El contable 2
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Casi más de una década después, Ben Affleck vuelve a ponerse el traje del contable. Ya sabéis… alguien que lleva la “contabilidad” de la gente más peligrosa del planeta. Pero en su regreso está metido en un asunto personal para el que necesitará la ayuda de su hermano, Jon Bernthal. Llegó el momento de seguir haciendo números en ‘El contable 2’.

“La mayoría de la gente cuando ve imágenes confusas intenta encontrar un patrón. Algo que le dé un significado. Pero yo no soy como la mayoría” (Wolff)

Crítica de El contable 2

Casi 10 años ha tardado en ver la luz la secuela de El contable’. Hablamos de una de las cintas más sorprendentes de las que se estrenaron en 2016. El utilizar el autismo como una especie de superpoder y sus giros de guión convirtieron al film en un éxito: 44 millones de $ de coste y 152 de recaudación mundial. Además las ventas en formato físico también acompañaron. Todo esto llevó a sus responsables a tantear la idea de una segunda parte. Una secuela que se fue postergando en el tiempo por diferentes circunstancias y motivos personales. Pero, finalmente, las estrellas se alinearon para que la continuación se pusiera en marcha. Eso sí, esta vez la Warner Bros. se quedó fuera de la ecuación, siendo Amazon Studios la encargada de producirla. No obstante, Warner terminó llevándose los derechos de distribución en cines de forma internacional.

Lo más potente de la primera parte era su mezcolanza de géneros que navegaba entre el thriller, la comedia, el drama y la acción. A todo esto añadía unas dosis de violencia muy justas. ‘El contable 2’ mantiene parte de la esencia, pero la aborda desde el tono del cine de justicieros/venganzas. Aquí no hay una investigación profunda como en la primera entrega, sino un concepto de thriller de acción sin prisa pero sin obviar el ritmo. De hecho, los dos villanos son presentados en los primeros minutos. Esto permite a la historia meterse de lleno en lo que quiere contar: la relación entre Christian y su hermano Braxton. Ambos metidos ahora en una trama de personas desaparecidas. Por el camino se van introduciendo algunos giros de guión que aderezan más el argumento.

Gavin O’Connor vuelve a entregarnos una propuesta realmente competente. Una cinta capacitada y totalmente encaminada, desde sus primeros momentos, hacia lo que pretende contarnos en esta ocasión. O’Connor, como artesano capacitado, vuelve a demostrar su capacidad de mantener el interés. Y, por supuesto, nos regala grandes secuencias de acción. Destaca, especialmente, el espectacular tiroteo en Méjico que es muy similar al del film anterior… pero aquí es más abierto y cercano al western. Atención a la enorme, y compenetrada, coreografía de Affleck y Bernthal.

Parte de lo mejor de esta continuación es que no tiene necesidad alguna de presentarnos a los protagonistas. Básicamente repiten casi todos los implicados del film original (salvo Anna Kendrick). Quizás, por ello, la primera película tenía ese “algo” que la permitía destacar más con respecto a esta secuela. Una secuela que, globalmente, resulta inferior a su predecesora. En este sentido, Bill Dubuque vuelve a repetir en el guión. El guionista mantiene los elementos referentes a Christian Wolff que ya vimos en el primer film. El “contable” sigue siendo alguien metódico cuyo autismo le permite establecer claramente elementos de unión de forma casi sobrehumana. Sigue trabajando para tipos importantes y le sigue costando relacionarse con la gente (atención al concurso de citas). La acción deviene de sus habilidades para el combate cuerpo a cuerpo y de su capacidad para el manejo de diferentes tipos de armas.

Además de lo anterior, ahora la trama de Dubuque profundiza en la relación entre los hermanos interpretados por Ben Affleck y Jon Bernthal. Si el primer film tenía aquella “relación amorosa” entre Affleck y Kendrick, aquí se hace hincapié en dos hermanos totalmente distanciados. El primero consciente de que sus “clientes” son peligrosos. Y el segundo preocupado por él. Esto último le lleva a intentar acercarse. Tan es así que algunas de las mejores escenas lo son por la potente química entre Affleck y Bernthal. Ambos magníficos en sus respectivos personajes. Especialmente en el caso de Bernthal, que dota a su Braxton de un aura de un hombre preocupado, irascible cuando toca e incluso humorístico total. El actor demuestra así su enorme rango y abanico.

En cualquier caso, Dubuque reincide en ciertos “defectos” de su primer libreto. Me explico… hay varios elementos que suceden “porque sí”, tal y como ya pasaba en ‘El contable’. Allí, ciertas revelaciones eran demasiado increíbles de cara al desarrollo de la trama… pero eran perdonables. En cambio, en esta secuela, una de ellas roza ciertamente lo imposible e inverosímil de cara a cómo está presentada dentro del film. Así pues, se supera con creces lo que vimos en la primera película. En este aspecto parece que estuviéramos en el universo de ‘John Wick’ con explicaciones demasiado superficiales.

Al margen de los ya citados Affleck y Bernthal, también repite Cynthia Addai-Robinson como la agente Medina. Ahora es directora adjunta de la Agencia de investigación del Tesoro. Otro que también regresa es J.K. Simmons en su rol de Raymond King. Eso sí, apenas sale unos minutos al inicio del film. La que debuta en esta segunda entrega es Daniella Pineda como Anaïs, una asesina a sueldo que tiene en su punto de mira a algunos personajes. Hablar de Anaïs sería entrar en territorio spoilers. Pero, en cualquier caso, se puede decir que tiene una clarísima inspiración en el rol que desempeñó Pom Klementieff en Misión imposible: Sentencia mortal – Parte uno (Christopher McQuarrie, 2023), es decir, pocas palabras y mucho físico.

Y luego están los dos villanos de la cinta, Burke y Cobb, interpretados por Robert Morgan y Grant Harvey. El primero es un mafioso explotador de personas y está dispuesto a lo que sea necesario para que su negocio siga en pie. Y el segundo es un antiguo miembro de operaciones especiales metido a sicario. Cobb se dedica a limpiarle el terreno a Burke con su fusil de precisión para que todo siga su curso. También se encarga de subcontratar a esbirros para que le hagan parte del trabajo sucio. Tanto Morgan como Harvey dan en el clavo en unos roles de personas despiadadas y criminales de pura cepa.

En conclusión.
Acabo esta crítica de El contable 2, una continuación que mantiene elementos de la primera parte tanto para lo bueno como para lo malo. Aunque ya no resulta tan fresca y sorprendente como la original, tiene a su favor su dúo protagonista, Affleck y Bernthal, como uno de los aspectos más memorables de esta secuela. Y, por supuesto, las “explosiones de violencia” siguen siendo muy gráficas contando con la capacitada dirección de Gavin O’Connor.

Tráiler de El contable 2

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