Una historia real
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Basada en hechos que ocurrieron realmente, nos llega una colaboración en la gran pantalla entre dos intérpretes destacados actualmente: Jonah Hill y James Franco. Dirige el novato Rupert Goold que nos invita a investigar y descubrir la verdad en… ‘Una historia real’.

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Crítica de Una historia real

El 19 de diciembre de 2001 se encontró el cuerpo de un niño de cuatro años flotando en una hidrovía en Waldport, Oregon. Tres días después se encontraba el cuerpo de su hermana, de tres años de edad. El día 27 se hallaban los cadáveres de una mujer y de otra niña de dos años. Se trataba de la esposa y de los tres hijos de Christian Longo, detenido cerca de Cancún el 13 de enero de 2002 y reportado a Houston, Texas. Allí sería condenado a pena de muerte en 2003.

Por otro lado, el reputado periodista Michael Finkel, colaborador habitual de “The New York Times”, era despedido fulminantemente de la publicación. Finkel fue puesto en la calle después de demostrarse que había falseado un artículo entorno a la esclavitud en el África actual. Christian Longo se había hecho llamar Michael Finkel durante su estancia en México. Cuando el Finkel real se enteró, fue a verlo a prisión. Se iniciaban así una serie de entrevistas que darían lugar a la posterior publicación de ‘True Story’.

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La historia real de la relación entre Finkel y Longo es, cuanto menos, fascinante ¿verdad? Lástima que para su traslado a la gran pantalla el resultado haya sido algo tan anodino como es ‘Una historia real’. Hasta el día de hoy, Rupert Goold había dirigido dos capítulos de un par de miniseries. Por su parte, el guionista David Kajganich cuenta en su currículum con los libretos de ‘Invasión’ (Oliver Hirschbiegel, 2007) y ‘La masacre de Town Creek’ (Joel Schumacher, 2009). ‘Una historia real’ podría haber sido tanto un potente thriller como un estupendo drama. Sin embargo, el jugar entre esos dos géneros es el principal hecho por el que la película no llega a ser aquello a lo que aspiraba.

Quedan claras las intenciones de Kajganich en tanto en cuanto a la historia que quiere contar: un tour de force entre el bueno y el villano, entre el periodista sin escrúpulos y el asesino narcisista. El error radica en la forma en que este enfrentamiento se nos presenta. Aquí tenemos un versus carente de tensión y sin el aporte dramático necesario que nos haga empatizar con los personajes.

James Franco hace todo lo que puede, repite tics de cariz oscuro que ya le hemos visto más de una vez para acabar convirtiendo su interpretación en una suerte de cara nublada. Su mirada perdida puede llegar a perturbar un rato, pero acaba cansando. Jonah Hill simplemente está. Estamos acostumbrados a que su figura brille como secundario en otras películas, siendo su papel protagonista en ésta algo que le queda grande. Tal vez por un problema de dirección o ya sea porque su personaje en el papel no acababa de estar del todo matizado. Pero el caso es que su caracterización como periodista únicamente interesado por el éxito y a su vez abrumado por el mismo no acaba de cuajar.

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En conclusión.
Termino ya esta crítica de Una historia real, una película que se queda corta en cuanto a tensión. Por consiguiente, se convierte en un drama judicial más. Nunca llega a ser la película sobria y potente que se espera al conocer la terrible historia real en que se basa.

Tráiler de Una historia real

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