El buen hijo
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¿Existe la maldad pura? ¿Se puede nacer malo? Este es el planteamiento que se nos presenta en ‘El buen hijo’ cuando conocemos al niño Henry. Su personalidad y acciones nos darán las respuestas. ¿Queréis conocerlas?…

El buen hijo

Crítica de El buen hijo

No sé cuántos recordarán esta película pero, personalmente, en mí dejó huella. Todo gracias a la sorprendente actuación de Macaulay Culkin. Esta es de esas películas que no son grandes precisamente por su elaborado guión o historia impresionante. Lo que la hace grande es lo sencillo del concepto y las geniales interpretaciones.

A estas alturas, el planteamiento de niño malo no le sorprenderá a nadie. Por poner un par de ejemplos tenemos La Profecía (Richard Donner, 1976) o La huérfana(Jaume Collet-Serra, 2009). Pero ninguna de estas películas se puede igualar a lo que ofrece ‘El buen hijo’. La primera porque la maldad encarnada queda establecida al tratarse del Anticristo, mientras que la segunda… bueno, hay que verla para saber de lo que hablo. ‘El buen hijo’ nos muestra lo que se supone es un niño como cualquier otro. Aquí no hay nada rebuscado. Se trata de personificar la maldad humana tras la aparente inocencia de la niñez.

Macaulay Culkin demuestra que se puede nacer malo. Su personaje de Henry es un ser frío, calculador y despiadado. No hay trasfondo a su razón de ser: no ha pasado un trauma, no ha sido abusado, no es olvidado por su familia. Sencillamente es así y punto. Habrá quienes no conciban esto. Sabemos que todos los seres humanos somos capaces de ser buenos y malos. Pero cuando alguien es malo se atribuye a que algo motivó esto. Ya sea una infancia marcada o que en el transcurso de su vida se descarriló. Sin embargo, ¿es esto del todo cierto?

Personalmente puedo dar fe de que nacer malo es posible. Al menos es lo que me ha quedado claro al ver cómo los niños son capaces de hacer barbaridades a animales. Y esto no lo digo porque me considere defensor de ellos… aunque, de hecho, no se debe maltratar a los animales. Me refiero a que cuando uno es niño, un animal te produce ternura o al menos curiosidad. No como he visto a niños maltratar perros por la calle. Es más, tan reciente como el día anterior de redactar este artículo me encontré con un niño que no llegaba los 7 años incitando a su perro a pelear con el mío. Por supuesto que habrá quienes digan: “Eso es culpa de la educación de sus padres”. Y razón no les falta, pero yo no creo que se necesite de un adulto al lado para tener esas ideas en la cabeza. Como mínimo es enfermizo.

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Pero si acaso consideran que porque pase esto con animales no quiere decir nada (mala cosa si se piensa así, no solamente porque se trate de animales sino porque luego es fácil llegar a pasar de esto a las personas…y ahí sí que se pone el grito en el cielo) creo que no es tan difícil conocer casos donde niños han sido capaces de lo peor con otros seres humanos. Historias no faltan donde se puedan encontrar sucesos donde han matado a otros niños. Lo que te lleva a personar: ¿dónde está la inocencia?…

El film te engancha tanto por el personaje de Henry como por el de Mark interpretado por Elijah Wood. Mark es todo lo opuesto a Henry. Es un niño cariñoso, educado y que nos llega al corazón por la carencia afectiva que tiene y que tanto busca. Precisamente por esto es que cuando vemos que trata de hacer todo de su parte por desenmascarar a Henry nos sentimos igual de impotentes que él cada vez que se le pone un obstáculo de por medio. El hecho de que además la película nos presente un clímax tan soberbio también ayuda a que siempre la recordemos.

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Conclusión.
En esta película queda evidente un refrán que se dice en mi país: “Árbol que crece torcido nunca jamás su tronco endereza”, aunque aquí se nos plantea desde la semilla. No me cabe la menor duda (al igual que la gran mayoría) que Culkin interpretó este papel para dejar claro que podía hacer algo completamente opuesto a lo que había interpretado en sus películas de ‘Solo en casa’. Y lo consiguió. Tampoco es necesario creer o no en los planteamientos del film. Lo que sí que quiero dejar claro ya al final de esta crítica de El buen hijo es que esta es una muy buena película que merece toda mi recomendación.

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