Es que me aburre todo esto ya. El Doctor tiene toda la razón del mundo al ironizar sobre el interés de esas múltiples secuelas de Watchmen, ¿realmente importa nada de lo que nos vayan a contar?, ¿van a enriquecer, ya sea mínimamente, el cánon de Moore? La jugada comercial está clara y, desde un punto vista de vista empresarial lo veo respetable y hasta inevitable pero, como lector, cada vez me agotan más los temas superheróicos.
Entre otras muchos temas, Moore, con toda esa pinta de shamán loco que tiene, ha declarado ciertas cosas que, a mi juicio, son muy acertadas, a saber: el guionista dice que el actual modelo de publicación de cómic de superhéroes no deja de ser un refrito continuo de lo que Stan Lee, entre otros, renovó en los sesenta para trascender una anquilosada Edad de Oro que era necesario enterrar. Lo que Moore propuso con sus obras es una adecuación a los nuevos tiempos, mediante unas propuestas tendentes a la deconstrucción, que ya iba iba siendo necesaria desde esos sesenta. El problema fue que le entendieron mal y todo se llenó de tipos parafascistas con los dientes apretados.