Impacto súbito
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40 años contemplan ya a la penúltima entrega de la saga de Harry el sucio. Un film que bien podemos situar en el segundo puesto de la franquicia tan sólo por detrás de la original. Una vez más, Harry Callahan deberá salir de las sombras para hacer justicia y afrontar un durísimo ‘Impacto súbito’.

“¡Vamos, alégrame el día!” (Harry Callahan)

Crítica de Impacto súbito

Para empezar no está de más admitir que estamos, sin duda, ante la mejor película de la saga después de la primera entrega. Al menos esto es lo que opino desde un punto de vista puramente personal. Lo que ya no es subjetivo es que ‘Impacto súbito’ fue la primera cinta de la franquicia dirigida totalmente por Clint Eastwood. Recordemos que Clint ya había dirigido varias películas importantes antes de llegar a esta. De hecho, había debutado en la dirección en 1971 conEscalofrío en la noche’. Y, precisamente, de esta última es posible encontrar algunos ecos en ‘Impacto súbito’. Por ejemplo: el gusto por pintar cuadros en ambas protagonistas femeninas, el aire sombrío de las noches de San Paulo, o las escenas oscuras en las que se desarrollan ciertos crímenes. Por supuesto, Clint también se reserva bastantes set-pieces para el lucimiento de su mítico personaje al estilo western.

La más que efectiva dirección de Eastwood se vio recompensada en taquilla alzando al film como el más taquillero de toda la serie. ‘Impacto súbito’ se estrenó en Estados Unidos un 9 de noviembre de 1983 y dejó en las arcas de la Warner Bros. casi 68 millones de $ de la época. Ciertamente, un gran triunfo para Eastwood en la que fue su décima película detrás de las cámaras. Quizás por ello volvería a rescatar a Callahan para La lista negra’, la última película del legendario personaje estrenada en 1988.

‘Impacto súbito’ es de esos films que se divide claramente en dos partes bien diferenciadas. La primera tiene lugar en San Francisco y la segunda en San Paulo. En la famosa ciudad asistimos a todo un repertorio de durezas, firmezas y sentencias protagonizadas por Harry Callahan. Su particular modo de interpretar y ejecutar la Ley nos dejará varias escenas para el recuerdo: la del ascensor, la de la cafetería y esa en la que le provoca un infarto a un mafioso en la boda de su nieta… Digamos que este tramo es todo un caramelo para los que somos fans del durísimo inspector de homicidios.

Por el contrario, en el pueblecito costero la cosa cambia. En San Paulo todo se vuelve más dramático, angustioso y oscuro. Esto es provocado por la revancha que se está tomando un “ángel de la muerte” contra aquellos que cometieron una brutal violación hace una década. También en esta parte del pueblo encontramos escenas imposibles de olvidar. La principal es la secuencia del parque de atracciones en la que tiene lugar el clímax. Especialmente con la aparición, desde las sombras, de Callahan portando su Magnum 44 automático plateado y dispuesto a dictar sentencia… Tan icónica se hizo esta imagen que terminó por aparecer en el opening de ‘Tocata’, uno de los programas musicales más importantes de TVE en los años 80.

Y en relación con lo que acabo de comentar, bien puedo decir que la temática principal de ‘Impacto súbito’ es la violación y sus consecuencias. La primera es narrada visualmente en varios flashbacks que resultan breves, pero tremendamente desagradables y violentos. Y la principal consecuencia de este execrable delito es la venganza. De ella proceden las diferentes ejecuciones de los miserables que cometieron tal barbaridad. Además se incorporan también unas interesantes y contundentes líneas sobre el delito, la justicia y la venganza. Todo esto encuentra su posicionamiento definitivo en el final de la película con Callahan cerrando el caso sin mirar atrás. Un final que, personalmente, aplaudo cada vez que vuelvo a ver el film.

Para la banda sonora se volvió a contar con Lalo Schifrin, el compositor y maestro de la franquicia. Nuevamente su trabajo vuelve a resultar muy destacado. Llama la atención cómo empieza en los créditos iniciales con una partitura netamente ochentera para luego ir dando paso a piezas más clásicas. De hecho, hay algunas breves partituras que evocan el final de Harry el sucio (Don Siegel, 1971) y otras se decantan por su gusto hacia el thriller angustioso, melancólico y oscuro. Finalmente, todo termina con la gran Roberta Flack cantando el tema “This Side of Forever” en los créditos finales. Como curiosidad, apunten que la música de la canción ya había sido creada y empleada anteriormente en la saga por el propio Schifrin.

El casting, como no podía ser de otra forma, vuelve a estar liderado por Clint Eastwood en su icónico rol de Harry Callahan. Después de todas las películas anteriores, poco o ningún misterio tenía ya el personaje para Clint, que lo podía interpretar con los ojos cerrados. Así pues, Eastwood se pone el traje de faena y una vez empezada la función empieza a repartir tiros y firmezas a partes iguales… sobre todo en el ya comentado primer tramo del film.

En cuanto a Sondra Locke hay que resaltar nuevamente su actuación. Cuando escribí la reseña de Ruta suicida (1977) ya comenté su espectacular cambio de registro con respecto a El fuera de la ley (1976). Y en ‘Impacto súbito’ vuelve a pasar lo mismo. En este film encarna a Jennifer, una mujer elegante, fría y endurecida por la vida que no está dispuesta a perdonar. Tres películas diferentes y tres encarnaciones radicalmente distintas. Sin duda, Sondra entregó siempre lo mejor de sí misma, y de su filmografía, al Eastwood director. Como dato interesante, esta fue la última gran película de Sondra y también la última vez que trabajó con Clint.

Al margen de Sondra, la otra actriz que destaca es Audrie Neenan como Parins. Su interpretación también es francamente notable haciendo una aborrecible encarnación de una “tortillera” local que pone firme a todo dios. Ojo al berrinche que se pilla cuando Callahan la insulta al llamarla indirectamente “mujer” con eso de: “Yo sólo bebo con hombres…”. Otro que también trabajó con Clint por última vez aquí fue Pat Hingle. El veterano actor da vida a un tipo de personaje que le iba muy bien. Presta sus maduras y enfadadas facciones al Jefe Jannings, el comisario de San Paulo que no quiere que Callahan ande metiendo sus narices en los asuntos del pueblo. Y terminando el casting principal hay que citar a Paul Drake debutando en el rol de Mick, un violentísimo delincuente local al que incluso sus amigos temen.

Muy curiosa resulta la nueva aparición en el elenco de Albert Popwell. Recordemos que Popwell ya había participado en anteriores películas de la franquicia, pero cada vez con un rol diferente: de atracador o proxeneta pasa ahora a defender la Ley convertido en Horace, un compañero de departamento que hace “un regalo muy especial” a Harry. Y poco más se puede decir de su labor puesto que solo sale en unas tres escenas. Otro que también repitió aquí con un papel diferente fue Bradford Dillman. En esta ocasión pasa de ser el Capitán McKay a convertirse en el Capitán Briggs. En cualquier caso, en ambas películas su trabajo no varía: discutir en un despacho con Callahan acerca de sus métodos de investigación.

“Mi hermana y yo no lo olvidaremos nunca” (Jennifer)

En conclusión.
Termino esta crítica de Impacto súbito, una película dura y sin concesiones que contiene interesantes debates como: el respeto a la Ley y la venganza como medio para obtener la justicia. Además, las destacadas curiosidades que presenta, algunas ya repasadas en la reseña, la convierten en la cinta más imprescindible de la franquicia inmediatamente después de la primera entrega.

Tráiler de Impacto súbito

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