007 Al servicio secreto de su Majestad

James Bond inicia una serie de encuentros con una joven llamada Tracy al intentar salvarla, muy posiblemente, de sí misma. Toda vez que el padre de la dama, Draco, llama a filas a Bond, este hace un doble trato como agente secreto y hombre potentado. Draco le proporcionará los contactos para atrapar al villano Blofeld… y Bond iniciará un acercamiento al corazón de Tracy con la misión de hacer de ella una mujer casada. (Cineycine).
“¿Por qué insiste usted tanto en rescatarme, señor Bond? Teresa era una santa, yo me llamo Tracy. La gente que quiere seguir viviendo no se arriesga. Espero que valga la pena…”. Una nueva misión, un nuevo Bond y un nuevo comienzo. Todo eso y mucho más en ‘007 Al servicio secreto de su Majestad’.
“Al otro Bond nunca le pasaba esto” (James Bond)
Crítica de 007 Al servicio secreto de su Majestad
Ni por todo el dinero del mundo aceptó volver Sean Connery después de renunciar a su licencia para matar en ‘Solo se vive dos veces’ (Lewis Gilbert, 1967). El principal motivo fue su descontento por el inmovilismo de la saga. Así pues, el elegido para remplazarle fue el totalmente desconocido George Lazenby. El cual vivió un alzamiento y fin de trayecto en apenas un par de años. Su epitafio en vida, recordando sus propias palabras en 2012, fue: “Quería ser James Bond, pero no pude vivir a la manera de James Bond”. Y eso a pesar de ser el primer, y único, actor que dio vida a 007 que obtuvo una nominación en premios de categoría por ello. Esto sucedió en los Globos de Oro de 1970. Lazenby vio, equívocamente, que Bond representaba lo más conservador de la sociedad y acabó por abrazar el estilo de vida hippie.
‘007 Al servicio secreto de su majestad’ elevó el presupuesto asignado para su filmación hasta los 7 millones de dólares. La película se rodó entre octubre de 1968 y junio de 1969 en Suiza, Portugal y Austria, principalmente. El film tuvo su estreno en salas de Reino Unido el 19 de diciembre de 1969. Sorprendentemente, y para lo que tardaban en llegar los estrenos a nuestro país en aquellos tiempos, aquí solo esperamos al 22 de diciembre de ese mismo año para verla en Barcelona y Madrid.
El director elegido para esta entrega número seis fue Peter R. Hunt, un curtido especialista de segunda unidad en la franquicia. A destacar de su labor su excepcional trabajo en cuanto a la acción. Esto último era algo que ya se le debía presuponer habiendo sido el responsable de la misma en anteriores entregas. También sobresale su bien llevado timing de drama e incluso su atrevimiento visual en algunas escenas de transición. En cuanto al guión, el ya licenciado Richard Maibaum firmaría en solitario el libreto. Eso sí, con anotaciones adicionales para los diálogos a cargo de Simon Raven.
En líneas generales, ‘007 Al servicio secreto de su Majestad’ hace honor a lo bueno y malo que evidencia su importante duración ¡más de dos horas y veinte de metraje! Lógicamente tiene un bajón de ritmo, toda vez que Bond es descubierto bajo la identidad de Sir Hilary Bray (George Baker). Y esto no era nada difícil cuando comienza a encamarse con toda la troupe de mujeres del mundo que habitan en la propiedad de Blofeld. En esos momentos la cinta entra en un breve tedio. Un tedio tan solo roto por el clásico momento de captura de Bond y su huida del recinto del villano. Camina claramente el film por largos senderos en relación a su metraje. Pero, también, por otros dignos de elogio e, incluso, inesperadamente arriesgados. Uno de ellos sería la cita en la plaza de toreros animadores en Portugal…
En donde sí que da todo lo prometido a nivel visual es en las descomunales localizaciones reales. Entregado con creces un crescendo de acción que se siente realmente peligroso y muy bien rodado. No obstante, en las set-pieces debemos resaltar el error de acelerar las peleas… sobre todo en los enfrentamientos entre Bond y dos de los guardaespaldas de Draco. Otra pieza mejorable es la escaramuza inicial en la playa. Allí su hipnótica belleza de atardecer marino queda mermada por la torpeza de dicho error en los combates. Y esto resulta del todo ridículo dotando a las mismas de una falsedad circense innecesaria.
Lo más valiente de la propuesta es su guión, un libreto del ya citado Richard Maibaum. Especialmente su decisión de ir ir más allá de la momentánea conquista de “chica Bond” personificada en Tracy. Tal y como bien recalca el film, ella es la salvadora del alma de James Bond. Todo ello ya estaba en la novela homónima de Ian Fleming. El inesperado, y abrupto final de su relación, abrió un nuevo universo para el personaje. Y esto lo supieron retomar muy bien sus creadores en las aventuras de Daniel Craig como 007. Culminando en la imprescindible ‘Sin tiempo para morir’ (Cary Joji Fukunaga, 2021).
Además de ese drama, y la ya citada acción en escenarios reales, remarcaremos los bien llevados guiños cómicos. El ejemplo perfecto es la frase que abre esta review con 007 mirando a cámara y soltado su línea de diálogo más recordada: “Al otro Bond no le pasaba esto”. O el remate cuando se recuerda el camino trazado por otras cintas del agente secreto cuando 007, en un ataque de orgullo, decide presentar su renuncia como agente secreto y seguidamente procede a recoger su despacho… Así pues, ‘007 al servicio secreto de su Majestad’ es, sin duda, una recuperación de la mejor esencia Bond. Sobre todo de la imponente e imprescindible ‘Desde Rusia con amor’ (Terence Young, 1963). Y así debe ser reivindicada.
En los aspectos técnicos, la impresionante e imponente fotografía glacial en los escenarios reales del Pico Victoria y alrededores fueron firmadas, como el resto del film, por Michael Reed. Hablamos de un habitual de Peter R. Hunt en dichas labores. Tras la batuta musical estaría nuevamente John Barry. Aunque ¡ojo! aquí no hay canción Bond propiamente dicha. El tema es reemplazado por la bellísima “We Have all the Time in the World”, una canción escrita por el propio Barry con la voz del inolvidable Louis Armstrong.
El reparto reduce las caras conocidas y se centra más en alzar a varios nombres propios. Destaca el soberbio trabajo de George Lazenby. Indudablemente resulta más joven, ágil y hambriento que el ya acartonado, por aquellos años, Sean Connery. Ante todo, debe resaltarse su labor en la tremenda vulnerabilidad emocional que demuestra cuando va cayendo preso del embrujo y amor por Tracy. Deja así de lado la habitual coraza Bond para con el género femenino… De alabar también es la sentida, poderosa y bella recreación de Diana Rigg como la Condesa Teresa “Tracy” Draco. Ojo a como acude a salvar a Bond en el pueblo navideño tras su huida de la fortaleza y a su enamorada secuencia en el establo. También sobresale un soberbio y maquiavélico Telly Savallas sustituyendo a Donald Pleasence en la piel de Blofeld, el eternamente revisitado villano de Bond de las mil caras.
Por otro lado está la insidiosa y reptiliana labor de la ineludible Froilan malvada que trabaja para el villano. Aquí a cargo de Irma Bunt (Ilsa Steppat). Por su parte, Gabrielle Ferzetti desempeña el papel de Draco, un padre preocupado por su hija y porque está no olvide visitarlo en su cumpleaños. George Baker es Sir Hilary Bray en un inenarrable papel como un aburridísimo director del heráldico británico. Respecto a los habituales decir que sus apariciones quedan prácticamente en cameos. Son los casos de Bernard Lee (M), Louis Maxwell (Moneypenny) y un Desmond Llewelyn (Q) sin trabajo por dos motivos: la falta de gadgets para la misión de infiltración y el inusual cuidado que Bond tiene en esta ocasión del coche asignado.
“Incluso para 007 es una tumba suficientemente profunda” (Blofeld)
En resumidas cuentas.
Acabo esta crítica de 007 Al servicio secreto de su Majestad, una cinta descubierta como una injusta entrada y salida del más que solvente George Lazenby como el nuevo 007. Una película claramente arriesgada en su propuesta dentro del universo Bond. Su duración y balance historia/acción podrían haberse ajustado para alzarla definitivamente al olimpo de las mejores de Bond… pero, aun así, es indudable su impacto como revolucionario intento por ir más lejos en la saga y romper con el esquema clásico y las expectativas del fan de 007. De visionado obligado para seguidores de la saga.
Tráiler de 007 Al servicio secreto de su Majestad
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