Habitación sin salida
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Es de noche. Tenemos a un matrimonio en crisis y una carretera perdida de esas que parecen abundar en los EE.UU. También tenemos un motel de carretera de esos con mala pinta y un conserje raro. Con todos estos elementos, y alguno más, creo que ya sabéis lo que podemos encontrarnos en… ‘Habitación sin salida’.

“Esto suele estar muy aburrido por las noches” (Conserje Mason)

Crítica de Habitación sin salida

Esta fue la primera película norteamericana rodada por Nimród Antal. Hablamos de un realizador norteamericano con ascendencia húngara que realizó sus primeros trabajos en Hungría. Y la verdad es que este film no le salió nada mal. Lo que promete lo cumple ofreciendo un notable espectáculo de tensión, nervios y terror humano.

En la película podemos encontrar ciertas influencias de varios films, entre ellos el más claro es ‘Psicosis (Alfred Hitchcock, 1960). Me refiero a ese motel aislado y “vigilado”. Esto se mezcla con la “leyenda urbana” (o no) de las snuff movies. Todo ello teniendo como marco el solitario y anticuado ambiente del Motel Pinewood. Un motel que se convierte en una auténtica ratonera para los huéspedes que tienen la desgracia de alquilar allí una habitación. Como dato interesante, el film se rodó en un plató interior de Sony donde todo el Motel Pinewood fue recreado como si se hubiera quedado atrapado en los años 60. Además, para rodar las imágenes exteriores, recrearon el mismo Motel con los mismos diseños del plató.

El guión del film lo firma Mark L. Smith, que escribió también la curiosaMiedos 3D (Joe Dante, 2009). La idea para el libreto se le ocurrió viajando por carreteras en la zona de Nuevo Méjico. En ellas observó esos moteles medio vacíos y se preguntó cómo podían ser rentables… El caso es que su guión está bastante bien llevado. Empieza presentando adecuadamente a los personajes de Kate Beckinsale y Luke Wilson con sus problemas. A continuación recrea la situación de desconfianza entre las cuatro paredes. Y, posteriormente, cuando estalla el acoso, sabe mantener una constante y entretenida tensión. Todo ello ayudado por la acertada realización de Antal.

Una realización que cumple sobradamente con su propósito. Un propósito que no es otro que el de crear nerviosismo (esos infernales golpes en las paredes y puertas de la habitación), incomodidad (esas cintas que visiona David) y proporcionar sustos bastante logrados. En definitiva, hacernos “pasar un buen rato” mientras vemos como los protagonistas las pasan canutas. A todo esto hay que añadirle unas logradas escenas de violencia y acción rodadas sin escrúpulos. Ver, por ejemplo, las snuff movies del video, la paliza que recibe Amy o la secuencia final del BMW. Todo esto contribuye a mejorar globalmente el producto final servido como un entretenimiento de terror y suspense.

Este film fue una producción barata de tan sólo 19.000.000 $ y recaudó en todo el mundo 35.300.645 $. Esta cifra permitió que se rodara una segunda parte al año siguiente: ‘Habitación sin salida 2’, una de esas películas “directas a video” que viven de la fama de la original. En esta secuela ya sólo participó Mark L. Smith escribiendo el guión.

La banda sonora es obra de Paul Haslinger y merece una mención aparte. No es Haslinger un compositor que me guste mucho porque suele llenar sus partituras de “mucho ruido, demasiado ruido”. Recordemos, por ejemplo,Underworld(Len Wiseman, 2003). Sin embargo, reconozco que aquí acierta de pleno con sus composiciones. Con ellas ayuda de manera sobresaliente al clima de tensión y acoso que se vive en la película al tiempo que «golpea» al público.

Respecto al reparto destaca la pareja protagonista formada por Kate Beckinsale y Luke Wilson. Ambos dan vida a Amy y David, un matrimonio en crisis y a punto de firmar los papeles del divorcio. Los dos intérpretes sorprenden muy positivamente. Ambos saben recrear muy bien su tirante relación inicial por otra más afectiva que les volverá a unir dadas las terribles circunstancias que vivirán. Kate sorprende porque, acostumbrada a ser la dura en sus películas de acción, aquí la podemos ver en un rol radicalmente diferente como una frágil víctima. Un rol que cumple de manera muy satisfactoria. Al respecto de Luke Wilson decir que se aleja de las comedias para interpretar un papel mucho más serio. Realmente también destaca mucho y ayuda con su actuación a que nos creamos todo lo que vemos en pantalla. ¡Ojo a como suda la camiseta al estilo Camacho!

También merece una especial mención el curtido actor Frank Whaley. En esta película da vida al conserje del Motel Pinewood. Frank logra con su actuación el objetivo de entregarnos un personaje odioso, antipático y repelente. Un tipo siniestro oculto tras unas gafas y unas ropas pasadas de moda. Un conserje que se dedica a llevar toda la gestión y demás «asuntos» que ocurren en el citado Motel.

“Creo que se están divirtiendo con nosotros” (David)

En conclusión.
Termino esta crítica de Habitación sin salida, 85 minutos de tensión, nervios y terror humano. Nimród Antal cumple con nota en su debut en una producción USA. Además, la película cuenta con una Kate Beckinsale y un Luke Wilson que, alejados de sus habituales “terrenos de juego”, cumplen satisfactoriamente. Alquilar una habitación en un motel de carretera puede que ya no sea lo mismo tras visionar esta película.

Curiosidad: El DVD de esta cinta incluye un extra de 8 minutos. En ese segmento el espectador podrá ver todas las películas snuff que David repasa en la habitación del Motel.

Tráiler de Habitación sin salida

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