Thor: Ragnarok
Comparte con tus amigos










Enviar

Llega el momento decisivo para el hijo de Odín. Las señales y las visiones se han cumplido. Ahora, “el héroe de mil batallas por la justicia” deberá prevalecer sino quiere presenciar el fin de Asgard. El apocalipsis ya ha comenzado y parece que nada puede detenerlo. Taika Waititi y Marvel Studios presentan… ‘Thor: Ragnarok’.

“El Ragnarok ya ha comenzado. No puedes detenerlo” (Surtur)

Crítica de Thor: Ragnarok

Taika Waititi es un director nacido en Nueva Zelanda. En 2005 fue nominado al Oscar por su cortometraje ‘Two Cars, One Night’. Posteriormente, en 2014, llamó la atención con su comedia de horror vampírica Lo que hacemos en las sombras’. De esta forma consiguió su billete para sentarse en la silla del director de la nueva película de Thor. El objetivo era claro: poder situar los films del hijo de Odín a la altura de las grandes películas de Marvel Studios/Disney. Las películas de Thor se estaban quedando claramente en escalones inferiores. ¿Lo ha conseguido? Bueno, la respuesta dependerá de lo que busque cada uno aquí. En mi caso, la respuesta es un rotundo “NO”. Y es «no» por una serie de motivos que paso a exponer…

En los aspectos técnicos poco se le puede reprochar a la película con unas muy logradas y claras set-pieces de acción y mamporros que son un gusto verlos en la gran pantalla. Tampoco se le pueden quitar puntos a nivel visual. En este aspecto, sobresale una fabulosa recreación de escenarios (principalmente de los tenebrosos, pues algunas habitaciones de Sakaar “huelen” demasiado al “plástico” de los platós). Por supuesto, también destacan los colosales enemigos tales como Hulk, Surtur (voz de Clancy Brown), Fenris o Hela. El fallo principal de la propuesta no es este… es otro.

Y el principal error del film es su tono. Un tono que apuesta de manera descaradísima por la comedia pura y dura con una inagotable ración de chistes a lo largo de sus 130 minutos. Tan es así que es imposible tomarla en serio… Y eso que en pantalla acontecerán momentos gravísimos y dramáticos. Sin embargo, es tal su tono paródico y autoparódico que estos momentos pasan a no valer ni pesar nada en el conjunto global.

Lo peor de lo anterior es que se haya impuesto este tono chistoso y desenfadado en un film que trata el “Ragnarok”. ¡Ni más ni menos que el “Apocalipsis de Asgard”! y uno de los eventos más dramáticos de la colección del Dios del Trueno. En consecuencia, esta película tendría que haber sido la más dramática, sentida, oscura y épica del personaje. Por el contrario, pasa a abrazar el carnaval más grotesco. Un carnaval bastante bien representado por esos cientos de seguidores que se pasean por las calles de Sakaar con caretas y pancartas de Hulk…y esto, esto no es ‘Thor’.

Siempre he defendido los cambios en la traslación de los cómics a la gran pantalla. Ahora bien, los he defendido (y defenderé) dentro de un contexto, y siempre que no sean radicalmente diferentes a lo ofrecido en las viñetas. No obstante, lo que se ha hecho en ‘Thor: Ragnarok’ es un disparate que en nada tiene que ver con lo que era la verdadera esencia en la colección del hijo de Odín. ¿Divertido y entretenido? Pues sí, pero un disparate al fin y al cabo.

En relación a lo anterior, el libreto es una mezcla de los números de Thor obra de Walter Simonson (de los que coge personajes y sucesos al gusto) y, sobre todo, de los cómics Planeta Hulk escritos por Greg Pak y Daniel Way. De hecho, bien se podría haber bautizado a este film como ‘Planeta Thor’. Ahora bien, lo cierto es que, dejando al margen el tono del film, esta curiosa mezcla está realizada de forma correcta y se nos regalarán muchos guiños, tanto al universo de Thor como al de Hulk. Guiños en forma de frases que se refieren a hechos pasados de los protagonistas en los cómics, o a la aparición de según qué personajes del Universo Marvel a nivel general, o del Universo de ‘Planeta Hulk’ en particular.

La narración se divide claramente en dos bloques. Por un lado, asistiremos a las desventuras de Thor en el planeta Sakaar. Y, por otro lado, presenciaremos las maldades de Hela en Asgard. El bloque de Thor es el que concentra la práctica totalidad de bromas y coñas. Mientras que el segmento de Hela es el más serio. Este es el carácter que debió haber sido el aplicado a la totalidad de la cinta, lastimosamente no fue así. Finalmente, ambas narraciones se unirán para el esperado clímax.

“Asgard no es un lugar”… El fin de los días.

Entrando en el reparto decir que todo el casting es espectacular pero todos o casi todos retratan a sus personajes como unos meros cómicos. Este es el caso de Chris Hemsworth que más musculado que nunca convierte a su Thor en una especie de clon de Tony Stark. También le pasa lo mismo a Tom Hiddleston, que se une a la fiesta haciendo perder a su Loki todo el carácter maldito y villanesco. Lo de Jeff Goldblum como “El gran maestro” ya es para echarle de comer aparte. Su personaje es una caricatura andante y parece el novio de Effie Trinket de Los juegos del hambre’. Poco más hay que decir de Goldblum. Seguramente, y viendo el panorama, se tomó a choteo personal al personaje y a la película.

La mejor librada sin duda es Cate Blanchett como Hela. Blanchett no sólo entrega una gran villana de poderosa y temible presencia… sino que es la única que de verdad entendió que esta película debería haber tenido otros aires. Algo que también entendieron Idris Elba y Anthony Hopkins repitiendo su roles de Heimdall y Odín. Podemos incluir también aquí a Karl Urban como Skurge aka “El Ejecutor”. Cierto es que se presenta con una gracieta, pero luego va adquiriendo un aspecto más comedido. Al final termina por rendir homenaje a la gloria del personaje en los cómics.

En terreno de nadie queda Tessa Thompson que resulta demasiado exagerada. Además, claramente, fuerza su rol de chica dura, una de las Valquirias. ¡Ojo! no la Valquiria rubia y espectacular que todo buen amante de los cómics de ‘Los Defensores’ conoce. Esto queda explicado en el film, detalle que se agradece.

Finalmente, mención para Mark Ruffalo repitiendo el rol de Bruce Banner y saliendo más bien poco. Esto resulta un alivio porque también va en la línea de Hemsworth, Hiddleston y Goldblum. Quien sí que goza aquí de más minutos es su alter ego, el increíble Hulk. Un Hulk que, en cuanto a trabajo digital, tiene unas secuencias más logradas que otras. No obstante, por fin, se arranca a hablar adquiriendo la personalidad del Hulk infantil por el que casi todo el mundo lo conoce. En cualquier caso, es digno de aplauso el hecho de escuchar “platicar” al superhéroe más fuerte de todo el Universo Marvel.

En conclusión.
Finalizo esta crítica de Thor: Ragnarok, un nuevo film de la factoría de chistes en que, tristemente, se están convirtiendo las últimas películas de Marvel Studios/Disney. Es innegable que esta tercera entrega cumple bien con su objetivo de entretener y divertir. Pero a un film de Thor que trata argumentos tan serios, épicos y dramáticos como el “Ragnarok” y “Planeta Hulk” había que haberle pedido un grado de seriedad que aquí no aparece por lado alguno. Al final, toda la diversión que provoca se convierte en decepción cuando recordamos los cómics de Simonson y Pak.

Tráiler de Thor: Ragnarok

Escucha nuestro podcast