Galveston
Roy Cady es un ajustador de cuentas de la mafia de Nueva Orleans que tiene cuarenta años y acaba de ser diagnosticado con un cáncer de pulmón terminal. Su vida toca a su fin antes de tiempo y es cuando su jefe le encarga un asunto, a priori, muy sencillo: asustar a un contable que quiere destapar sus trapos sucios. Nada de armas. Pero no todo es lo que parece… Al llegar al piso del contable, Roy pasa de ser el verdugo a la víctima. Logra escapar de la encerrona y se lleva con él a una joven llamada Rocky con la que inicia una huida hacia ninguna parte. Al mismo tiempo tratará de encajar todas las piezas del puzle de su vida. (Cineycine).
Galveston es ese lugar donde nunca pasa nada. Galveston es un punto de partida y un punto y final. A Galveston van los que se esconden del mundo. Galveston es todo y no es nada. Sin pasado, sin futuro y sin nada que perder… así están Ben Foster y Elle Fanning en ‘Galveston’.
“Tengo un trabajo para ti. Es esta noche. Tienes que asustar a un tipo. Pero nada de armas” (Stan)
Crítica de Galveston
La actriz y directora Mélanie Laurent firma con ‘Galveston’ su primera película en EEUU. A nivel estadístico es su cuarto trabajo en formato largometraje hasta la fecha. El film es una adaptación de la novela de Nic Pizzolatto. El propio autor firma el guión con pseudónimo: Jim Hammett, un homenaje a Dashiell Hammett, padre de la novela negra. El libreto de Pizzolatto es un estudio de personajes adultos con una infancia robada. De manera especial, se hace hincapié en cómo el entorno dicta tu pasado, futuro y forja tu personalidad. Sin llegar al nivel de excelencia de ‘True Detective’, primera y segunda temporada, el script de Pizzolatto se acerca mucho más al tono de la tercera estrenada este mismo 2019.
‘Galveston’ no es un film de ritmo trepidante. Más bien estamos ante un thriller templado que se va cociendo a fuego lento. Todo hasta que estalla en una desasosegante set-piece de tensión filmada en plano secuencia. En la misma seguiremos a Roy por una especie de taller clandestino donde ha ido a parar a la fuerza. Del resto se puede decir que estamos ante un drama fatalista más que otra cosa. Una película de desarraigados filmada con sequedad y realismo.
Mélanie Laurent adopta una óptica realmente interesante para llevar el conjunto más allá. Dando como resultado una especie de cuento de hadas macabro condenado a golpear como hacen las olas contra las rocas: de manera fatalista. La realizadora adopta así los clichés del género al que homenajea. Y lo hace con un tono realmente duro que puede afectar al espectador de una manera que no espera… Para la historia del pasado 2018 quedan dos secuencias de un peso dramático memorable: su epílogo y la citada secuencia de huida del taller. Si entrega más trabajos de este nivel, Mélanie Laurent es una directora a poner bajo seguimiento. Otro tema es que el gran público acabe por descubrirla. Mientras tanto, ella se revela como una interesante directora con una óptica valiente, realista y muy marcada. En la misma apreciamos influencias claras del mejor cine negro, tanto americano como francés.
Algo que quiero resaltar en esta crítica de Galvestone es la pésima distribución la cinta. Se estrenó en primicia para Movistar+ (06/12/18) y luego pasó por cines limitados. De ahí fue al olvido, sin un tráiler promocional en español y saliendo muchos meses después en alquiler. Finalmente salió a la venta el 10/05/19 con publicidad cero y un desprecio inentendible.
Ben Foster y Elle Fanning lideran el casting de la película. Ben Foster es Roy, un matón de la mafia local con muy pocas luces, enfermo terminal y traicionado. La creación de Foster como Roy, un tipo que busca la redención en el mismo camino que la venganza, es realmente notable. Un hombre perdido en la vida, sin pasado, sin futuro y sin norte. Un hombre que intenta hacer algo bien por una vez, sin saber muy cómo se hace eso. Gran trabajo de Foster, otro más en su galería de personajes brillantes para este gran actor nacido en Boston. De seguir así, más pronto que tarde, acabará ganando un Oscar. Dicho queda.
Elle Fanning no le va a la zaga dando vida a Rocky, una joven totalmente perdida. Una chica hundida por los abusos que sufrió de niña y que no está dispuesta a que los sufra la pequeña Tiffany (Anniston & Tinsley Price). El vínculo entre ambas se hará irrompible cuando Rocky se lleve a Tiffany con ella en su camino hasta Galveston. Muy buen trabajo de la pequeña del clan Fanning. Una joven que sigue creciendo como actriz con personajes muy variados en poco tiempo.
La relación que unirá a la fuerza a Roy & Rocky sustenta toda la trama de la película. Si el film capta plenamente el interés del público sin apenas ningún efecto pirotécnico (apenas hay dos escenas que podrían ser consideradas fuera del drama) es gracias a la dependencia que se crea en ambas direcciones entre los personajes.
En el resto del elenco nos encontramos a Beau Bridges encarnando a Stan, un gánster sin escrúpulos. Un malvado que decide pagar a uno de sus mejores hombres con un tiro en la cabeza en lugar de con un cheque que le haga más llevaderos sus últimos días. Ojo al personaje de Stan pues esconde trazas de inhumanidad de un nivel pocas veces visto en cines. Para la historia debe de quedar el plano final de un personaje que yace muerto en una mesa, desnudo y como si su vida no valiera nada. Impresionante momento de una crudeza realmente indescriptible que hará que algunos espectadores no puedan aguantar el plano.
Terminando con el reparto destacado hay que resaltar dos nombres femeninos: María Valverde y Lili Reinhart. La actriz española interpreta a Carmen dando un pequeño paso más en su camino en Hollywood. Sobre su personaje decir que fue la ex-novia de Roy, ahora con metas más altas. Por último, Lili Reinhart aparece en el epílogo con una escena de una tremenda carga dramática.
En resumidas cuentas.
‘Galveston’ es un estudio de personajes desarraigados. Unos personajes que ven imposible encontrar su lugar en el mundo y que intentan comprenderse el uno al otro por el camino que han tomado juntos a la fuerza. Esos personajes los interpretan de manera excelsa Ben Foster y Elle Fanning. Si se quiere ver un film adulto sobre la vida en su más cruda perspectiva, esta es una elección muy adecuada. Un buen ejemplo del cine americano de carreteras secundarias.
Tráiler de Galveston
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Ayer tuve la suerte de ver esta película. Me decidí a verla porque me gustan las road-movies de perdedores. Si este film lo hubiera firmado Clint Eastwood o la muy de moda Greta Gerwig, entonces, estoy seguro que todo el mundo habría hablado de ‘Galveston’ y su distribución habría sido otra muy diferente…
A la reseña de J. Glez no tengo nada que añadir ya que describe, con un magnífico texto, todo lo que esta película nos ofrece. Por mi parte, simplemente añadir que me gusta ver films en los que, aparentemente, «no pasa nada más que la vida». Una vida con sus grandes alegrías pero también con sus tremebundos golpes. Como bien dice la reseña hay una escena en concreto que a mí me dolió muchísimo verla… más por lo que intuyes que por lo que nos muestra. Y así con muchas otras cosas de esta gran cinta. ¡No se la pierdan!
-Lo mejor: La extraordinaria capacidad de Mélanie Laurent para llevarte en menos de un minuto de un hermoso cuento de hadas al horror más absoluto (esto es algo que sólo está a la altura de los mejores… y vuelvo a dejar aquí el nombre de Clint Eastwood). La pareja de desarraigados recreada por Ben Foster y Ellen Fanning, imposible no cogerles cariño cada uno a su modo y manera. Un tramo final decididamente inesperado. Todo lo que el guión y los personajes te cuentan sin necesidad de palabras y con imágenes muy escuetas…
-Lo peor: La escena en la que Roy va a visitar a una antigua novia (entiendo que se podía haber prescindido de ella con total facilidad pues su aporte al total de la trama es muy poco).
-Mis notas son estas: Dirección 8. Guión 8. Reparto 8. Nota: 8.