Wonder Woman: Número 8
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Comentario de Wonder Woman: Número 8.

Llegamos a la recta final de la etapa de Brian Azzarello/Cliff Chiang en el cómic de la tercera integrante de la “Trinidad DC”. Además de buscar a Zola, el Primogénito se libra de Apolo y ahora se hace dueño del monte Olimpo. Es por esto que toca recuperarlo. Por ello Diana y sus aliados toman la iniciativa en Wonder Woman: Número 8.

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Valoración.
Lamentablemente llega el momento de comenzar a prepararnos para ir despidiendo al gran equipo formado por Brian Azzarello y Cliff Chiang. Esto es porque este tomo es el penúltimo que tendremos de ellos. Así pues, hay que disfrutar cada viñeta y cada página. Algo sumamente fácil de hacer ya que la calidad, como de costumbre, sigue al mismo alto nivel de siempre.

Este número incluye grapas que cuentan dos historias: la búsqueda de Zola y Zeke (además de mostrar dónde se encontraba) y Primogénito en el Olimpo. La parte de Zola es la más breve en realidad ya que funciona como motor para dos situaciones. Por un lado, la seguidora de Primogénito (Cassandra) buscando a un dios que le ayude a encontrar Olimpo, y por el otro Wonder Woman y compañía buscándola.

Puede que la parte de Zola no parezca importante pero pronto te das cuenta que lo es. ¿El motivo? Se trata de ver cómo Diana, nuevamente, consigue unificar la familia que ha creado. En este caso, además de los ya conocidos Hermes y Hera, ahora también se incluye a Artemisa. ¿Quién lo iba a decir? La misma diosa que en su momento se enfrentara a Wonder Woman ya que interfería en sus planes de conseguir a Zeke a petición de su hermano Apolo…

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…y hablando de Apolo. El dios del sol se lo está pasando a lo grande celebrando su victoria sobre Primogénito. Así que se dedica a torturarlo. Solamente parará y lo liberará es si este le jura lealtad y acepta su reinado entre el panteón de dioses. Pero poco le va a durar la fiesta cuando este se libere. Y es aquí donde sucede lo más importante ya que dependerá de Wonder Woman y compañía hacerle frente.

Cabe mencionar la transformación de Primogénito. Básicamente pasa por dos etapas físicas. Siendo la final (estando en carne viva) como resultado de la primera a manos de Apolo. Esto hace del personaje uno que cambia también (en cierta medida) en cuanto a personalidad y hasta con nuevos poderes haciendo de él alguien a quien temer. Y eso, que ya lo fue en su momento pero su naturaleza despiadada se eleva a otro nivel.

No hablaré de la calidad del argumento de Brian Azzarello porque ya lo he comentado antes. De igual manera pasa con el arte de Cliff Chiang. Lamentablemente donde falla es cuando quien toma los lápices es Goran Sudzuka al final. Realmente te saca del cómic. Pero bueno, es llegados al final y ya no se vuelve a repetir más en el siguiente (y final) número.

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Conclusión.
Como recta final de la etapa de este equipo creativo notamos lo que supone este Wonder Woman: Número 8. Se trata de ir colocando todos los elementos en su lugar para lo que queda: el gran enfrentamiento y final para la etapa de Azzarello. Aun así nos encanta lo que tenemos y lo disfrutamos como siempre. Más que nada porque tenemos a una Diana que demuestra su liderazgo, varios enfrentamientos importantes y unas cuantas sorpresas.

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