con Frank Dux, que afirmaba ser el autor original de la idea que daría lugar al guión de la cinta. Más las múltiples labores desempeñadas en el film: protagonista principal, productor, director, guionista, coreógrafo de combates… llevaron a Van Damme a un insomnio grave, que unido al trastorno bipolar que el actor padece desde la niñez, le hicieron adicto a dicho fármaco. Pero, aquello sólo era el principio: “El trabajo, el poco tiempo libre, mis obligaciones familiares y el estrés me llevaron a consumir unas pastillas para conciliar el sueño. Poco tiempo después, descubrí a mi esposa –Darcy- esnifando cocaína…yo sabía lo que era aquello, lo había visto, pero siempre me había mantenido al margen…ella me dijo que la probara…y lo hice, esnifé mi primera raya de coca, y lo hice por amor, porque estaba cegado, enamorado, y cuando uno está enamorado hace locuras”.
Mezclar somníferos, con la medicación para un trastorno bipolar y un consumo habitual de cocaína era un auténtico cóctel mortal. Y Van Damme, no tardó en darse cuenta de ello, a finales de 1996 dio el primer paso al frente. En Diciembre ingresó en una clínica de rehabilitación, pero dejó la terapia a medias. La Pier, no hizo mucho porque la terminara.

En Noviembre de 1997, llevó a cabo un nuevo amago para retomar de nuevo el mando de su vida divorciándose definitivamente de Darcy La Pier, la cual contraatacó acusando públicamente a JCVD de ser un maniaco depresivo, de consumir drogas (obviando que ella también lo hacía) y de haberla golpeado y torturado psicológicamente (hechos que nunca se probaron ante un Juez).
Antes de aquello, Van Damme tocó definitivamente el infierno con sus propios dedos, en el verano de 1997, durante el rodaje en Hong-Kong de ‘En el ojo del huracán’ (Tsui Hark, 1998), Jean-Claude Van Damme sufrió una sobredosis por cocaína: “El rodaje de aquella película –En el ojo del huracán- fue un autentico infierno. Casi me muero en la habitación de un hotel en Hong-Kong. Vi mi cuerpo en el suelo. Sentí frío. Sentí calor. Sentí miedo. Sentí que me estaba marchando”.
En enero de 1998, volvió a ingresar de nuevo en una clínica de desintoxicación. Van Damme esta vez sí, terminó la terapia, pero declaró públicamente que aquello no le había ayudado en absoluto: “El médico de la clínica me dijo que yo era un maniaco depresivo cíclico, lo cual no me ayudó mucho. Significa que puedo pasar de un estado depresivo a un estado de euforia varias veces al día. Y lo que veía en aquel lugar era tremendamente deprimente”.

Van Damme regresó junto a Gladys Portugues, con quien se volvería a casar de nuevo. Y con la ayuda de esta, más la de su familia (sus padres fueron uno de sus grandes baluartes, padres que nunca aprobaron su matrimonio con Darcy La Pier), unido al apoyo de sus amigos de verdad, lograron que a finales de 1998, Jean-Claude Van Damme saliera definitivamente del infierno de las drogas. Y fue en ese momento cuando se dispuso a relanzar su carrera. Para ello retomaría a uno de sus personajes más recordados, Luc Deveraux, el heróico Soldado Universal.

Van Damme y familia

Capítulo III: JCVD. Peleando por su propia vida: La debacle definitiva.
A pesar de estar sumido en un abismo, JCVD, no paró de trabajar desde 1996 hasta 1998, rodando, aparte de la citada ‘The Quest’ (25 millones de $ de presupuesto, para una recaudación total de 57), tres films más en ese tiempo ‘Al límite del riesgo’ (Ringo Lam, 1996) que se mantuvo en unas cifras parecidas con el mismo presupuesto y 51 millones de $ de recaudación. ‘Double Team’ (Tsui Hark, 1997) con 30 de inversión para 48 de beneficio en cines y ‘En el ojo del huracán’ (Tsui Hark, 1998) que se estrenó justamente en medio de un huracán personal en la vida de JCVD con los hechos citados en el capítulo anterior como desgraciados protagonistas, y que vino a firmar su claro receso de popularidad con 35 millones de presupuesto para llevarse 44 de recaudación.
Por ello, Jean-Claude, se lo jugó todo a una carta consciente de que su tiempo se agotaba y de que el descenso en los ingresos de sus películas era cada vez mayor, aceptó entonces un contrato para trabajar en una sola película para Columbia Tristar Pictures, quienes le hicieron una (a priori) excelente oferta para protagonizar un relanzamiento de ‘Soldado Universal’ junto al protagonista de ‘Spawn’, Michael Jay White, como el malvado Seth, y uno de los luchadores de Wrestling de moda del momento, ‘Stone Cold’ Steve Austin, pero este último no se puso de acuerdo con las cifras de su contrato, y fue Bill Goldberg quien se sumaría al elenco, interpretando a Romeo, el gigantesco Unisol que se la tiene jurada al personaje de Van Damme desde el comienzo del film. El proyecto en cuestión era: ‘Soldado Universal: El Retorno’ (Mic Rodgers, 1999).
El estreno fue por todo lo alto, como antaño. La cinta se rodó en Estados Unidos, lugar que el actor no pisaba para rodar un largometraje desde 1996 con ‘Al límite del riesgo’ que se filmó en Nueva York. Pero, ‘Soldado Universal: El Retorno’ se estrelló en la taquilla, siendo el mayor fiasco de su carrera con menos de 20 millones de dólares de recaudación internacional.
El hombre bloodsport, Los Músculos de Bruselas había pasado de moda. Quien en 1994 alcanzó la gloria, y logró disputar el Olimpo de los héroes de acción a Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger había sido abandonado por los mismos que lo alzaron a lo más alto. La estrella de moda del año 1995 se había apagado. El actor que en 1996 tenía uno de los proyectos más ambiciosos en sus manos ya no era recibido con vítores…

¿Cómo era posible, que uno de los mayores valores de cine de 1996, y un auténtico fenómeno de masas, en menos de tres años recibiera el rechazo del público? Sin duda, su matrimonio con Darcy La Pier tuvo parte de culpa, sobre todo por cómo se resolvió, y porque Van Damme abandonó a la madre de sus hijos para irse con otra mujer (aquello tocó duramente la fibra del público femenino seguidor del actor). Luego su infierno personal con la cocaína, que alcanzó cotas altísimas de seguimiento en TV, y que hizo que los jóvenes fans del belga, y los niños que lo tenían como ejemplo, decepcionados le dieran la espalda.
Pero no sólo eso, en septiembre de 1999, y tras el sonoro fracaso de ‘Soldado Universal: El Retorno’, y el estreno directo a video de ‘Soldado de fortuna’ (Peter McDonald, 1998), Jean-Claude Van Damme era el objetivo número 1, en la encarnizada persecución por parte de los periodistas del corazón y paparazzis por saber de él, los paparazzis estaban siempre al tanto de cualquier movimiento del actor. Y así fue como lo pillaron, en claro estado de embriaguez… primero intentando entrar a un coche, sin camisa, y tras salir tambaleándose de una conocida discoteca. Y luego, esa misma noche, al volante de su propio vehículo por las calles de Beverly Hills.
Una llamada de los mismos paparazzis alertando a la policía, acabó con un arresto por conducir en estado de embriaguez, hecho que fue filmado, y luego visto en las televisiones de todo el mundo, y que firmó definitivamente, la sentencia de defunción cinematográfica para Van Damme. Las puertas de Hollywood se le cerraron a cal y canto.

Luc Deveraux

Capítulo IV: JCVD. Peleando por su propia vida: ¿El Resurgimiento?
Aún a día de hoy, Jean-Claude Van Damme no ha podido, ni tampoco le han dejado regresar o intentar regresar a su antiguo status. Hubo un intento en 2008, con una película semi auto-biográfica, titulada ¡cómo no! ‘JCVD’ (Mabrouk El Mechri). En ella, Van Damme abordaba sin tapujos, un sincero y descarnado acercamiento a sí mismo, a su figura tanto pública como personal. Incluso, logró estrenar de nuevo un film en Estados Unidos, lo que nunca más pudo hacer desde 1999 con ‘Soldado Universal: El Retorno’. Eso sí, un estreno limitado, aunque con unas cifras tremendamente respetables de recaudación para las pocas salas en donde fue exhibida.
Lo que nadie le pudo negar, fue el reconocimiento unánime de la crítica a su papel, siendo considerada su interpretación una de las mejores del año, sólo por detrás de la que llevó a cabo Heath Ledger en ‘El Caballero Oscuro’ -según la prestigiosa revista TIME-. En una de las numerosas grandes secuencias del film, Van Damme, hace un alegato público contra el mercado del directo a video, mientras hablaba con un agente: “¿Cuál es tu comisión? ¿Cuánto te llevas por cada película que hago… Están acabando con mi carrera. Tú te forras (en referencia a su agente), ellos me mandan a Bulgaria (los productores), ¡a una puta fabrica! Y hacen la película, por un millón de dólares. Veamos: 6 millones de presupuesto bruto. Gastos de producción: 1.800.000, a mi me dan 4 millones. Le sumamos el cambio de moneda. La rebaja del 30% por rodar en el extranjero… ¿Qué queda para la película?… Aceptaría menos dinero, si me metieran en un puto estudio. Si lo hiciera gratis. Sólo una película sin cobrar. Siendo de Van Damme sacan mínimo 6 millones de ganancias en Europa. Tú tienes contactos en el estudio. ¡Podría estar en una película grande!  ¿¡Qué está ocurriendo!?”
Clarificadoras palabras.

JCVD

Epílogo: Nuevos horizontes.
Hoy día, en 2012, han cambiando unas cuantas cosas en la carrera del actor, gracias a su demostración de talento en ‘JCVD’ ha logrado aumentar su status de respetabilidad en la industria. Este mismo 2012, estrenará por todo lo alto ‘Los Mercenarios 2’, que es sin duda el mayor acontecimiento del cine de acción del verano. Además, en breve (muy posiblemente antes de que este artículo vea la luz), comenzará a rodar en Canadá, y a las órdenes de Peter Hyams (firmante de ‘TimeCop’ y ‘Muerte súbita’) ‘Enemies Closer’ en donde interpretará, según palabras del actor: al hombre más peligroso del mundo. Un anti-héroe que debe de aliarse con un enemigo del pasado con cuentas pendientes, para sobrevivir en un ambiente hostil a una amenaza común.

Y no sólo eso, sino que ya está en fase de post-producción con vistas a un estreno en cines en 2013: Welcome To The Jungle, su primera comedia con presupuesto Estadounidense. En la misma será un tipo duro de los de antes, un cajún de los pantanos con un inconfesable secreto, que debe de adiestrar a unos oficinistas americanos en prácticas de supervivencia en la selva.

Aún es pronto para decir si estos tres proyectos, más otras interesantes producciones como Soldiers; su segundo trabajo como director, en donde también es protagonista y guionista, le dan la oportunidad para retomar una carrera que el propio Van Damme se niega a dar por finiquitada. Para algunos; Van Damme habrá desaparecido del mapa. Para otros; será cosa del pasado, una moda pasajera más. Pero, viendo sus proyectos, y conociendo su perseverancia, nadie debería darle por muerto antes de tiempo. Porque como dice Sylvester Stallone en ‘Encerrado’ y como siempre me recuerda David González (cuando la ocasión lo merece): “Aquí no hay nada muerto hasta que no está enterrado».

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