Hércules y la reina de Lidia
Hércules, su esposa Iole y el joven Ulysses regresan a Tebas, la añorada y querida tierra de Hércules. Pero al llegar algo ha cambiado. El Rey Edipo ha sido relevado de su trono, y su poder se ha repartido en un curioso pacto entre sus dos hijos: Polinice y Eteocles. Hércules tratará de conseguir que los dos hermanos respeten el pacto al que han llegado salvaguardando así la seguridad del reino de Tebas. Sin embargo, en sus intentos por mantener la paz, caerá en las garras de Onfalia, la reina de Lidia y una auténtica devora-hombres. Onfalia hará que el semidios caiga en un estado de absoluta embriaguez olvidándose de todo y de todos menos de ella… (Cineycine).
Aprovechando el enorme éxito conseguido con el film ‘Hércules’, todo el equipo técnico y artístico participante en aquella cinta se volvió a reunir para rodar de inmediato una secuela que continuara las aventuras del semidios griego. Esa continuación sería a la postre la última vez que Steve Reeves encarnaría en la gran pantalla al coloso hijo de Zeus, esa película se tituló ‘Hércules y la reina de Lidia’.
“Tebas es mi ciudad hay que esforzarse por salvarla”.-Hércules.
Valoración:
Tenemos aquí una continuación en toda regla del film ‘Hércules’ del año 1958. De hecho, el equipo artístico y técnico es casi el mismo por no decir “el mismo”. El director y guionista italiano Pietro Francisci retoma las aventuras del semidios griego en el mismo punto en que las terminó en su anterior film. Y, nuevamente, Francisci se basa muy ligeramente en varias leyendas de la mitología griega para ir construyendo su historia, dedicada por completo a Hércules. Así, veremos al hijo de Zeus mezclarse con el Rey Edipo y sus hijos o seremos testigo de su aventura amorosa con Onfalia.
‘Hércules y la reina de Lidia’ es inferior a la destacada ‘Hércules’ pese a que algunos aspectos como las peleas se han mejorado notablemente, y también pese a que este film tiene grandes escenas de acción como esas en las que Steve Reeves derriba las torres de asalto enemigas a galope de cuadriga con la simple ayuda de un gancho.
Y la película es inferior a su antecesora porque la historia carece de las buenas dosis de aventura que nos dio la cinta de 1958 con todas aquellas proezas de Hércules más el viaje con los argonautas… aquí perdemos parte del metraje viendo como el semidios griego pasa sus buenos minutos recibiendo masajes, bebiendo y amando a Onfalia que lo ha sometido mentalmente (algo parecido a lo que pasó con los argonautas en su visita a las amazonas en el film anterior). Es una pena, porque la cinta pierde así buena parte de acción y cuando la retoma casi es demasiado tarde…
Además, el guión carece en esta ocasión de la majestuosidad del anterior escrito también por el propio Pietro Francisci. En este sentido, echamos en falta todas aquellas grandiosas frases que los personajes casi “recitaban” en la anterior aventura y que dotaban a la misma de un carisma y fuerza innegables. Aquí pocas frases para el recuerdo encontraremos.
En el reparto volvemos a contar acertadamente con Steve Reeves como Hércules. Como expuse en mi anterior reseña es un papel que le iba como anillo al dedo al gran culturista norteamericano, y es que Reeves era de esos actores cuya poderosa presencia en pantalla ya amortizaba de sobra el precio de la entrada.
A su lado repiten papel protagonista Sylva Koscina como Iole, su dulce y amante esposa mortal; y Gabriele Antonini que en una interpretación muy entusiasta se vuelve a meter en la piel del valiente y avispado joven Ulysses.
La gran novedad en este apartado actoral es la presencia de la llamativa y espectacular modelo austriaca Sylvia López que, con sus curvas y su suntuoso vestuario, roba la mente y la razón de Hércules en su papel de Onfalia. Y bueno, justo es mencionar también la presencia del ex_campeón de boxeo, el gigante italiano Primo Carnera en un breve pero intenso papel como Anteo, el poderoso hijo de Gea.
Mario Bava sigue ocupándose de los aspectos técnico-visuales del film e incluso ya en 1961 se ocuparía de la dirección de la película ‘Hércules en el centro de la tierra’. Esta cinta ya fue filmada sin la presencia de Steve Reeves dando vida al Hércules.
La música de la cinta sigue corriendo a cargo de Enzo Masetti que moriría en 1961 siendo esta partitura su última contribución al mundo de la música en el cine.
“No sabéis lo que es una gran ciudad, más cuando lleguéis a Tebas bastarán los modales de la gente para asombraros”.-Hércules.
En conclusión:
Secuela nacida al amparo del tremendo éxito de ‘Hércules’ que continúa el legado de la misma. Si bien no consigue llegar a la altura de su antecesora si que resulta interesante para pasar una tarde entretenida viendo como Steve Reeves encarnaba a Hércules por última vez. También resulta curiosa por observar la presencia en pantalla del gigante Primo Carnera y su duelo con el propio Reeves. Más allá de esto no hay que pedirle mucho más a esta continuación que bien pudo haber sido mejor.
Curiosidades:
- Esta fue la última vez que Steve Reeves encarnó al coloso Hércules para el cine. A partir de esta película se centraría en otros personajes y papeles míticos… destacando fundamentalmente por interpretar a Sandokán en dos films de comienzos de los años 60. En su lugar, otros culturistas como Reg Park pasaron a dar vida al poderoso semidios en films como ‘Hércules en el centro de la tierra’ (Mario Bava-1961).
- Con 22 años Sylva Koscina gracias a su físico y a una cierta experiencia como modelo irrumpió en el mundo del cine. Tuvo gran repercusión en su época atribuyéndosele grandes romances con actores como Paul Newman, y fue una de las primeras «italianas» en posar desnuda para la revista Playboy.
- La espectacular austriaca Sylvia Lopez venía del mundo de la moda. Esta película la rodó estando enferma de leucemia. Al final, no pudo vencer a la enfermedad y falleció el 20 de noviembre de 1959, varios meses después del estreno del film en Italia que tuvo lugar el 14 de febrero de 1959.
- Primo Carnera tiene en la película un buen enfrentamiento a “puñada limpia” con Steve Reeves/Hércules. Carnera fue un famoso campeón de boxeo de los años 30 que destacaba por su estilo tosco y por su increíble y atemorizante físico (medía unos 2,10 metros de altura y tenía un aspecto “monstruoso”). Cuando se retiró del boxeo se dedicó a la lucha libre y finalmente realizaría pequeños papeles para el cine. Murió en 1967 vencido por el cáncer y fue enterrado de manera orgullosa y con gran respeto por todos sus vecinos del pequeño pueblo italiano de Sequals dónde había nacido en 1906.
“El amor no teme a los dioses”.-Iole.
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