Tron
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Esta fue una gran película totalmente adelantada a su tiempo. Ganó dinero, pero no ganó todo lo que se esperaba para lo que ofrecía… ni muchísimo menos. Cierta complejidad argumental en el uso de determinados conceptos, las referencias a otros films y otra serie de circunstancias… hicieron que este film, aún siendo una película para todos los públicos producida por Disney, no llegara a conectar con la gran mayoría de espectadores. Fue sin lugar a dudas la obra de un visionario. Un visionario como Steven Lisberger que, finalmente, quedó atrapado en ‘Tron’.

“TRON es un programa de seguridad que revisa los contactos entre el nuestro y los demás sistemas. Si encuentra algo que no está registrado lo bloquea” (Alan)

Crítica de Tron

Tal y como he afirmado en la introducción, esta fue una película muy adelantada para su tiempo, demasiado. Y no sólo por sus espectaculares efectos visuales, sino también por su argumento. Parte del mismo hace referencia a videojuegos de recreativas, ordenadores, programadores, programas, antenas input-output, bits,… Estos eran conceptos que en pleno 1982 para nada llegaban a todo el público, sólo a una pequeña minoría (incluso hoy en día no creo que sean accesibles a la mayor parte de la población). En consecuencia, el target del espectador que podía disfrutar plenamente de ‘Tron’ era (y es) muy limitado.

‘Tron’ se presentaba como una cinta para todos los públicos, pero si a un adulto se le escapaba todo lo que ofrecía, entonces, ¿Cómo no se le iban a escapar a un niño? En mi caso, vi la película cuando era poco menos que un mocoso y salió en VHS para alquiler. Siendo sincero, ¡no me enteré de nada y me pareció muy aburrida! Sin embargo, su aspecto visual se me quedó grabado y decidí recuperarla ya adulto. Fue entonces cuando realmente disfruté de este maravilloso film en toda su plenitud.

En el universo de ‘Tron’ no sólo encontramos referencias a computadoras o recreativas… la mente de Lisberger fue mucho más allá. Así las cosas, en ‘Tron’ es posible encontrar referencias a otros films e incluso referencias bíblicas. Por ejemplo, en la película podemos apreciar claras influencias de dos míticos films de Stanley Kubrick como son: 2001 (1968) y Espartaco (1960). Si en la odisea teníamos a HAL 9000, en ‘Tron’ tenemos al Control Central de Programas. Y si en la cinta del esclavo rebelde teníamos a los gladiadores en ‘Tron’ está la rejilla de videojuegos en la que son encarcelados los viejos programas para que participen en juegos mortales como último fin a su existencia. De esta forma, los viejos programas se convierten en inesperados gladiadores.

Por otro lado, también es clarísima la fuente bíblica y/o mesiánica. La misma está representada en la fe ciega que los programas tienen sobre la existencia de sus programadores. A esto le suman la creencia en el hecho de que estos, algún día, los liberarán del poder dictatorial del CCP.

Dejando fuentes y referencias al margen, ‘Tron’ es un espectáculo visual inigualable. La película fue rodada con la técnica del “contra-luz”, acuarelas de fondo y 20 minutos de imágenes generadas por ordenador que era algo insólito para la época. Tan perfectos resultaron sus efectos especiales y visuales que la Academia se negó a nominar a ‘Tron’ para el Oscar a los mejores efectos especiales. Los anticuados integrantes de la Academia consideraron que el uso del ordenador era como un “truco”. Una especie de “trampa” que daba ventaja al film con respecto a sus competidoras… Dejando esa “anécdota” al margen, puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que nunca se había visto en cines nada como ‘Tron’. Si no la habéis visto… corred a verla porque os estáis perdiendo un film único en la historia del cine.

Lo comentado lleva a considerar a ‘Tron’ la obra de un visionario. Este adjetivo se usa en la actualidad de forma muy alegre y con poco sentido. Sin embargo, Steven Lisberger si que fue un verdadero visionario allá por los años 80. De hecho, en el diccionario para definir las palabras “director visionario” tendría que salir su foto. La que montó Lisberger con este film, cuando la informática estaba en pañales, fue tremenda. Incluso una persona que no esté muy puesta en cine puede ponerse a verla actualmente sin conocer su año de estreno y pensar que está viendo una película de producción reciente. Es increíble como Lisberger, en los años 80, llegó a alcanzar tales límites. Límites que incluso hoy en día, y en años venideros, seguirán haciendo de esta una película modernísima. Me quito el sombrero.

La pena es que Lisberger después de rodarla se quedó como “el genio de la botella” que decía una vieja canción de Christina Aguilera. Es decir, Lisberger se quedó atrapado por la magia y fantasía de este film y ya no rodó nada más destacable. De hecho, apenas dirigió dos películas con más pena que gloria. Lo dicho, “un genio atrapado en una botella de Tron”. Apunten también el dato de que ‘Tron’ fue su ópera prima. Anteriormente a la misma tan sólo había trabajado en anuncios, cortos y en un mediometraje de dibujos animados. De hecho, de su trabajo para un anuncio de una emisora de radio fue de donde sacó el diseño/imagen de lo que sería el personaje de Tron.

Junto al trabajo de guión y de dirección, no puedo dejar de comentar la curiosa banda sonora de Wendy Carlos. Su música es una mezcla muy especial de orquesta con coros y órgano a la que aplica tonos futuristas gracias al empleo de diferentes sintetizadores. El resultado es una partitura muy bella que, por momentos, engrandece todavía más a la película en si misma. Una muy buena banda sonora para un gran film.

“Esto no puede estar pasando. Es una pesadilla”. Enter TRON!

En el reparto del film encontramos caras conocidas como Jeff Bridges, David Warner o Barnard Hughes. Pero también destaca la presencia de actores como Bruce Boxleitner o Cindy Morgan, que eran más habituales de la televisión que del cine. Todos ellos rozan un gran nivel de actuación, sobre todo, sus actuaciones son destacables porque era de las primeras veces (sino la primera) que unos actores se veían obligados a actuar con fondos en los que no había nada (fondos de color negro en este caso). A día de hoy esto es muy habitual, pero en el año 1982 debió ser toda una experiencia para este plantel actoral.

Sí quisiera destacar (aún reconociendo los méritos de todos) a David Warner que interpreta genialmente a Dilliger/Comandante Sark. Para un actor veterano como ya era Warner (o el propio Barnard Hughes) el reto de interpretar en esta cinta debió ser más complicado que para los más jóvenes. Por ello, creo que es justo destacar tanto a David Warner como a Barnard Hughes, sin que ello suponga tampoco restar mérito alguno al trío de jóvenes protagonistas interpretados por Jeff Bridges (Kevin Flynn), Bruce Boxleitner (Alan, el programador de Encom y creador del sistema de seguridad conocido como TRON que escapa al poder casi omnímodo de Control Central) y Cindy Morgan (Lora, la novia de Alan y la clave para tener acceso a la computadora de Encom).

“Fin de impresión” (Control Central de Programas)

En conclusión.
Finalizo esta crítica de Tron, una película de visionado obligatorio para todo aquel que se declare amante del buen cine de sci-fi. Sus espectaculares y bellas imágenes, su salto de modernidad, sus referencias, sus innovadores efectos visuales,… todo esto la convierten en una película de culto. Puedo estar de acuerdo en que es posible que una vez vista no guste, pero lo que si que defiendo con gran entusiasmo es que es un film que sencillamente hay que ver. Una de esas películas que, de una forma u otra, dejan huella por todo lo que supuso en su momento y por lo que sigue suponiendo en la actualidad.

CURIOSIDAD: En la escena que tiene lugar en el minuto 43:30, cuando Sark observa el panel de su nave, se puede apreciar en el lado derecho de la misma un mítico comecocos.

Tráiler de Tron

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