Tarde para la ira
Comparte con tus amigos










Enviar

“Aunque mi carrera profesional, hasta ahora, ha estado ligada a la actuación, mi sueño, desde niño, siempre ha sido dirigir. En todos estos años, cada trabajo como actor ha sido para mí un aprendizaje hacia la dirección. Con esta película, por fin, cumplo ese sueño”. Raúl Arévalo nos invita a pasar una… ‘Tarde para la ira’.

“La familia es sangre Josete” (Jorge)

Crítica de Tarde para la ira

Entre manos tenemos la ópera prima del actor Raúl Arévalo. Su primera película como director le lleva a transitar por el oscuro camino que representa “el cine de venganzas” que tanto me gusta. Un género cuyo máximo exponente, a nivel internacional, siempre será Charles Bronson con su mítico personaje de Paul Kersey.

Teniendo en cuenta lo anterior, en el libreto del film (escrito por el propio Raúl Arévalo y David Pulido) visitamos los “lugares comunes” del género. Entre estos últimos encontramos: una gran tragedia y las consecuencias. Ahora bien, lo interesante de este guión es ver cómo se nos van presentando los personajes, contando los hechos en base a elipsis y segmentos «lineales» (el bar, la familia, Ana,…) y con un gran vuelco que pega todo en un momento determinado. Un vuelco que más o menos puedes esperar en base a las pequeñas pistas que Arévalo nos ha ido ofreciendo en base a diálogos o en alguna que otra imagen. No obstante, lo que no se espera es la reacción y el transitar de los personajes. En este sentido, atención a la visita a un gimnasio de boxeo que marcará el “punto de no-retorno” para dos de ellos.

tarde-para-la-ira-vs

Antes he hablado de las “consecuencias”, pues bien, en ‘Tarde para la ira’ queda muy claro que toda mala acción va a tener, tarde o temprano, sus consecuencias… porque no todo el mundo está dispuesto a olvidar. Al final, el que la hace (de un modo u otro) la termina pagando… por mucho que en un principio escapara dejando atrás sus pecados. El pasado es un fantasma que siempre regresa. Puede tardar más o menos… pero siempre va a regresar. De esta forma, el libreto es una lección de cómo cambian las circunstancias en la vida y cómo a algunos les es imposible olvidar y perdonar el daño sufrido de una existencia rota en mil pedazos. Otra lección poderosa del script es cómo actualmente abrimos con demasiada facilidad nuestra puerta a extraños que apenas conocemos. Extraños a los que incluso les invitamos a formar parte de nuestro mundo.

Todo este caminar por el oscuro mundo de las venganzas que nos propone Raúl Arévalo se ve acompañado por una dirección muy controlada en sus “tempos”. Una dirección centrada en mostrar las zonas de las periferias de las ciudades y los pueblos. La labor de Arévalo tras las cámaras resulta muy calmada y efectiva en su inicio, para luego volverse enérgica y casi sin ningún tipo de perdón (no sobra nada pero quizás sí que faltaría algo). No obstante, el film se alivia con algunas situaciones tragicómicas por las que atraviesan los personajes. Situaciones en las que, muy a pesar de lo que estamos viendo, resulta imposible que no se escape alguna risa. Un ejemplo de esto último sería la aparición y charla con “Triana” o cierta llegada a un motel.

tarde-para-la-ira-curro

“Esa imagen no me la puedo quitar de la cabeza”… Revenge.

El protagonismo principal recae en Antonio de la Torre, Luis Callejo y Ruth Díaz. A su lado van apareciendo otros personajes entre los que destacan los interpretados por Raúl Jiménez, Manolo Solo y Font García.

Antonio de la Torre entrega una buena actuación con matices importantes. Su personaje es Josete, un hombre solitario amigo de sus amigos y que se ha enamorado de Ana, la camarera del bar que regenta. Atención con Luis Callejo porque dando vida a Curro me pareció la mejor interpretación del film. Una interpretación enérgica, plena de veracidad y con muy diferentes estados de ánimo, todos muy conseguidos. Al respecto de su personaje, comentar que Curro es el novio de Ana y representa esa figura masculina dominante con estallidos puntuales de ira y violencia. Finalmente, este triángulo protagonista lo completa Ruth Díaz como Ana, una madre soltera que se ha visto obligada a vivir en soledad al haberse pasado Curro ocho años en prisión por un atraco frustrado. Necesaria y absolutamente natural resulta la actuación de Ruth Díaz dando vida a esta joven rota y abandonada.

Como expuse antes de este párrafo, otros intérpretes que destacan son: Raúl Jiménez que dota a su personaje de Jorge (el dueño del bar y hermano de Ana) de una franca y conseguida amabilidad. Un sorprendente y divertidísimo Manolo Solo como Triana, un pobre desgraciado que sufre una peculiar disfonía en la voz y que emplea su tiempo como limpiador. Finalmente, citar a Font García en el rol de Julito, un tipo que aparecerá ya avanzado el metraje y que ofrecerá una revelación importante.

“Yo no voy de farol” (Josete)

tarde-para-la-ira-ligando

En conclusión.
Momento ya de concluir esta crítica de Tarde para la ira, un prometedor debut en la dirección de un Raúl Arévalo. Se nota que no hay ido de farol detrás de las cámaras. El actor, y ahora también director y guionista, nos ofrece una cruda historia de venganza de extrarradio y carretera en la que no hay marcha atrás posible. Una historia en la que el perdón se cotiza caro, muy caro.

Tráiler de Tarde para la ira

Escucha nuestro podcast