Redada asesina
Escondido en ciertos barrios marginales de Yakarta, existe un edificio inexpugnable en el que se ocultan los asesinos más despiadados. Dicho edificio se considera intocable y todos los intentos por asediarlo han acabado en tragedia. Hasta ahora. Esta vez será diferente y un equipo de Swat de élite entrará sin ser detectados con la misión de capturar a un célebre capo de la droga. Pero cuando son descubiertos, todo cambiará. Acorralados en la sexta planta del edificio, deberán abrirse paso entre hordas de enemigos y miles de balas silbando sobre sus cabezas.
A veces, la mejor manera de que algo se conozca es mediante el boca a boca. Oficialmente poco o nada hemos escuchado sobre The Raid, pero todo el mundo parece haberla visto y parece estar convirtiéndose en el fenómeno de moda en cuanto al cine de acción se refiere. Tal es su éxito que ya se está produciendo una continuación.
1 Salvaje banda criminal
20 Policías de élite
30 Pisos de infierno
Crítica de Redada asesina.
Conviene analizar primeramente el tipo de película que es Redada asesina antes de entrar a valorar cualquier otro aspecto de la película. Redada asesina es un homenaje al pasado, a las películas de los 80 en las que los malos eran malos de narices y los buenos lo pasaban realmente mal. Bebe de muchas fuentes, pero su principal inspiración son las películas asiáticas. Pensemos que The Raid cuenta con unas grandes coreografías de artes marciales, que grandisimamente se van alternando con los tiros. Y a todo eso le unimos la sangre a raudales de la que hace gala el film. En definitiva, como diría un amigo mio, es una chinada de los 80 con mucha sangre y artes marciales.
Y ahora si, entrando más a fondo en esta crítica de Redada asesina debemos empezar diciendo que The Raid es un gustazo de película siempre y cuando hagamos como hace ella misma: no nos la tomemos muy en serio porque nada de lo en ella sucede podría ser verídico. La sangre a raudales, los cientos de malosos acosando a una decena y poco de Swats y unas peleas más cercanas al videojuego Mortal Kombat que a la realidad hacen que The Raid sea un caso bastante peculiar en los tiempos en los que vivimos.
Hablar de algo como Redada asesina es hablar de una película en la que poco valoraremos el papel interpretativo de sus integrantes. Incluso la trama nos parecerá bastante secundaria a la hora de conectar con el film. Cualquier excusa es buena para pegarse unos cuantos tiros y soltar hemoglobina por doquier.
Ese es su fuerte, una acción muy bien trasladada a la pantalla con unas maravillosas coreografiás. El protagonista es un experto marcial en Pencak Silat, arte marcial originaria de Malasia que se practica en gran parte del sur de Asia. Ello nos servirá para ver lo bien que luce ese pequeño hombrecillo repartiendo palos a todo el malo maloso que osa cruzarse en su camino hacia la cima. No hace falta decir que, como homenaje viviente a los 80 que es el film, el protagonista encontrará a su alma gemela repartidora de palos pero en el otro bando, asegurando así un combate épico donde los haya.
La sangre es el resultado de esa violencia gratuita de la que hace gala el film desde los primeros minutos, cuando el equipo de Swat se cuela en el edificio. Y no sólo los tiros de todo tipo de arma será lo que haga acto de presencia en pantalla para disfrute de incondicionales sino que se usará cualquier objeto, a cual más inverosímil, para acabar con la vida del rival.
Redada asesina es una gran sorpresa que ha llegado a nuestro país de puntillas. No ha hecho acto de presencia en cines. Para colmo, su difusión en el mercado doméstico se ha limitado a ser lanzada en DVD, algo totalmente ilógico en plena era de la alta definición. Por suerte (y de manera bastante inexplicable) cabe destacar que puede ser adquirida en Blu-Ray con nuestro idioma y libre de zona la versión USA de la película.
Conclusiones.
Redada Asesina es un soplo de aire fresco para los tiempos actuales. Su simple guión y las nulas actuaciones de sus actores hacen que toda la “chicha” quede para la acción. Pura y dura. Sin rodeos ni concesiones. Hay películas que son más profundas y que en ciertos momentos nos satisfacen plenamente. Pero también es cierto que hay otros momentos en los que solo nos apetece un poco de acción sin demasiadas pretensiones ni argumentos trillados. Esos momentos será todo un acierto tener a mano The Raid. Nunca se sabe lo bien que nos lo puede hacer llegar a pasar.
Escucha nuestro podcast
Mamporros a granel.