La horda
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Hoy vamos a adentrarnos en un edificio abandonado al norte de Francia. Ahí van a suceder muchas cosas y nada volverá a ser lo mismo tras la visita de cuatro tipos corruptos hasta la médula. ‘La horda’ es una película de temática zombi del año 2009 bastante desconocida para un gran sector del público en general. Sus dos directores se estrenaron en los largometrajes con este film tras unos cortos de gran calidad. Aquí va su historia…

Crítica de La horda

Directo al grano. Pese a que no pasará a la historia de las películas, ni tan siquiera de las de zombis, este film está muy logrado en muchos aspectos y vale la pena darle un visionado. Ahora iré desvelando los motivos por los que recomiendo echarle un ojo. Resulta que los directores, Yannick Dahan y Benjamin Rocher (que debutaban con este largometraje), supieron dar en plena diana con cosas realmente difíciles. La pena es que luego se les fue la mano en según qué escenas…

Aclarar que ambos realizadores empezaron a trabajar en lo que sería este film en un cortometraje de 8 minutos titulado Rivoallan’. En ese trabajo ya apuntaron maneras. El cortometraje trataba de un policía que entraba en una fábrica abandonada en la cual se escondían unos delincuentes. El resto seguro que ya podéis imaginarlo…

En cuanto a la película decir que tiene una fotografía fabulosa con unos tonos muy oscuros, saturados y tirando a lo añejo. Estas tonalidades están presentes a lo largo de todo el metraje. Por su parte, los efectos están muy bien conseguidos, siendo la mayor parte a la antigua usanza, salvando sangre digital y algo de fuego y humo. La ambientación no queda a la zaga. Ver esos edificios semiderruidos y humeantes, en una especie de parábola sobre lo que va a quedar del mundo por la plaga, es algo muy a tener en cuenta. Todo esto lo digo a sabiendas de lo que es el film en si. Entre manos tenemos una película con un presupuesto de apenas 2 millones de euros y rodada por dos directores noveles. Una mezcla un tanto complicada en todos los sentidos.

Y visto lo visto, debo reconocer que Yannick Dahan y Benjamin Rocher no lo han hecho nada mal. Ambos saben recrear todo bastante bien con el presupuesto con el que contaron. Pero, independientemente del presupuesto o del talento, hay escenas que escapan del sentido común. Escenas que considero deberían caer por su propio peso y que los realizadores deberían haber enfocado de otra manera y no buscando «la exageración por la exageración»… Por suerte, hablamos de pocas secuencias de este tipo, pero sí las justas para recordarlas y hacer que la película te deje un regusto algo más «amargo» de lo que debería, sobre todo en aquellos espectadores que no sean fans del género…

Por encima de todo, ‘La horda’ es bastante violenta y tiene muy «mala leche». En su momento se la definió como una mezcla de ‘Asalto a la comisaría del distrito 13’ (John Carpenter, 1976) conAmanecer de los muertos (Zack Snyder, 2008). Y, en efecto, por ahí van los tiros. Pese a que directamente bebe de muchos films de este tipo (hay quien dice que plagia) y su originalidad en este aspecto es prácticamente cero, vuelvo a subrayar la importancia que tienen muchas escenas. Son directamente para verlas y alucinar. Tampoco hay que sacarles demasiada punta porque realmente son disfrutables, por ejemplo: ver a un veterano del Vietnam con la ametralladora conocida como “La Impaciente” cubriendo en la retaguardia a sus compañeros y convirtiendo a decenas de zombis en carne picada es algo alucinante.

Todo lo demás, como ya he comentado, me pareció bastante bien elaborado. Por su parte, los actores lo hacen francamente bien. Alguno está algo desubicado en según qué momentos pero, en general, creo que hacen un buen trabajo sabiendo ganarse al público con sus actuaciones y roles en este tipo de film.

la-horda-ametralladora

Conclusiones.
Finalizo esta crítica de La horda, una cinta que, pese a algún que otro «tropiezo», presenta una historia que nos mantendrá pegados a la butaca gracias a un desarrollo que los fans de los «infectados» sabremos apreciar. Todo ello condimentado con una buena mano por parte de Yannick Dahan y Benjamin Rocher. Ambos realizadores buscaron darle un toque totalmente cafre al film tirando hacia la serie B. Una Serie B hipervitaminada… por decirlo de alguna manera. No entrará en el Olimpo de las películas de Zombis, pero los más fans sabrán degustarla como se merece.

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