El enigma del cuervo
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La muerte de Edgar Allan Poe sigue siendo un gran misterio porque no se sabe exactamente lo que ocurrió con él. Aquí el realizador James McTeigue nos ofrece su peculiar versión de los últimos días de vida del célebre autor. Acompañemos a Poe en la búsqueda de un sanguinario asesino que parece muy inspirado en su obra. Llega el momento de resolver ‘El enigma del cuervo’. 

Crítica de El enigma del cuervo

Me llevé una grata sorpresa al ver esta película. En pantalla tenemos una rescatable cinta de suspense con toques de terror. No en vano, el protagonista es el mismísimo Edgar Allan Poe, maestro de lo macabro. Además, su ambientación, personajes, guión y música sirven para elevar bastante la calidad del producto. Un producto que podía haber sido una película más de asesinatos espeluznantes, gore y acción. Sin embargo, James McTeigue consigue agrupar bien todos los elementos para dar lugar a una propuesta que merece la pena.

En un primer momento, una de las cosas que me atrajeron fue su director, el ya citado James McTeigue. Como ya sabemos, estamos ante un realizador que creció a la sombra de las hermanas Wachowski. Posteriormente logró hacerse un nombre gracias a V de Vendetta(2005). En esta última, y a pesar de estar guionizada por las dos hermanas, McTeigue lograba dotarla de un buen ritmo y una trama que, sin necesidad de acudir a montones de escenas de acción, resultaba muy atractiva. Eso la valora mucho más que la fidelidad al material en la que se basaba (no obstante, el cómic es muchísimo mejor). También destacó McTeigue en la sangrienta Ninja Assassin’ (2009). Esa cinta de ninjas que, a pesar de tener un guión plano, resultaba muy entretenida y bastante adictiva. Estos eran unos buenos puntos de partida si el director quería empezar con proyectos más grandes.

En ‘El enigma del cuervo’ el realizador australiano nos ofrece un  buen producto de suspense. Sus minutos iniciales, acompañados por la música de Lucas Vidal, meten al espectador en la película si o si. Además, y a lo largo del metraje, la sangre está bien dosificada y no se abusa de ella. De hecho, sólo en uno de los asesinatos se podría decir que se quedaron a gusto con el rojo elemento, concretamente en el que se basa en El pozo y el péndulo’, sin lugar a dudas, el más violento que hay en el metraje.

Por otro lado, también hay que destacar que, gracias a la fotografía y la ambientación, se nos mete de pleno en un relato de sangre, horror y desesperación. Esa misma desesperación por la que pasa Poe para poder encontrar con vida y salvar a su amada de las garras del siniestro villano. Un individuo que, gracias a su macabro juego, arrastra a Poe en un auténtico descenso a los infiernos.

Las interpretaciones resultan muy acertadas, especialmente John Cusack como Edgar Allan Poe. También destaca su compañero de reparto, Luke Evans como el Detective Fields. Ambos están metidos al cien por cien en sus respectivos personajes. Aunque tampoco puedo dejar a un lado al gran Brendan Gleeson (Capitán Charles Hamilton). Su interpretación es bastante convincente, salvo por ciertos detallitos sobre la conducta de su personaje. Aun así, este titán consigue una interpretación potente y lograda. Por su parte, Alice Eve (Emily Hamilton) tan sólo sirve como mera excusa para que Poe busque al asesino. En general, un buen reparto.

No me olvido tampoco de la dirección. McTeigue dirige con buen ritmo la trama y el guión. Seguramente, en manos de otro director, este proyecto habría sido carne de edición doméstica sin pasar por cines. No obstante, es cierto que el film tiene sus altibajos porque no estamos ante una película de actores ni de un gran guión. Estamos ante un producto totalmente hecho por y para el entretenimiento, y se nota en todos sus aspectos. Ahora bien, sus responsables se esfuerzan en ofrecer una cinta que no engaña a nadie y que se puede disfrutar.

Respecto al diseño de producción, hay que reconocer que la ambientación es muy buena. Las calles de Baltimore recuerdan a las míticas producciones de terror de los años 30 y 40 de los clásicos films de la Universal y las posteriores de la Hammer. Además, la fotografía resulta bastante acertada y, junto con la ambientación, hace funcionar todos los aspectos de la trama. Y, como también he comentado anteriormente, el toque final lo pone Lucas Vidal. El madrileño entrega una banda sonora trepidante que funciona tremendamente bien con lo visto en pantalla.

En conclusión.
Concluyo esta crítica de El enigma del cuervo, una entretenida cinta de suspense basada en el popular autor y en sus narraciones. El film aplica dosis de terror y gore bastante acertadas y sin excederse. Cuenta también con un ritmo trepidante, unas interpretaciones convincentes y un buen diseño de producción. Si tienen la oportunidad de verla pueden echarle un vistazo.

Tráiler de El enigma del cuervo

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