Persépolis, el cómic
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Comentario de Persépolis, el cómic

Tomando el nombre de la antigua capital del imperio persa, la autora iraní Marjane Satrapi nos relata su vida en Irán y cómo el régimen fundamentalista islámico la llevó a tener que abandonar su tierra. No estamos ante una novela gráfica más, sino que nos ofrece una visión única de un país que para la mayoría de nosotros sigue siendo un completo desconocido.

«No olvides nunca quién eres ni de dónde vienes».

La autora.
Marjane Satrapi es hija única de una familia de Teherán de noble descendencia. De hecho su bisabuelo, Ahmad Shah, reinó en Persia hasta 1925, año en que fue depuesto.
Marjane recibió desde bien pequeña una educación propia de su estatus social, estudiando en el Liceo Francés de Teherán hasta que lo cerraron tras la revolución de 1979. Fue a partir de entonces que ella y su familia tuvieron que asistir impotentes a la islamización del país y al recorte sistemático de las libertades individuales. Después llegaría la represión del régimen y la guerra contra Irak, que aún hundió más al país en la miseria. Por ello en 1983 sus padres deciden enviarla a estudiar a Viena para que pueda completar su educación.

Tenía 14 años y no hablaba alemán, pero consiguió completar los estudios y regresar a Teherán para poder estudiar Bellas Artes. El contraste entre lo que había vivido en Europa y lo que le ofrecía Teherán fue demasiado brusco, quizás por ello decidió viajar a Francia donde finalmente se estableció. Fue allí donde se introdujo en el mundo del cómic de la mano del guionista y dibujante David B., que la animó a contar su infancia vivida en Irán. Es así como nació Persépolis, el cómic; una autobiografía agridulce que arranca en los tiempos del Sha de Persia y nos transporta a través de los años tumultuosos que formaron el actual Irán.

La obra fue publicada en cuatro volúmenes, aunque actualmente puede encontrarse también en un tomo único, y fue premiada con varios galardones, entre ellos el Prix du Lion de Bélgica. En el año 2003 Marjane Satrapi volvió a ofrecer una muestra de su estilo y talento con ‘Bordados’, y más recientemente nos ha vuelto a sorprender con su comic ‘Pollo con ciruelas’.

Valoración.
Lo primero que nos llama la atención de ‘Persépolis’ es que es una novela gráfica que puede ser disfrutada bajo un doble prisma. Por un lado plasma la visión única y personal de su autora durante los muchos años que vivió en Irán, pero también ofrece un interesante análisis de la sociedad iraní, de su vida política y de cómo la religión subyugada al poder es capaz de destruir los valores de un pueblo.
Generalmente tendemos a pensar que la mejor forma de aprender la historia de un país es leyendo un libro o incluso viendo una serie de documentales. Pero la verdad es que Marjane Satrapi nos recuerda que hay una tercera vía a la postre más entretenida y efectiva, el comic. Y el modo en que lo consigue es sencillo pero no simple, en algunas ocasiones nos arranca una sonrisa y en otras una mueca de tristeza, todo mediante un dibujo espartano con una amplia gama de contrastes.

Es un estilo gráfico que viene como anillo al dedo a la historia que se nos relata, porque lejos de lo que podamos pensar Irán es precisamente un país de contrastes, y la visión de la autora pertenece a un lado del espectro, el de la hija de familia acomodada que vive su infancia durante los últimos años de la dictadura del Shah de Persia. Sería francamente interesante conocer también el punto de vista que pudiera haber tenido un niño del barrio más pobre de Teherán. En cualquier caso Satrapi vivió una revolución que prometía democratizar el país pero que finalmente lo convirtió en un régimen donde las autoridades religiosas poseen el control absoluto de la sociedad. Y es en ese contexto social donde radica el principal interés de la novela, porque nos muestra cómo los valores y la riqueza cultural de la sociedad iraní fueron ahogados por el yugo del integrismo religioso.

La mayoría de gente tiende a creer que la cultura iraní se limita a los velos y los burkas, que el odio a lo occidental domina todas las facetas de la vida. Y nada más lejos de la realidad, gracias a la lectura de esta obra podemos alcanzar a comprender que los ciudadanos iranís son en realidad personas corrientes atrapadas en una espiral de odio y represión por culpa de sus autoridades. Y se hace patente que los velos podrán tapar el pelo pero no las ideas y los sentimientos. A veces la rebeldía se plasma en pequeños detalles, como un velo que no acaba de tapar el pelo o unos centímetros que muestran más piel de lo debido. En otros casos el pueblo iraní se refugia en su hogar para disfrutar en secreto de aquello que las autoridades le prohíben. Y es al contemplar este panorama que comprendemos por qué los padres de Satrapi decidieron mandarla a Austria, obligándola a renunciar a su tierra y dejando atrás todo lo que ama.

Conclusión.
Sólo me queda recomendar esta novela gráfica a todo aquel que desee echar un vistazo a la sociedad iraní alejándose de los clichés y tópicos que tanto nos contaminan. No puedo prometer que sea una visión agradable porque la pérdida de libertades y la anulación del individuo no son plato de buen gusto. Pero sí prometo que al pasar la última página miraréis a aquellas gentes con otros ojos y con otros sentimientos. Y para los que sean reticentes a un medio impreso como es el comic, siempre quedará a adaptación cinematográfica de Persépolis que se realizó en 2007, dirigida por la propia Marjane Satrapi. Porque si hay algo que pueda igualar la grandeza de este cómic es su película.

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