Pues no es por nada pero las críticas no la están poniendo mu bien...(menos mal que nunca me he fiado de las críticas y sus absurdos críticos...)
SPIDER-MAN 3
LA SAGA SPIDERMAN COMIENZA A DEJAR VER MUESTRAS DE AGOTAMIENTO CON AL PEOR DE LAS TRES ENTREGAS DE LA FRANQUICIA HASTA LA FECHA
La saga Spiderman contempla su primer sonado revés creativo con la tercera entrega, que debería ser la conclusiva, pero que no va a serlo ni por asomo a poco que la taquilla acompañe en términos semejantes, que acompañará, a las dos entregas anteriores. La nueva ración de aventuras del hombre araña se mueve entre los mismos hándicaps de la tercera parte de las andanzas mutantes de los X-Men: fórmula que pide aire por principio de agotamiento, simplificación raquítica del meollo taciturno y sentimental, tropel de villanos insertados mediante embudo, guiños insostenibles a los fans introduciendo roles característicos del cómic que, sacados del contexto, surten un efecto florero (caso de Gwen Stacy /Bryce Dallas Howard) y cantidad de de guiños cómicos infantiloides muy mal avenidos con los contrapuntos humorísticos de la segunda entrega.
Spiderman 3 es una película de frases hechas, diálogos-patrón, de un rudimentarismo fast food decepcionante, orgía digital sin freno de mano, que vuelve a las andadas del primer episodio caminando casi siempre tres pasos por encima de las posibilidades reales de la CGI, a costa de un acabado visual de mando y consola. Buenas noticias, se supone, para la platea adolescente y malas, o peores, para el adulto recién llegado, ateo de las tiras cómicas, que se iba dejando llevar por la inercia ganadora de dos primeras partes apuntaladas sobre las bases de un guión escueto y elemental cincelado desde el equilibrio de los diferentes componentes del cóctel, que no se pavoneada de nada que no fuese de su convivencia feliz entre las convenciones espectaculares (e hiperdigitales) del cine de acción, el buen humor y una exposición de tribulaciones, rencores, y follones sentimentales presentable y dramáticamente estimable.
Spiderman 3 cambia de tercio a expensas de un libreto sin brillo, que pule todas las puntas que las entregas anteriores hubieran dejado afiladas con una fórmula gris y vulgarizante que no disimula a la hora de actualizar su propuesta: dicen que Superman Returns no arrasó porque daba respiro y porque no era un vendaval de explosiones y piruetas aéreas non stop. Raimi abunda en esa línea descuidando sin rubor la dramaturgia y el talle bidimensional de sus entrañables personajes (no ayuda nada la tradicional insípida parsimonia de Maguire o, sobre todo, la del desastroso James Franco) apostando por un Peter Parker antipático, narcisista y con un hervor psicológico o dos de menos, sin la mitad de carisma de sus proyecciones previas, por un catálogo de malvados de salón y sin atrezo y, sobre todo, por marginar el drama en un segundo plano, consumido por el ritmo de un relato que tiene siempre prisa por alcanzar sus puntos de inflexión digitales, por los cielos neoyorquinos, con el justiciero enmascarado dándose de bofetadas con los malos o simplemente exhibiendo su filantropía ejemplar. Spiderman 3 no es, ni accidentalmente, el giro de la saga hacia el lado oscuro que los trailers y la campaña promocional se han empeñado en vender: es un producto de acción pixelada corriente y moliente, que baja sensiblemente la media global de la franquicia.
Roberto Piorno
lo mejor Los efectos visuales, cuando no empachan.
lo peor Un paso atrás kilométrico en el contexto de la franquicia.