Bats (Murciélagos)
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Los murciélagos han sido una buena fuente de inspiración para el terror desde los tiempos del Drácula original. Pero nunca habían sido los villanos tangibles hasta que, en 1999, en el auge de los efectos visuales y tecnologías animatrónicas, tuvieron una película que los convertía en germen de pesadillas para el público. ¡Cerrad puertas y ventanas! Porque los depredadores nocturnos se vuelven más letales que nunca en ‘Bats (Murciélagos)’.

“Personalmente, no me gusta que haya nada por encima de mí en la cadena alimenticia” (Jimmy)

Crítica de Bats (Murciélagos)

Si uno echa la vista a las críticas que ‘Bats (Murciélagos)’ recibió en su día, podría pensar que está a punto de visionar no solo el peor film de “creature feature”… sino también uno de los peores films de la historia. Pero nada más lejos de la realidad. Desconozco si los críticos esperaban encontrarse con una masterpiece, pero este, claramente, no era el caso. Comento esto porque, en ocasiones, ya no solo las expectativas sino también los ilusionantes objetivos, pueden llevar a más de uno a no entender lo que los responsables directos buscan con sus películas. Y ‘Bats’ fue concebida como una simple cinta para disfrutar con sus “bichos”. Nada más y nada menos.

Cuando, en su momento, vi los primeros spots en televisión, este film me picó enormemente la curiosidad. De todas las criaturas posibles para hacer una cinta de terror, o ‘creature feature’, los murciélagos parecían no tener ninguna oportunidad frente a animales más poderosos como los tiburones, las pirañas, los cocodrilos o los osos. Y esto no deja de resultar extraño, puesto que las “ratas voladoras” han sido fuente de inspiración para auténticas pesadillas e incluso del propio mito del vampiro (ojo al homenaje mostrando un cine local que exhibe el ‘Nosferatu’ de Murneua). Y eso fue lo que debieron pensar John Logan y Louis Morneau para realizar la película. A posteriori, el primero se convertiría en uno de los guionistas más importantes de la industria. Y el segundo consolidaría su carrera en la serie B y segundas partes directas a video.

‘Bats’ ofrece exactamente lo que la propia sinopsis expone. Esto es: unos murciélagos modificados provocando el caos y terror en un pequeño pueblo de Texas. A partir de ahí, la trama obliga al Sheriff y a unos expertos científicos a salvar el día acabando con los peligrosos animales ¡antes de que puedan propagarse por todo el país! Básicamente estamos ante una cinta de monstruos de los años 50 empaquetada como una cinta de estudio de los 90. Sorprendentemente, su presupuesto fue muy bajo (apenas costó 5 millones). Pero eso no fue obstáculo para que ser filmada con bastante profesionalidad. En este aspecto, me atrevo a decir que está bastante mejor que muchos films del mismo estilo realizados en décadas posteriores. Atención especial a los ataques de los “pequeños vampiros”.

El sabor que nos deja ‘Bats’ es un sabor totalmente añejo y con un aire totalmente desacomplejado. Esto último en cuanto a cuestiones y/o explicaciones posiblemente profundas o sesudas. Reitero que estamos ante una cinta de género de pies a cabeza. En fin, no sé qué pensaría la gente cuando se dispusieron a visionar la presente cinta. Además, Morneau sabe pergeñar varias y, ciertamente, tensas escenas con los animales del título. También consigue una atmósfera de pesadilla gracias a los constantes primerísimos planos de los propios murciélagos. En este sentido, ojo, porque, salvo los del inicio del film (que eran reales), la mayoría de los bats eran animatrónicos del equipo de KNB FX, antiguos empleados de Stan Winston. Por supuesto, tendremos escenas con ataques sanguinolentos que sufrirán algunos de los protagonistas.

Lógicamente aquí están presentes todos los habituales tópicos tan propios del género. Es obvio que Morneau y Logan beben de los elementos típicos de las cintas de terror de los 50, 60 y 70: un pueblecito americano, un Sheriff preocupado por el bienestar de sus paisanos, el típico científico especialista, el comic relief,… Estos son algunos de los ingredientes que el guión de John Logan presenta en su trama. Es cierto que no son el culmen de la originalidad, pero resultan ciertamente simpáticos y efectivos. Además, y en cierta medida, hay que agradecer que se busque un intento de tono serio a la hora de llegar al meollo de la cuestión.

Está claro que el mayor punto fuerte de la cinta son los murciélagos. Las “ratas voladoras” protagonizan momentos potentes a la hora de lanzar sus ataques. Sobre estos últimos decir que algunos de ellos resultan violentos y sangrientos. Además están filmados de forma agresiva. Aquí se utiliza la misma técnica que emplearía posteriormente David Thowny enPitch Black (2000). Como expuse anteriormente, muchas de las criaturas son animatrónicos y esto hace que, en algunas tomas, los murciélagos no sean tan satisfactorios como deberían en cuanto a su acabado y movimiento. Esto ocurre, especialmente, al inicio de la cinta con una escena con los personajes escapando de una bandada. En cualquier caso, creo que es perdonable. Posteriormente, en otras escenas, ya lucen mejor (el ataque al instituto o el clímax).

También me gustaría defender los aspectos técnicos del film. En esta producción vemos como, para ser una cinta con un presupuesto ciertamente bajo, la dirección y fotografía distan mucho de ser nefastas o pobres. Presten, por ejemplo, atención a como George Mooradian fotografía los atardeceres y las escenas nocturnas (olvídense de tapar con escasa luz a los bats del título). Además, la banda sonora de Graeme Revell no está nada mal incluyendo muy diferentes composiciones. De hecho, sorprende a la hora de incluir voces a modo de lamentos en varios segmentos de terror en el film… algo bastante impropio dentro de este tipo de cintas que, normalmente, cuentan con partituras más festivas. Y he aquí otra conexión con la citada ‘Pitch Black’, puesto que Revell también se ocupó de su banda sonora.

El reparto de actores cuenta con unos muy correctos Lou Diamond Phillips y Dina Meyer como el Sheriff Emmett Kimsey y la Dra. Sheila Casper. Sí, son unos roles architípicos… pero están bien llevados y con bastante sentido serio. Tal y como expuse antes, la película intenta tener algo de seriedad y esto permite a Lou y Dina estar alejados del tono festivo y ligero de otras cintas de género. En cualquier caso, tenemos un alivio cómico o “comic relief” en el personaje de Jimmy Sands, interpretado por el actor y rapero Leon. Pero incluso este rol tiene sus momentos de seriedad dentro del film. Aunque, en verdad, no deja de ser el enésimo personaje cachondo y pasado de vueltas que suelta varios chascarillos por minuto. En cualquier caso, resulta agradable tener a un personaje así dentro de esta producción.

También toca mencionar a Bob Gunton en un personaje, el Doctor McCabe, que dista mucho del científico loco de manual. Gunton elimina cualquier concepto disparatado y entrega una performance mucho más sobria. El “pero” es que no se dan muchas explicaciones de los motivos por los que crea a los murciélagos… más allá del típico “elemento armamentístico” del gobierno.

En conclusión.
Acabo esta crítica de Bats (Murciélagos), dejando a un lado la campaña de desprecio y desprestigio que este film ha cosechado a lo largo de los años, ‘Bats’ dista mucho de ser una abominación. Es una película más competente y entretenida de lo que, probablemente, mucha gente reconocerá. Una ‘creature feature’ que, a pesar de su bajo presupuesto, está bastante mejor llevada que otras producciones más festivas y caras.

Tráiler de Bats (Murciélagos)

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