El jovencito Frankenstein
Comparte con tus amigos










Enviar

Mi nombre se pronuncia “Fronkonstin”… ¿Pero no es usted el nieto del famoso Doctor Víctor Frankenstein? ¿El doctor que entraba en los cementerios, desenterraba muertos recientes y transformaba los componentes de la muerte?… ¡Sí, sí! Todos sabemos lo que hizo. Pero yo prefiero que se me recuerde por mi modesta contribución a la Ciencia y no por mi accidental parentesco con un famoso “brujo”. Hoy vamos a conocer a… ‘El jovencito Frankenstein’.

“¡Mi abuelo solo hacía caca! Yo no estoy interesado en la muerte. ¡Lo único que me interesa a mi es la conservación de la vida! (Frederick Frankenstein)

Crítica del jovencito Frankenstein

Mel Brooks es un actor y director bastante conocido, sobre todo por participar o crear películas de comedia “absurda”. Comedias en las que podrías reírte continuamente con cualquier diálogo. Precisamente eso es lo que ocurre con ‘El jovencito Frankenstein’. Del mismo palo tenemos, para comparar, ‘Drácula, un muerto muy contento y feliz’ (1995). Drácula, otro ser ficticio del mundo del terror que no ha dejado indiferente a nadie. Y ¡Cómo no! Mel Brooks, y 21 años después del éxito de ‘Frankenstein’, pensaría: “¿y por qué no?”. Lógicamente, y tras dos Oscars a “mejor sonido” y “mejor guión adaptado”, cualquiera se sentiría con la confianza de seguir adelante con un proyecto similar. Pero ‘Drácula’ ni de lejos llegó al éxito de ‘Frankenstein’… quedándose en poco más que una película de paso protagonizada por Leslie Nielsen y el propio Mel Brooks.

Te guste o no el cine de terror, o las criaturas mitológicas, ¡‘El jovencito Frankenstein’ te parecerá sublime! La conformación del elenco protagonista es, sin duda, una de las claves principales por las que esta película funciona tan bien, incluso después de más de 40 años. Recuerdo perfectamente la primera vez que la vi: Fue hace unos 10 años pero es como si siempre la viera igual. Sigo riéndome de la misma forma e incluso saberse los diálogos le da su punto ¡Ojo todo esto desde una perspectiva friki!

La historia está inspirada en las adaptaciones cinematográficas de la obra de Mary Shelley, concretamente en ‘Frankenstein’ (James Whale, 1931). Precisamente, este es el motivo que lleva a Mel Brooks a rodarla en blanco y negro: para ser más fiel a la esencia de las cintas de la época, a pesar de ser una parodia.

El film comienza presentando al personaje de Frederick y cómo acaba envuelto en el mundo de su abuelo. Un mundo del que no quiere ser partícipe. De hecho, él no se considera un Frankenstein, sino como él mismo se denomina “Frodorick Fronkonstin”. Una vez que llega a Transilvania conoce al que será su ayudante más fiel, Igor, un encorvado y peculiar personaje que hará lo que sea por él… ¡siempre y cuando se acuerde de lo que le han pedido! Inga será su ayudante de laboratorio, a la cual recogen de camino al Castillo de los Frankenstein. Allí les espera Frau Brücher, una misteriosa mujer que no parece saber más de lo que dice. Una vez instalados comienzan las preguntas e inquietudes y el trío protagonista no duda en buscar respuestas. Y hasta aquí podemos leer para evitar “spoilers”.

La fotografía de Gerald Hirschfeld encuadra la película perfectamente en blanco y negro. Está claro que se trata de decorados montados para recrear cada momento. Sin embargo, los planos están bastante conseguidos, sobre todo cuando capta las caras tan características de Gene, Marty o Peter. No menos importante resulta la música de John Morris. El que haya visto el film no podrá quitarse de la cabeza esas notas de violín que atraen a la criatura como si fuera un animal amaestrado. Una banda sonora que delimita perfectamente cada momento que la necesita, sobre todo como ya hemos referido ese violín tan característico. Por último, para la versión española, se contó con un doblaje épico a la altura del largometraje. Voces que todos hemos escuchado y que casan a la perfección con cada personaje.

Los protagonistas y la parodia de la película son lo esencial de su encanto. Los que más nos hacen reír son Gene Wilder en su papel protagonista de Frederick Frankenstein y, por su puesto, su feo ayudante Igor, interpretado por Marty Feldman. Ambos son fundamentales y cumplen al máximo con las expectativas que pones en ellos. Dos auténticos reyes de la comedia, aunque allá por el 74 estuvieran a mitad de camino de lo que estaban por ofrecernos.

Por otro lado, tenemos a las dos “chicas” cautivadoras. Me refiero a la novia oficial de Frederick, la señorita Elizabeth interpretada por Madeline Kahn, y su ayudante, en todos los aspectos, Inga interpretada por Teri Garr. La primera cuenta con pocos minutos de película pero lleva su papel sin problemas. Representa a una mujer tiquismiquis y con pocas luces. Una novia que lo único que quiere es que no se le estropee el maquillaje o el peinado. En cambio, Inga parece ser menos ambiciosa en ese aspecto y se conforma con estar a la sombra del doctor. Una dulce joven que parece menos de lo que es. La tercera en discordia sería Frau Blücher, un personaje que Cloris Leachman interpreta más que bien. Ella es la malvada anfitriona de un castillo tenebroso que, en realidad, tan solo es una mujer enamorada esperando su momento.

Por último, resaltar el papel de la criatura recreada por Peter Boyle. Sin duda, un acierto por parte de Mel Brooks. Es imposible imaginarnos a otro en la piel del monstruo y eso es un mérito que Boyle se ganó a pulso. Pasamos de odiarle a quererle en cuestión de segundos. Además su química con Wilder en la película hace que todo ruede a la perfección. Y presten atención a la aparición de Gene Hackman como el anciano ciego que da cobijo al monstruo.

“Desde el centro de su oscuridad una repentina luz me envolvió. Una luz tan brillante y maravillosa y, a la vez tan simple. Cambia los polos de más a menos y de menos a más. Sólo yo conseguí descubrir el secreto de dar la vida, más aún que eso, yo mismo fui capaz de devolver a la vida una materia muerta. ¡Entonces es posible! (Frederick Frankenstein)

En resumidas cuentas.
Finalizo esta crítica de El jovencito Frankenstein, una comedia terroríficamente fantástica. Un film imprescindible de Brooks y de la comedia puramente absurda. Aprovecha cada uno de los matices posibles, saca el máximo partido de cada uno de los personajes que la conforman y resulta delirante con cada visionado. Si quieres reírte es tu película y sino, también. A pesar del tiempo que pase sigue siendo considerada una de las mejores películas de comedia de la historia. Como amante del cine debemos tenerla siempre en cuenta.

Tráiler de El jovencito Frankenstein

Escucha nuestro podcast