Gladiator II
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“A la hora de hacer una película de esta envergadura se desatan muchas emociones. Se vive con mucho estrés. De hecho, tienes que aceptar de buen grado el estrés. Yo lo hago, me pone en órbita. El trabajo es ir abordando detalle tras detalle tras detalle. Y cuanto más amplías tus ideas, más sinergias vas a encontrar”. Ridley Scott nos lleva de regreso a la arena del Coliseo en… ‘Gladiator II’.

“¿Qué te importa mi pasado si mi futuro es morir en la arena?” (Hanna)

Crítica de Gladiator II

En el año 2000, Ridley Scott estrenó una de las obras de referencia en su filmografía:Gladiator’. La propuesta fue un rotundo éxito de taquilla y crítica consiguiendo 5 Oscars, incluyendo el de mejor película. El film presentaba una historia cerrada: la venganza del comandante Máximo reconvertido en gladiador debido a la traición y odio del emperador Cómodo. Nadie esperaba una secuela de tan magna obra. Sin embargo, los últimos años han sido un continuo fracaso para Ridley Scott. El afamado director se ha estrellado en taquilla una y otra vez con títulos como ‘La casa Gucci’ (2021) o ‘Napoleón’ (2023). Es por ello que Scott necesitaba volver a la senda del éxito para poder seguir dirigiendo y apadrinando superproducciones. Y, claro, en una época de nostalgia por títulos y héroes pasados, el realizador británico ha acudido a su exitoso universo de ‘Gladiator’ para traernos una secuela.

Y esa continuación no es otra que ‘Gladiator II’. Scott ha venido a justificarla diciendo que siempre pensó en continuar la historia expuesta en el año 2000. Y nosotros tendremos que creerle… pese que hayan pasado ya 24 años del estreno de la misma y nadie pidiera una continuación. En cualquier caso, podemos estar agradecidos de que esta vez el iracundo director haya acertado. Y lo ha hecho entregando una buena y espectacular secuela. Aunque, dicho queda, en el global se sitúa claramente por debajo de su gran primera parte.

‘Gladiator II’ es una secuela espectacular porque todos, Scott incluido, éramos conscientes de que no se iba a poder superar a ‘Gladiator’. Por consiguiente, aquí se opta por el espectáculo total y el más difícil todavía. Y esto se deja ver, principalmente, en los nuevos Juegos en el Coliseo. Cada combate y/o representación en la arena supera al anterior. Scott sabía que debía darlo todo en este aspecto para dejar al público con la boca abierta y lo ha conseguido. Por la arena romana veremos desfilar monos salvajes, rinocerontes amaestrados por gladiadores que parecen sacados de Mad Max y hasta combates navales con tiburones incluidos. Pedir más creo que es imposible. El propio Arthur Max, diseñador de producción fetiche de Ridley Scott, califica a ‘Gladiator II’ de la siguiente manera: “Es ‘Gladiator’ con esteroides”. Pues bien, poco o nada se puede añadir a tan contundente y flipada afirmación.

El rodaje principal del film tuvo lugar en Marruecos y Malta. El país del norte de África se disfrazó de Numidia reutilizando los escenarios que Scott empleó para ‘El reino de los cielos’ (2005). Y en Malta volvieron a emplear el Fuerte Ricasoli para levantar el Coliseo, tal y como ya hicieron en su momento con ‘Gladiator’ (2000). Además, el decorado incluía la recreación de casi 8 kilómetros de los impresionantes escenarios históricos de Roma. Para recrear todo esto, y según fuentes, Scott contó con un presupuesto entre 250 y 310 millones de $.

El guión corresponde a David Scarpa, otro habitual de Scott en los últimos tiempos. Lo cierto es que Scarpa no se esfuerza mucho en su historia porque la misma no deja de copiar la estructura básica ya vista en ‘Gladiator’. A saber: muerte, escuela de gladiadores, juegos y clímax. También se repiten las intrigas políticas sólo que cambiando personajes y manteniendo en ellas a Lucilla. Lo que sí podemos aplaudir es la habilidad para tirar de ciertas escenas del film precedente para construir la trama de esta secuela. También se puede destacar el hecho de centrar todo el interés en un pequeño protagonista de ‘Gladiator’ para convertirlo ahora en el eje principal. Eso sí, tiene muy poco sentido que la propia Paramount haya desvelado el linaje del protagonista cuando este es uno de los secretos ocultos de la trama. Increíble.

Respecto a Russell Crowe, aka Maximus, no esperéis verlo aquí tras lo sucedido en la primera película. En cualquier caso y, al hilo de lo ya comentado, se le repesca en determinadas escenas de la primera parte que ahora pasan a ser claves. Y terminando con el trabajo del guión decir que la fidelidad histórica de todo lo que nos cuentan es cuestionable. Lógicamente en ‘Gladiator II’ se han tomado bastantes licencias artísticas para favorecer el espectáculo. En cualquier caso, un debate más profundo sobre esta cuestión se lo dejo ya a los historiadores.

Pasando al casting tenemos a Paul Mescal como el responsable de heredar el legado de Russell Crowe interpretando al númida Hanna. Y lo cierto es que este joven irlandés no hace para nada un mal papel. Sobre todo si tenemos en cuenta que nunca había participado en una superproducción como esta ni nada parecido. Él mismo así lo declaraba: “Mi personaje aquí no se parece a ningún otro papel que haya interpretado. Pasar de un largometraje independiente a una superproducción de estudio me intimidaba. Finalmente me di cuenta de que actuar es actuar, sea cual sea el contexto”. Para dar el pego como gladiador, Mescal se preparó físicamente haciendo durísimas jornadas de entrenamiento. Además, y de manera interpretativa, aguanta bastante bien el tipo en sus escenas compartidas ante monstruos como Denzel Washington o Connie Nielsen.

Y hablando de Denzel Washington, el veterano actor interpreta a Macrino, un tratante de esclavos y hombre de negocios que ha hecho mucho dinero y alcanzado una gran importancia e influencia en Roma. La actuación de Denzel no tiene desperdicio saboreando con sumo gusto su rol. Un rol que alcanza su máxima expresión y disfrute en el tramo final (ojo a su comparecencia ante el Senado o a sus tejemanejes entre las sombras). Por su parte, Connie Nielsen vuelve a interpretar a Lucilla en una extensión de lo que ya fue su personaje en el primer film. Eso sí, 16 años después en la cronología de ambas películas. Nuevamente es Lucilla la que representa la cordura frente al pueblo ante la disparada gestión de los dos enloquecidos y grotescos emperadores.

El tercer gran nombre del elenco es el de Pedro Pascal como el general Acacius. Actualmente el actor chileno parece estar en todas partes… y eso creo que le está perjudicando en su labor actoral. Yo ya no veo a los personajes que interpreta. Lo veo haciendo siempre de sí mismo. Y, pese a que en ‘Gladiator II’ se disfraza de romano y combate bien, personalmente sigo viéndole a él y no al honrado e íntegro militar que representa. Al respecto de los emperadores, Geta y Caracalla, decir que son interpretados por Joseph Quinn y Fred Hechinger. Ambos recrean a dos mamarrachos a cuál más esperpéntico y caricaturesco (uno de ellos con monito incluido). Dan más risa que otra cosa y no merece la pena detenerse más en ellos. Por último también regresa Derek Jacobi… pero no hace casi nada.

“La violencia es la lengua universal” (Macrino)

En conclusión.
Finalizo esta crítica de Gladiator II, una continuación más grande, más salvaje y con juegos mucho más espectaculares y disparatados… pero todo esto no hace que pueda competir o tratar de tú al film original. No obstante, lo ofrecido aquí ya es bastante más de lo que uno podría haber pensado en un principio cuando se anunció este proyecto a modo de “salvavidas”.

Tráiler de Gladiator II

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