Cars 3
Comparte con tus amigos










Enviar

¿Qué pasa cuándo los viejos campeones son destruidos en el asfalto? Rayo McQueen siempre ha sido el número 1, a pesar de llevar la pegatina del 95 a la espalda, pero ahora esto ya no es así. Es el momento de la verdad para nuestro campeón y acelerar puede que ya no sea suficiente. Es el momento de… ‘Cars 3’.

“Un ganador. 42 perdedores. Yo desayuno perdedores… ¿Realmente decía yo eso?” (Rayo McQueen)

Crítica de Cars 3

Regresan los cochecitos del mundo deCars (John Lasseter y Joe Ranft, 2006). Y lo hacen obviando completamente todo lo sucedido en Cars 2 (John Lasseter y Brad Lewis, 2011). Quedó claro que entregar a Mate todo el protagonismo en una trama de espías alejada totalmente del universo presentado en el primer film, especialmente de Radiator Springs y de las carreras, no funcionó como se esperaba. No al menos a nivel emotivo. El económico ya fue otra cosa porque la secuela se fue hasta los 562.110.567 $ por los 462.216.280 $ del film original.

En consecuencia, ‘Cars 3’ ignora por completo ‘Cars 2’. Aquí estamos ante la secuela que la segunda parte debió haber sido y no fue, por lo menos a nivel argumental. Así pues, si ustedes no vieron “la continuación”, entonces, no pasa nada. Y no pasa nada porque para disfrutar de esta tercera película basta con haber visto la primera. Eso sí, esto es requisito imprescindible para sacarle todo el sentido a esta última (por el momento) entrega de la franquicia.

‘Cars 3’ vuelve a los orígenes de las competiciones de la Copa Pistón. Además aprovecha la ocasión para rendirle un merecidísimo tributo y homenaje a Paul Newman (1925-2008). En este sentido, hay que tener muy en cuenta que ‘Cars’ fue la última película en la que participó el mítico actor. Y participó poniéndole voz en la VO al viejo juez, doctor y competidor conocido como Doc Hudson. Sobre el mismo aquí se dice que “se ha ido” (se obvia decir que “ha muerto” pero queda clarísimo) y se le homenajea constantemente en la trama del film con imágenes y archivos sonoros de su voz.

En la trama se viene a representar ahora en la figura de McQueen lo que al viejo Hudson le sucedió en su momento, es decir, la retirada forzosa del viejo campeón que se ve superado por los nuevos valores. Ahora bien, McQueen, como buen conocedor de la historia de “Hornet” Hudson, se resistirá a ello. Y como prueba tenemos esta frase: “No quiero que me pase lo mismo que a Doc. Yo decido cuando se acaba”. A partir de aquí, somos testigos de una historia en la que se lucha por mantener y seguir haciendo vigente el legado. También se presentan nuevos personajes llevándonos de entrenamiento en entrenamiento, sin mucho más que aportar, salvo un giro final del cual se van dejando pistas bien claras a poco que uno preste la suficiente atención… no obstante, no deja de sorprender.

Todo lo anterior evoca claramente a films comoRocky III (Sylvester Stallone, 1982) con el campeón batido y buscando su nuevo sitio y moral en el mundo que ama y en el que se ha visto derrotado (incluso tenemos carreras de entrenamiento por la playa y todo). Por si fuera poco, ciertas simulaciones con máquinas, y sin ellas, recuerdan también a lo visto en Rocky IV (Sylvester Stallone, 1985). En este sentido, el realizador Brian Fee realizó un trabajo de campo para conocer las motivaciones de los mejores pilotos de NASCAR. Entre los pilotos con los que contactó destacó el cuatro veces campeón Jeff Gordon.

Comentar la animación en un film de Pixar empieza ya a no tener mucha historia pues la misma sigue en la excelencia. Teniendo esto en cuenta, poco se puede aportar a lo expuesto en críticas anteriores. Si acaso decir que en este film los fondos gozan de un factor de realismo increíble y casi podría llegar a decirse que, en determinadas secuencias, pareciera que los cochecitos se hubieran insertado sobre fondos reales. También mencionar (lógicamente) la espectacularidad de todas y cada una de las carreras del film. Carreras que nos son ofrecidas con diferentes planos y perspectivas para que no perdamos detalle ni tan siquiera de un derrape del nº95.

“Ka-Chow!”… El regreso de “Pegatinas”.

Antes de comentar la labor en el film de los nuevos personajes, cabe resaltar la recuperación de algunos del primer film con más o menos minutos. Lógicamente el protagonista de la función es Rayo McQueen (Owen Wilson). Tras verse derrotado y destruido en el asfalto ve peligrar su posición y legado, reducidos a meros productos de marketing para nostálgicos. De su voluntad y corazón dependerá el adaptarse a los nuevos competidores, o aceptar que ha sido superado.

Entre sus amigos volveremos a ver a Sally (Bonnie Hunt) apoyándolo en los malos momentos. También regresa Mack (John Ratzenberger) para seguir transportándolo de ruta en ruta con la ayuda de Luigi (Tony Shalhoub) y Guido (Guido Quaroni). Y, por supuesto, Mate (Larry the Cable Guy) no falta a la cita, pero sus minutos quedan muy reducidos (afortunadamente). Finalmente, también volveremos a ver a viejos competidores de Rayo como Cal Weathers (Kyle Petty) con un chasis nuevo dado lo que le ocurrió al final de ‘Cars’, o el avaricioso y presumido Hicks (Bob Peterson). Este último ahora presenta un programa sobre la Copa Pistón al lado de su preciado trofeo y siendo incapaz de olvidarse de Rayo…

Entre los nuevos personajes destacan los siguientes: Jackson Storm (Armie Hammer) es el moderno e irrespetuoso novato que irrumpe en la Copa Pistón. Storm obliga a la retirada de los más veteranos al no poder competir contra él. Sigo con Sterling (Nathan Fillion), el nuevo patrocinador y admirador de McQueen que cree qué sabe que es lo mejor para él. Obligadísima mención para Cruz Ramírez (Cristela Alonzo), la mejor entrenadora del circuito que es asignada por Sterling para que Rayo mejore sus prestaciones. Dejar claro que, nada más aparecer, Cruz pasa a compartir protagonismo con nuestro amigo “Pegatinas”. Ambos aprenderán buenas lecciones uno del otro.

Finalmente tenemos a otra cochecita llamada Natalie Certain (Kerry Washington) que es toda una experta televisiva en estadísticas de competición. Y ya para cerrar la parrilla nos queda Smokey (Chris Cooper), el antiguo entrenador de Doc Hudson. Ahora se convertirá en pieza clave en esta nueva aventura. Al mismo tiempo nos descubrirá parte del pasado competitivo de Doc.

En conclusión.
Finalizo esta crítica de Cars 3, un film cuya principal y destacada virtud es recuperar lo que muchos queríamos, esto es: el verdadero y real espíritu del primer film. Un espíritu que aquí se recupera volviendo a entregar el protagonismo a Rayo McQueen, a las carreras y manteniendo siempre en el recuerdo a Doc Hudson, uno de los personajes más destacados de Cars’. Además, esta tercera parte nos entrega la importante lección de que nuestro destino lo decidimos nosotros mismos luchando por conseguirlo. Como bien dice nuestro número 95: “Yo decido cuando se acaba” o como decía el tag-line de ‘Rocky Balboa’ (Sylvester Stallone, 2006): “Nada termina hasta que tú sientes que termina”.

Tráiler de Cars 3

Escucha nuestro podcast