Balada triste de trompeta
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Alex de la Iglesia vuelve a la carga tras su serie “Plutón BRB Nero” para la tele. En esta ocasión nos narrará la rivalidad entre dos payasos de un mismo circo, de como se van a ver las caras, todo ello con un telón de fondo ambientado en la guerra civil española y con un Francisco Franco de fondo metiendo más caña al tema.

Balada triste de trompeta

En 1.937, en plena guerra civil española, un payaso de un circo es reclutado a la fuerza en mitad de su actuación, por los milicianos. Con machete en mano montará una buena carnicería de sangre entre las filas del bando nacional hasta que por fin sea sometido y encarcelado. Su hijo crecerá sin padre, en la soledad. Su infancia e inocencia desaparecerán al momento. Pese a ello, él quiere ser payaso, como su padre, y su abuelo, seguir así la tradición familiar. Pero sabe que no va a ser el payaso alegre, que hace reír a todo el mundo, deberá ser el payaso triste, el que sufre las humillaciones del payaso alegre mientras los niños ríen. Al entrar a trabajar en un circo, conocerá a dos personas que cambiarán su vida para siempre: Sergio, otro payaso que se ha erigido como el macho Alfa de la manada que es el circo y Natalia, una bailarina que pertenece a Sergio.

Personajes:

No quisiera empezar sin antes comentar cada uno de los personajes que forman este triángulo de amor/odio que vemos en Balada triste de trompeta:

Javier (Carlos Areces): Su padre y antes el padre de su padre fueron payasos, como él aspiraba a ser. Su infancia ha sido muy dura puesto que no ha podido jugar y reir como un niño debería poder hacer, la guerra y el estar lejos de su padre se lo han impedido. No va a reir nunca pues el mero hecho de existir le duele y está por encima suyo. Necesita algo que le ayude a encaminar su vida, un objetivo que llevar a cabo. Todo cobrará sentido cuando conozca a Natalia, la balarina del circo que es novia de Sergio, el otro payaso del circo. Javier lo va a tener difícil pues físicamente no es muy agraciado y no sabe relacionarse de manera satisfactoria con otras personas. Ante un sufrimiento infinito intentará canalizar el amor rechazado por parte de Natalia en venganza hacia todos y todo.

Sergio (Antonio de la Torre): Como he comentado antes, es el macho alfa de la manada. Todos bailan y rien a su alrededor y quien no lo hace es marginado hasta la saciedad. Ni su propio jefe tiene agallas para echarlo pues sabe que su papel de payaso es el que sustenta, practicamente, al circo entero. Su caracter es violento y cuando se emborracha pierde el control y arrolla a todo el que le contradice. Solo parece saber respetar a los niños, a quienes adora incondicionalmente. Tal vez porque se ve reflejado en ellos o tal vez porque son quienes le dan de comer. Cada vez tiene más paranoias sobre su chica, Natalia, con Javier, el otro payaso. O tal vez no sean paranoias.

Natalia (Carolina Bang): Natalia es una bailarina del circo y es la chica de Sergio. Sabe que los maltratos de Sergio hacia ella van a acabar pasándole factura tarde o temprano. Sabe que algún día será tarde para volver hacia atrás. Pero no acaba de ver otra opción en su vida. Creyéndose destinada a acabar pasando una mala vida junto a Sergio, verá como todo cambia cuando aparezca Javier. Es el único que no teme a Sergio, es tranquilo y a su lado se siente segura. Sin saber bien qué hacer, bajo su manto de ambigua muchacha, Natalia va a padecer más de lo que hubiera imaginado, sobre todo cuando los dos «payasos» hagan chocar sus espadas por ella.

Balada triste de trompeta

Valoración:

Álex de la Iglesia es un director muy peculiar. Todo lo que hace y rueda es sin temor ninguno, a su manera. Si te gusta bien y sino tres piedras. Y eso casi que lo aplicaría a todo su catálogo salvo a “Los Crímenes de Oxford” que es la más “normalita”. El caso de “Balada triste de trompeta” no es diferente del groso modo de sus creaciones. Estamos ante una comedia dramática con sus puntos, sin desperdicio alguno, pero no apta  para todos los espectadores. Sinceramente, no me imagino a las grandes masas viendo dicha película. Conjuga mejor con los fieles del director, los que aprecian su estilo y no se pierden una del Bilbaino.  Digo esto porque la mezcla tan peculiar de drama con comedia, agitado con toques de humor negro tan característicos de Alex no son aptos para todo el mundo. Y dicho esto vamos a entrar un poco más a fondo en materia. Los actores con los que ha contado en esta ocasión no son, para él, desconocidos pues con muchos ya ha trabajado en otras películas o en su último proyecto, la serie “Plutón BRB Nero”, en la que contaba con actores como Carlos Areces o la propia Carolina Bang. Todos cumplen a la perfección con su papel. Papel nada fácil porque los personajes que se desarrollan en la mente de Alex de la Iglesia suelen ser bastante estrafalarios y al ser encarnados en el cine, se debe hacer uso de todas las cualidades que el actor posea.

Balada triste de trompeta

Algo que me ha gustado mucho de la cinta es la ambientación, en plenos años 70, con fotogramas reales sobre el franquismo insertados ayudando más al espectador a ponerse en ambiente. Igual que la música. La música de “Balada triste de trompeta” es un personaje más y cobra vida en los momentos más relevantes pasando a ser uno de los puntos más fuertes de la película sin lugar a dudas. Por lo demás, comentar que es un film bastante cafre. Ver como dos payasos se hacen más agujeros que un colador con sendas metralletas o con un machete se lían a repartir leña es lo que veremos. Sin lugar a dudas otro acierto de Alex de la Iglesia, que sabe dar al espectador mayorcito lo que busca, no presuntos films revolucionarios que se quedan en revuelta más que en revolución. Como decimos, un film muy gamberro, sin complejo alguno y sobre todo la vuelta al Alex de la Iglesia más fiel a si mismo y menos comercial que en sus últimas ocasiones. Si quieres ver algo diferente a lo que viene siendo la cartelera en los últimos meses, “Balada triste de trompeta” puede ser tu película.

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